miércoles, 21 de marzo de 2012

“Colectamos más de 1.900 peces de 32 especies”

Esa fue la conclusión de una nueva Campaña Antártica realizada por un grupo de investigadores que dirige Juan Martín Díaz de Astarloa, que se desempeña en la Universidad Nacional de Mar del Plata. El recorrido lo hicieron a bordo del buque oceanográfico ARA Puerto Deseado......
.........El investigador de la Universidad Nacional de Mar del Plata Juan Martín Díaz de Astarloa dirigió un grupo de investigadores argentinos que viajaron a bordo del buque oceanográfico ARA Puerto Deseado para realizar la denominada Campaña Antártica, que terminó con importantes conclusiones.
En diálogo con el programa de Adrián Paenza, "Científicos Industria Argentina", el investigador, que también trabaja para el CONICET, indicó que la campaña finalizada a principios de mes arrojó resultados preliminares fantásticos: "colectamos más de 1.900 peces, pertenecientes a 32 especies, muchas de las cuales no estaban en colecciones previas en el país y nos faltaban en el catálogo del Código de Barras de la Vida".
El buque ARA Puerto Deseado realizó esta misión dedicada más a estudios biológicos que oceanográficos gracias al equipamiento y a la incursión en artes de pesca. En el camino de regreso pudieron asistir a una base brasilera que se incendió en la isla de 25 de Mayo. El camino trazado había atravesado las Islas Shetland del Sur y la región de la península antártica dentro de las estaciones que tenían prefijadas para realizar sus investigaciones sobre la biodiversidad marina en pequeños organismos que están en el fondo del mar. 
El Código de Barras de la Vida, conocido como iBOL, tiene como objetivo principal identificar a todos los integrantes del reino animal y vegetal sobre la base de su ADN para poder preservar a aquellos que estén en peligro de extinción. "En los últimos años el tema de la biodiversidad es fundamental, ya que la acción del hombre en ambientes tan extremos como la Antártida podría impactar en la supervivencia de algunas especies", afirmó Díaz de Astarloa.
La evolución de la aparatología del buque ARA Puerto Deseado dio acceso a información que antes estaba vedada. "El CONICET dio impulso a la parte de esta nueva herramienta molecular para la identificación de especies, en la que obviamente el objetivo es conservar la biodiversidad", manifestó.
El trabajo del CONICET fue fundamental para que se puedan elaborar estas misiones con netos objetivos biológicos y así lo resaltó el investigador de la UNMDP. "El CONICET, siguiendo ese gran objetivo general, ideó, apoyó esta nueva herramienta, y equipó a varios centros científicos y laboratorios de códigos de barra genéticos, es decir, que posibiliten extraer y amplificar la cadena mitocondrial y eventualmente secuenciar", indicó Díaz de Astarloa. 
Por otro lado, se encargó de explicar que sólo se conoce el 10% de lo que realmente existe en el fondo del mar, teniendo en cuenta que lo que han descubierto es lo que está en la costa y en la plataforma, pero hablando de grandes profundidades todavía falta mucho. "En esta última expedición, estábamos en la isla volcánica de Excepción, en el mar de la Flota, entre las Shetland y la península antártica, cuando hicimos un lance de pesca y colectamos una especie que es endémica y ahí la ubicamos. Sacamos 125 ejemplares de todo tamaño, los había visto en los libros, y verlos así era fantástico", narró.
El trabajo más importante que realizó este grupo de científicos tiene que ver con la recolección de los ejemplares en su hábitat natural, pero también luego continúa el proceso con el estudio de esas especies. Díaz de Astarloa contó que "hay cosas llamativas, porque se adaptan a ambientes muy extremos, como algunos peces que se llaman de hielo, que se caracterizan por tener sangre que, al no ser roja por no tener pigmentos, da la apariencia de no tener hemoglobina". Y sostuvo que "los estudios que hacemos de biodiversidad se complementan, como en el caso de las identificaciones, que nos dejan determinar de qué peces se trata, para lo cual se toman muestras de tejidos y, a través de una técnica de ADN mitocontrial, se puede llegar a identificarla de una manera más precisa".

Agencias/SimaCaribe 21 mar 2012