martes, 2 de agosto de 2011

Cuba se mantiene atenta a aumento de nivel del mar

Cuba desarrolla una estrategia basada en programas integrales para enfrentar las dificultades y amenazas provocadas por el cambio climático, en especial el aumento del nivel del mar. 

El tema está en la agenda de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento), que sesiona hoy en plenario en el Palacio de Convenciones de La Habana. 

Ante los 600 diputados asistentes al VII Período Ordinario de la VII Legislatura, especialistas del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) explicaron la aplicación de un macroproyecto que integran 13 programas de investigación y servicio tecnológico con la participación de 17 instituciones y 150 expertos. 

Aprobado por el Consejo de Ministros, el Proyecto de Enfrentamiento al Cambio Climático estudia la situación costera con vistas a la reducción de peligros, vulnerabilidad y riesgo en caso de desastres. 

Con ese objetivo, el Citma conformó una red ambiental de monitoreo sobre estado y calidad de los recursos naturales en las costas de la isla. 

Esa red mareográfica nacional mide, a partir de mareas, el nivel del océano, así como el de la tierra de la zona costera y del interior, pues estas sufren movimientos verticales de ascenso y descenso, producto de cambios de origen tectónico o geológico, entre otros. 

Además de detectar cambios en el nivel medio del mar o la temperatura del agua, los científicos evalúan sus implicaciones para los ecosistemas y en el ámbito físico-geográfico, demográfico y las proyecciones económicas necesarias para atenuarlo. 

Esto ha permitido comenzar a estructurar recomendaciones, elaborar planes, mapas y hacer estudios de riesgo en diversas localidades para determinar lo que se hará en cada sector costero de las diferentes regiones del país -alargado y estrecho- ante la vulnerabilidad de los territorios bajos costeros. 

Investigadores cubanos están conscientes de que el prolongado aumento de las temperaturas y el ascenso del nivel medio del mar a corto, mediano y largo plazos, como consecuencia del reforzamiento del efecto invernadero, podría traer consecuencias graves para la mayor de las Antillas. 

La eventual entrada del mar en dominios que hasta entonces eran tierra firme mantiene en vilo a las autoridades, ante el continuo derretimiento de los casquetes polares y los glaciares y el consecuente aumento del nivel medio de los océanos, proceso aún casi imperceptible. 

Según datos de la estación mareográfica de Siboney, de La Habana, en los últimos 40 años el nivel del mar en el litoral capitalino ascendió 2,14 milímetros por año. 

De seguir esta tendencia, en un siglo el nivel del mar al borde de la ciudad habría ascendido uno o dos metros. 

En todo el planeta, al ritmo actual, las aguas podrían aumentar casi en un metro su nivel para 2100. 

Ese fenómeno provocaría que amplias zonas quedaran inundadas para siempre, desapareciendo así innumerables ecosistemas costeros, oceánicos y terrestres, y millones de seres humanos pondrían en peligro su vida y quedarían sin casas ni empleos. 

Marcelino Hernández, especialista del Instituto de Oceanología de Cuba, alertó en junio pasado que el incremento del nivel del mar podría "aumentar la erosión en la zona, salinizar las aguas en la parte baja de los ríos y en los acuíferos de la costa, y afectar las edificaciones muy cercanas al litoral por la acción del oleaje". 

Agregó que "es muy probable que este ascenso del nivel del mar también afecte la velocidad de las corrientes marinas, entre ellas las que influyen sobre Cuba", lo que traería como consecuencia una disminución de la pesca y la regulación de los ecosistemas marinos. 

La disminución de la velocidad de las corrientes y el aumento de su temperatura media en el Caribe provocaría más huracanes, cada vez más destructivos, y menos frentes fríos. 

A esto se agrega la amenaza de que ecosistemas como las dunas costeras o los manglares sufrirían a largo plazo las consecuencias de la erosión del litoral, con efectos negativos sobre el turismo, una de las fuentes de ingreso más importantes para la economía del país.

Agencias/SimaCaribe 2 ago 2011