Científicos cubanos amplían las pesquisas sobre la avifauna marina y acuática en la isla, como parte de un proyecto respaldado por el Fondo Global para el Medio Ambiente (GEF), de Naciones Unidas.
El programa, que se desarrollará en 26 áreas protegidas del país caribeño, prevé el otorgamiento de más de cinco millones de dólares en un quinquenio con el fin de profundizar las indagaciones en escenarios naturales ligados al mar.
Hasta la fecha las búsquedas se concentraban fundamentalmente en sitios terrestres, ahora pretendemos enriquecer los registros y la información general sobre las aves en otros ecosistemas menos estudiados como los del litoral, declaró a Prensa Latina el Doctor en Ciencias Jorge Ferro.
Como resultado de las exploraciones fueron avistadas cuatro especies de pájaros, considerados nuevos reportes para la península de Guanahacabibes, llanura cársica del límite occidental cubano.
Recientes investigaciones por la zona, Reserva de la Biosfera, permitieron detectar por primera vez la presencia de dos viajeras provenientes de Norteamérica, catalogadas como residentes de invierno (Calidris mauri y Tringa flavipes), explicó la Doctora en Ciencias Alina Pérez, al frente de los grupos de ornitólogos.
Comentó que las investigaciones posibilitaron también el hallazgo de las variedades Calidris alpina (transeúnte) y Rostrhamus sociabilis, residente permanente.
Unas 200 especies voladoras encuentran refugio en la península, la mayoría de las visitantes -aseveró- arriban a través de la ruta del Mississippi para evadir los rigores del invierno.
Durante los estudios auspiciados por el GEF realizamos labores de monitoreo en Cayo Triste, islilla que abriga a una de las mayores colonias de rabihorcado descubiertas en la nación antillana, afirmó Pérez.
Se trata de un punto de abundante anidación del ave en Cuba, aseguró la experta en declaraciones a Prensa Latina.
Presente en los mares templados, el rabihorcado sobresale por su gran talla y color negro.
En Cayo Triste -añadió- pudimos apreciar individuos en distintas etapas de desarrollo, vimos huevos, pichones y ejemplares en estado adulto.
El proyecto financiado por el GEF incluye, además, averiguaciones sobre las tortugas marinas y sus lugares de desove, la anidación de iguanas, la conservación de los arrecifes coralinos y de criaturas como los manatíes, entre otras líneas investigativas.
Su área de influencia abarca desde la Reserva Ecológica Los Pretiles, al norte de Pinar del Río, hasta el Refugio de Fauna El Macío, al sur de Granma, en el otro extremo del archipiélago.
El programa, que se desarrollará en 26 áreas protegidas del país caribeño, prevé el otorgamiento de más de cinco millones de dólares en un quinquenio con el fin de profundizar las indagaciones en escenarios naturales ligados al mar.
Hasta la fecha las búsquedas se concentraban fundamentalmente en sitios terrestres, ahora pretendemos enriquecer los registros y la información general sobre las aves en otros ecosistemas menos estudiados como los del litoral, declaró a Prensa Latina el Doctor en Ciencias Jorge Ferro.
Como resultado de las exploraciones fueron avistadas cuatro especies de pájaros, considerados nuevos reportes para la península de Guanahacabibes, llanura cársica del límite occidental cubano.
Recientes investigaciones por la zona, Reserva de la Biosfera, permitieron detectar por primera vez la presencia de dos viajeras provenientes de Norteamérica, catalogadas como residentes de invierno (Calidris mauri y Tringa flavipes), explicó la Doctora en Ciencias Alina Pérez, al frente de los grupos de ornitólogos.
Comentó que las investigaciones posibilitaron también el hallazgo de las variedades Calidris alpina (transeúnte) y Rostrhamus sociabilis, residente permanente.
Unas 200 especies voladoras encuentran refugio en la península, la mayoría de las visitantes -aseveró- arriban a través de la ruta del Mississippi para evadir los rigores del invierno.
Durante los estudios auspiciados por el GEF realizamos labores de monitoreo en Cayo Triste, islilla que abriga a una de las mayores colonias de rabihorcado descubiertas en la nación antillana, afirmó Pérez.
Se trata de un punto de abundante anidación del ave en Cuba, aseguró la experta en declaraciones a Prensa Latina.
Presente en los mares templados, el rabihorcado sobresale por su gran talla y color negro.
En Cayo Triste -añadió- pudimos apreciar individuos en distintas etapas de desarrollo, vimos huevos, pichones y ejemplares en estado adulto.
El proyecto financiado por el GEF incluye, además, averiguaciones sobre las tortugas marinas y sus lugares de desove, la anidación de iguanas, la conservación de los arrecifes coralinos y de criaturas como los manatíes, entre otras líneas investigativas.
Su área de influencia abarca desde la Reserva Ecológica Los Pretiles, al norte de Pinar del Río, hasta el Refugio de Fauna El Macío, al sur de Granma, en el otro extremo del archipiélago.
Agencias/SimaCaribe 9 dic 2011