sábado, 2 de julio de 2011

El reto del dragón chino

Una vez que el hombre avanzó en el conocimiento de los continentes empezó a interesarse por la otra cara de la Tierra, la oculta a través de los océanos. Pero, para adentrarse en su interior hicieron falta instrumentos de precisión, cartas, mapas y medios avanzados.

Entre los países que han logrado desarrollar la tecnología necesaria para realizar una inmersión tripulada a más de tres mil metros bajo el nivel del mar se encuentra China, quinto, detrás de Estados Unidos, Francia, Rusia y Japón.

Además de las expediciones al espacio y a los polos, esta nación busca estar en la vanguardia de la exploración oceánica profunda, con una de las naves más avanzadas de su tipo en el mundo, el sumergible Jiaolong, llamado así por el mitológico dragón de las aguas.

Diseñada para descender hasta los siete mil metros, la embarcación intentará bajar hasta los cinco mil metros este mes, durante una prueba de profundidad con la que espera alcanzar otro récord.

La zona elegida para la misión, que comenzó este 1 de julio y durará 47 días, es el Oceano Pacífico, donde se le realizarán varias comprobaciones al vehículo, que tomará fotos, filmará videos y recogerá muestras del fondo marino.

Jiaolong logró una marca histórica de tres mil 759 metros durante una prueba el año pasado con tres tripulantes a bordo.

Al completar su inmersión con éxito, transmitir la primera imagen del fondo marino a los 10 minutos, permanecer en ese lecho a cero flotabilidad por más de nueve horas y regresar a la superficie en una hora y veinte minutos, China cumplía una de sus grandes metas.

Previamente, la nave realizó 17 inmersiones en el Mar de China Meridional entre el 31 de mayo y el 18 de julio de 2010.

Junto al nuevo reto, se anunció además que la nación lanzará antes de concluir el 2011 su segundo satélite marítimo, el HY-2. Igualmente prevé comenzar a construir una base multifuncional en la provincia oriental de Shandong.

El objetivo de esta última será facilitar la investigación y la exploración de los océanos, a la vez que servirá como una estación de apoyo terrestre para Jiaolong.

China inició en 2000 sus estudios acerca de la factibilidad de la tecnología de aguas profundas. Dos años más tarde fue aprobado un proyecto de sumergible tripulado y en 2008 construyó su primer aparato de ese tipo, que transmitió imágenes y sonido.

Según expertos, la tecnología de sumergibles chinos es capaz de detectar submarinos, tomar muestras y realizar mediciones precisas con fines científicos. Otros usos incluyen la exploración de recursos valiosos.

Un interés común 

En el fondo marino yacen la historia de tiempos antiguos, piezas arqueológicas valiosas, tesoros perdidos por naufragios, organismos desconocidos de gran interés farmacológico o biotecnológico por las condiciones extremas en que viven.

Además, al igual que la corteza continental, la oceánica posee una infinidad de sustancias y elementos de múltiples aplicaciones.

Por ocupar el 71 por ciento de la superficie de la Tierra, los océanos son reconocidos como fuentes inagotables de materias primas.

Si a ello se une el interés de conocer más ese ecosistema para entender y predecir cómo responde a los diferentes cambios del clima, es indiscutible el creciente interés de muchos países por toda su geografía.

Así, conforme avanzaron las condiciones que favorecieron su exploración, se supo que la profundidad varía acorde al relieve, pero en general resulta escasa en comparación con la superficie.

Como promedio alcanza los tres mil 730 metros. La parte más profunda se encuentra en la Fosa de las Marianas, en el Océano Pacífico occidental, cerca de la isla de Guam, a 11 mil 33 metros bajo el nivel del mar.

A medida que se desciende las temperaturas disminuyen hasta sólo unos cuantos grados sobre cero y la presión aumenta enormemente. También la luz desaparece del todo a los tres mil pies.

Y, aunque hoy se sabe mucho más de toda la biodiversidad y características físicas, químicas, biológicas y geológicas de ese enigmático mundo, quedan muchas partes por conocer y preguntas por responder.

El anhelado sueño de conquistar el fondo marino no fue alcanzado hasta enero de 1960, cuando una nave tripulada descendió a este abismo, mediante un batiscafo (vehículo de inmersión profunda) llamado Trieste, invención del profesor suizo Auguste Piccard.

El sumergible, construido en Italia y comprado por Estados Unidos, fue capitaneado por el hijo, Jacques Piccard, y llegó hasta un cañón de la Fosa de las Marianas (Océano Pacífico), a 10 mil 916 metros.

Demoró cuatro horas el descenso y el ascenso igual tiempo, mientras que permaneció media hora en esa profundidad. Ningún sumergible ha vuelto a repetir tal proeza, ni siquiera los actuales, incapaces de descender a más de seis mil metros.

Se calcula que hasta hoy solo se ha explorado entre el dos y el cinco por ciento del territorio de mares y océanos del planeta.

El Jiaolong es el primer vehículo tripulado del mundo en la actualidad diseñado para descender a siete mil metros, por lo cual puede ser utilizado en el 99,8 por ciento del lecho marítimo. El por ciento restante pertenece a las partes de mayor profundidad oceánica.

Si todo sale bien este mes, se espera que en 2012 haga esa inmersión. Buen año para celebrar el gran éxito, si lo alcanza, por corresponderse con el del dragón -según su calendario-, animal legendario de su cultura relacionado con el agua en general, el poder y la sabiduría.

Agencias/SimaCaribe 2 jul 2011

Ballenas francas, un espectáculo natural

Llegaron las ballenas a Chubut y, como cada año, pueden verse decenas de magníficos ejemplares de la especie franca austral desde la costa de Puerto Madryn o a través de excursiones embarcadas en Puerto Pirámides. Los cetáceos arriban a la zona de Península Valdés para procrearse y parir a sus crías, dando lugar a un espectáculo natural que no se repite en otro lugar del mundo.

Península Valdés fue declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco en 1999. Se trata del Área Natural Protegida más importante de Chubut, y desde distintas partes del mundo llegan turistas para conocer este magnífico escenario y tomar contacto con la naturaleza en una experiencia única.

El 11 de junio comenzó la temporada de avistajes en Puerto Pirámides, la localidad de la península que concentra toda la actividad en torno a las ballenas. Desde allí zarpan las embarcaciones de las empresas prestadoras del servicio, que llevan a los visitantes a navegar las tranquilas aguas del Golfo Nuevo. La temporada se extiende hasta finales de diciembre.

El avistaje de ballenas se remonta a la década de los 70, siempre bajo estrictas reglas para brindar seguridad a los turistas y garantizar el buen trato de los apacibles gigantes. Los avistajes embarcados desde Puerto Pirámides son realizados por seis empresas, reguladas por la Subsecretaría de Turismo y Áreas Protegidas de la Provincia. Las embarcaciones tienen una capacidad máxima de 70 pasajeros, deben ser silenciosas y de motores sin aceite, para evitar la contaminación. La observación dura como mínimo 90 minutos, con media hora entre la salida de un barco y otro. A su vez, la velocidad de navegación no debe superar los 10 nudos y reducirse a cinco cerca del animal. Junto al avistamiento embarcado, en los últimos años fue surgiendo una nueva modalidad de observación desde la playa El Doradillo, a 13 kilómetros de Puerto Madryn. A pocos metros de la costa, cuando la marea está alta, los cetáceos realizan un verdadero espectáculo que sólo requiere una caminata frente al mar para verlos.

La ballena franca austral mide aproximadamente unos 14 metros y puede pesar hasta 50 toneladas. La gestación de estos mamíferos dura un año, y cada hembra da a luz sólo una cría por vez. La mansedumbre y la curiosidad de esta especie, junto con la experiencia y a la técnica desarrollada por los capitanes balleneros, convierten el avistaje de ballenas en Puerto Pirámides en uno de los más espectaculares del mundo, siendo el lugar de mayor concentración mundial de la ballena franca austral. Los turistas embarcados podrán ver cómo las ballenas se deslizan por debajo de la embarcación y se acercan de manera pacífica y amigable.

Agencias/SimaCaribe 2 jul 2011

El síndrome de Fukushima

El planeta está cambiando dramáticamente de manera “no natural”, ya no es el mismo que hace pocas décadas y su capacidad de cobijarnos también ha cambiado. En una enorme medida los cambios en la habitabilidad del planeta se han producido por la intervención de la civilización humana que particularmente durante el último siglo ha devastado la biósfera y la atmósfera eliminando miles de especies naturales, agotando los elementos de la vida en el planeta -incluidos el agua y el aire- y poniendo en peligro no solamente la vida de millones de especies sino la propia vida de la gente.

Los científicos afirman que la intervención humana en los cambios del planeta ha alcanzado una magnitud mayor a cualquier desastre natural producido por las propias fuerzas de la naturaleza. Un Estudio del Programa Internacional Geosfera - Biosfera (IGBP) del 2004 titulado El Cambio Global y el Sistema de la Tierra(Un Planeta bajo Presión) dice que: “Hasta hace muy poco en la historia de la Tierra, los seres humanos y sus actividades han sido una fuerza insignificante en la dinámica del Sistema de la Tierra. (pero que hoy…) La actividad humana iguala o supera la naturaleza en varios ciclos biogeoquímicos. El alcance de los impactos es global, ya sea a través de los flujos de los ciclos de la tierra o de los cambios acumulativos en sus estados. La velocidad de estos cambios está en el orden de décadas a siglos y no de siglos a milenios en referencia al ritmo de cambio comparable en la dinámica natural del Sistema de la Tierra”.

Los cambios globales son síntomas de la devastación

Pero cuando hablamos de la “intervención humana” así en general, pareciera que somos todos los que afectamos el planeta y esa visión estaría más cerca de una posición “neomalthusiana”, que explica esta problemática a partir del crecimiento de la población como determinante de la crisis global, olvidando mencionar las causas estructurales de la crisis, el modelo de producción y las formas de distribución de los bienes en el mundo que es totalmente desequilibrada e inequitativa y que, sin duda alguna, son las élites de norte y del sur quienes ejercen mayor presión en la devastación. Se olvida también que existen miles de culturas, miles de pueblos y millones de prácticas en el mundo que se contraponen a una visión depredadora, resguardando la vigencia y la memoria de prácticas sustentables basadas en el respeto de la diversidad biológica y ecológica, quizá con una potencialidad inimaginable para restaurar los equilibrios necesarios.

Los últimos sesenta años han sido, no sólo por confirmación empírica sino científica, los de “más rápida transformación de la relación humana con el mundo natural en la historia de la humanidad” con efectos tales como:

• Alteración dramática de la costa y el hábitat marino.

• Incremento significativo de las tasas de extinción de las especies terrestres y marinas.

• Mayor concentración de nitrógeno y metano en la atmósfera.

• Importantes pérdidas de la capa de ozono.

• Incremento inusual de la temperatura.

• Mayores frecuencias de grandes inundaciones y desastres naturales.

• Pérdidas significativas de bosques tropicales.

El cambio climático es quizá una de las crisis más emblemáticas de esta devastación pues incluye en sus conexiones todas aquellas razones estructurales que han llevado al planeta y a la humanidad a límites tanáticos.

Lo inaudito es que hay quienes ahora promueven el escepticismo acusando a las voces que vienen alertando desde la comunidad científica sobre esta situación casi de “terroristas”. No es casual por ejemplo que el movimiento del “Tea Party” de tendencia ultra conservadora en Estados Unidos haya promovido no solamente los recortes de los aportes económicos de este país al Panel Intergubernamental de Cambio Climático (PICC) y al ECOSOC, sino que buscan incluso una investigación a aquellos científicos que desde su país hayan estado difundiendo la idea de que la humanidad “está en peligro” por considerarla subversiva.

El oscurantismo es parte también de estos escenarios de cambios globales y urgencias de transformación.

La crisis global es multidimensional y tiene una relación directa con los modelos económicos, los sistemas de producción, las inequidades en las relaciones humanas y, particularmente, con los modelos y las matrices energéticas que responden de manera indiscriminada a las necesidades humanas, muchas de ellas creadas y dibujadas por la lógica del mercado y del sobreconsumo. El uso de la energía fósil, del carbón y de las supuestas alternativas energéticas, como la energía nuclear y los agrocombustibles se van constituyendo en los hoyos negros por los que la humanidad se podría despeñar.

Esta crisis nos lleva a cuestionar al capitalismo y al desarrollismo que se vio igualmente expresado en los modelos socialistas de principios del siglo pasado. En una dimensión temporal, también nos lleva también a mirar el colonialismo europeo que se impuso en el mundo hace cinco siglos y que permanece como el origen de una lógica de ocupación de territorios, de explotación inclemente de la naturaleza y, al mismo tiempo, de una usurpación sistemática de la sabiduría de los pueblos para trastornarla funcional a su monstruo devorador y alienante.

Estos sistemas no sólo son estructurales, económicos y productivos, sino que encuenttran en los valores y la cultura sus mayores anclajes, son sistemas de dominación culturales. Probablemente por ello pocas veces se escucha “las voces de la naturaleza”, incluidas las que vienen del propio cuerpo. El sistema y aquello que se denomina la “naturaleza humana” ha llevado también a que la memoria colectiva se haya vuelto algo así como una entidad mutante. Existen cientos, si no miles, de hechos que delatan esta crisis en el planeta, todas ellas nos afectan, nos conmueven, nos llegan a la médula, hasta nos hacen llorar… Pero las olvidamos, las trasladamos a los territorios del olvido colectivo y convivimos con la violencia, la injusticia, la muerte y la devastación.

¿Cómo cambiar un paradigma de vida dominante en el planeta no sólo apoyado en el sobreconsumo y la codicia de un vivir mejor a costa del dolor ajeno, sino también en una creciente tolerancia cultural a la devastación?

El síndrome de Fukushima

La tragedia de Japón irradiada desde Fukushima ha derivado en la pérdida de miles de vidas humanas, la desaparición de al menos una ciudad entera debido al terremoto y tsunami y la afectación a la central nuclear de Fukushima ocasionando explosiones en el núcleo de la misma con terribles consecuencias. Ello derivó en el cese de provisión de energía para más de seis millones de personas y el peligro inminente, pero encubierto, de graves efectos en salud de la población por la contaminación radiactiva. Los esfuerzos de la empresa TEPCO por mantener su imagen de eficiencia y control de la situación para mantener el negocio de vender y exportar energía nuclear a los países “menos desarrollados” se fueron derrumbando a través de la tragedia del pueblo japonés sometido a una agobiante desinformación y mensajes de salud pública contradictorios, y por la dramática situación de sus trabajadores inmolados en la absurda tarea de “controlar” el desborde ofrendando sus vidas.

Fukushima es uno de aquellos hechos que nos ha refrescado la memoria, por varias razones:

Primero, porque ha puesto en cuestión el principio que sostiene la lógica capitalista neoliberal y el desarrollismo: “Todo se puede reparar con dinero, ciencia y tecnología”, de que todo se tiene “bajo control”. Fukushima ha mostrado de manera dramática cómo ni toda la tecnología, ni el poco dinero que se ha invertido (porque siempre prevalece el principio del “ahorro”) ni los heroicos esfuerzos de técnicos y trabajadores han sido suficientes para parar la tragedia.

Segundo, porque ha validado las innumerables alertas que los activistas japoneses y de todo el mundo han manifestado en su lucha contra las centrales y la energía nucleares hace más de treinta años denunciando a las grandes corporaciones y los países desarrollados, que promueven la energía nuclear como energía alternativa limpia y sostenible, y que han promovido modelos de exportación y de dependencia de estas fuentes de energía; también nos ha recordado las decenas de accidentes nucleares algunso tan graves como el de Three Mile Island, en Pensilvania (EEUU) en 1979 y el de Chernobyl en 1986, una verdadera tragedia. Greenpeace advierte que la liberación de cesio-137 en Fukushima podría afectar la cadena alimentica durante trescientos años. Cada vez queda más claro que éstas son falsas soluciones que sólo aumentan el peligro para la humanidad en en un planeta que vive un contexto de cambios globales por lo que la vulnerabilidad se ha centuplicado.

Tercero, porque ha puesto en la mesa del debate nuevamente y con mucho dolor el tema de la energía en un sentido más amplio y todo aquello que debe hacerse y no hacerse para asegurar, no solamente el acceso a la energía, sino fundamentalmente cambiar los modelos hacia matrices más sostenibles y menos dañinas para la naturaleza y para la humanidad. Esto incluso puede remitir a aquellos postulados que aún muy tímidamente y en un plano más ideológico y retórico se va propugnando desde el Sur como es el “vivir bien”, que sugiere que los sistemas de producción y consumo deberían regirse por un principio de equilibrio con la naturaleza, reciprocidad y redistribución de los bienes entre los seres humanos de manera democrática, sostenible y modesta.

Cuarto, porque ha delatado un patrón muy generalizado del dominio neoliberal –o díríamos de cualquier poder económico- que es el de ocultar la verdad, maquillarla y vender el producto para consumo fácil y a “ojo cerrado”. Y éste es quizá uno de los temas más importantes porque tiene que ver precisamente con esa especie de fortaleza construida en torno al modelo neoliberal: que es la subjetividad y la cultura de la vida cotidiana.

El pueblo japonés ha estado sometido a informaciones contradictorias, atemporales, falsas. Da la impresión que hubieran estado en una maraña de verdades y mentiras como dos texturas mezcladas, asemejándose precisamente a la contaminación nuclear que funciona de esa misma manera: los expertos dicen que en el núcleo de un reactor nuclear hay más de cincuenta contaminantes radiactivos producidos a partir de la fusión del uranio (algunos de vida muy corta pero otros de vida extraordinariamente larga, de cientos de años). Éstos se pueden acumular en el ser humano porque su estructura es muy parecida a nuestra constitución biológica, a los elementos que utiliza nuestro organismo como el yodo o el calcio que se parece al estroncio, los elementos nucleares se asimilan en nuestro cuerpo y en los organismos vivos porque “se parecen” y son profundamente nocivos. Entonces, el cuerpo los asimila “creyendo” que son parte nuestra.

Es una paradoja que refleja igualmente la manera en que “creemos” que aquello que nos venden como desarrollo y bienestar es lo adecuado y nos acostumbramos a vivirlo sin mirar lo que está detrás, sin conocer los orígenes, los mecanismos, las injusticias y los daños que se cometen con ello.

Como en la tragedia de Fukushima, las corporaciones, las grandes potencias y los poderosos, saben lo que están provocando y eso no se se aplica solamente a la energía nuclear, sino también a las emisiones de gases de efecto invernadero, con la producción de agrocombustibles, con el uso indiscriminado de agrotóxicos, con la promoción del libre comercio o la promoción de la economía verde en sus diferentes expresiones, con la alteración de la vida a través de los organismos genéticamente modificados. Saben del daño que generan en el Sur global y a su propia gente, conocen los datos y sus consecuencias pero no dicen la verdad a sus pueblos.

En ese sentido, la tragedia de Fukushima es una verdadera metáfora de la crisis climática y medioambiental. Toda la humanidad está viviendo una especie de síndrome de Fukushima que marca cuán lejos podemos ir al olvidar el valor de la vida. Los poderosos saben de lo que se trata, pero prefieren cuidar los negocios y las alianzas para mantenerse en el poder, saben del peligro pero condenan a sus trabajadores a morir, saben que la muerte acecha pero maquillan la realidad y cambian las regulaciones de control. No respetan el derecho a la vida.

Siguiendo una vez más a Mahatma Gandhi quien decía que la lucha más importante es entre la Verdad y la No Violencia, los dilemas de la sociedad contemporánea contraponen la violencia y la Verdad. A estos principios de la búsqueda de la Verdad y la No violencia deberíamos añadir la necesidad de recuperar y mantener la Memoria como aquellos fundamentos necesarios para enfrentar los peligros del sistema y construir el futuro.

La confianza en el capital, en la tecnología y en el poder del ser humano sobre la naturaleza y sobre los más “débiles”, no son las claves para seguir habitando este planeta. Al parecer la Memoria –por lo tanto la lucha contra la impunidad-, la Verdad y la No violencia son los signos de la batalla por una transición hacia una sociedad restauradora del desastre, que está pugnando por nacer y cuyos gestores están hartos de ser víctimas del poder y del oprobio.

Estos principios, deberán ser sustentos indispensables de nuestro día a día por la transformación pues nos dicen que pesar del dolor, a pesar de la muerte sembrada por la codicia, a pesar de los desesperados intentos de vendernos todo (inclusive la verdad), es posible que la esperanza se exprese como una brizna verde atisbando desde los escombros.

Agencias/SimaCaribe 2 jul 2011

Investigadores chilenos logran reproducir en cautiverio el congrio negro

Hace un mes, científicos del Centro de Investigaciones Marinas Quintay (CIMARQ) de la Universidad Andrés Bello anunciaron que habían conseguido reproducir por primera vez especies de congrio colorado en cautiverio, un avance que podría cubrir la demanda de este producto en el mercado nacional, que ha visto disminuído de manera drástica su número de ejemplares, elevando el precio del producto.

Y ahora, este mismo centro anuncia que utilizando la misma tecnología pudieron criar con éxito en estanques al congrio negro, conocido científicamente como Genypterus maculatus y cuya primera cría fue bautizada con el nombre de "Sonia".

"Al igual que el caso del congrio colorado, las poblaciones de congrio negro se han reducido drásticamente debido a la sobrepesca”, explica Juan Manuel Estrada, biólogo marino y director del proyecto. 

Según indican en la Universidad Andrés Bello, el congrio negro se caracteriza por su piel con manchas que le dan su nombre científico "maculatus". Esta especie también destaca por tener menor tamaño y consistencia que el congrio colorado, además de ser muy sabroso debido a que contiene mayor cantidad de aminoácidos libres.

PRÓXIMO PROYECTO 

Como los investigadores utilizaron con éxito la misma tecnología ya desarrollada y probada en escala piloto para la reproducción del congrio colorado, esto indicaría que podría ser extrapolable para su aplicación en el congrio dorado (Genypterus blacodes), una especie que producto de su sobreexplotación, Chile sólo aporta 3.690 toneladas de las más de 30 mil que se extraen cada año a nivel mundial. Este pez tiene gran demanda en países como Portugal, España y Brasil.

Además, y a diferencia del congrio colorado y el congrio negro que son peces bentónicos (que viven exclusivamente en el fondo marino), el congrio dorado es una especie bentodemersal, es decir, se desplaza tanto en el fondo marino como en aguas profundas. Esto lo hace un candidato más apto para su cultivo en jaulas.

Agencias/SimaCaribe 2 jul 2011

Derretimiento de la capa polar provoca migraciones masivas

Se están produciendo vastas migraciones de especies marinas por el derretimiento del casquete polar ártico y la apertura de caminos nuevos entre los océanos. Especies que no habían sido vistas durante siglos, o más, cruzan ahora el Pacífico hacia el océano Atlántico norte a través de un nuevo Pasaje Noroeste, un fenómeno que los científicos advierten podría poner en peligro el ecosistema del Atlántico norte.

“Un cambio geográfico de esa naturaleza podría transformar la biodiversidad y el funcionamiento de los ecosistemas marinos del Ártico y del Atlántico norte”, pronostica la Fundación Sir Alister Hardy para la Ciencia Oceánica (SAHFOS), según informa TG Daily.

Luego de desaparecer del Atlántico norte hace 800.000 años, reapareció una especie minúscula de plancton, llamada Neodenticula seminae, que probablemente viajó desde el Pacífico hasta el océano Ártico. Esto representa “la primera evidencia de una migración transártica en los tiempos modernos”, dijo la SAHFOS.

El año pasado, a pesar de haber estado al borde de la extinción en el océano Atlántico a mediados de 1700, se observó una ballena gris del Pacífico en las costas de España e Israel, informa Associated Press.

Estos hallazgos se mencionan en un catálogo nuevo del proyecto de Investigación del Ecosistema Marino Europeo y el Cambio Climático (CLAMER), en el que 17 institutos colaboran en estudios sobre el cambio climático y los océanos en 10 países europeos. Este trabajo combina los resultados de casi 300 proyectos de investigación sobre el cambio climático financiados por la Unión Europea (UE) durante 13 años.

“Las migraciones son un ejemplo de cómo las condiciones cambiantes del clima provocan que las especies migren o modifiquen su comportamiento, lo que se traduce en cambios en los ecosistemas, que ya son visibles hoy en día”, explica Carlo Heip, director general del Instituto Real de Holanda para la Investigación NIOZ, que lidera el proyecto CLAMER.

Mientras documenta el cambio en el fitoplancton a través del Estudio Permanente del Registro de Plancton –el estudio de biología marina más extenso geográficamente y prolongado que se haya realizado-, el SAHFOS halló que las poblaciones de unos animales diminutos llamados copépodos también están cambiando, lo que pone en peligro el suministro de alimento de peces como el bacalao, el arenque, la caballa y sus depredadores.



A medida que avanza el cambio climático y aumentan las temperaturas de las aguas del Atlántico y del Mar del Norte, el copépodo Calanus finmarchicus está siendo reemplazado por una variedad más pequeña y menos nutritiva. Los investigadores creen que esta situación provocó el colapso de determinados stocks de peces.

“Lo más importante del cambio climático es el ritmo con el que suceden los cambios en este momento. Tuvimos cambios, tuvimos calentamiento, tuvimos enfriamiento, tuvimos las eras glaciales, pero siempre fue más lento de lo que sucede en la actualidad”, dijo a CBS News Katja Philippart, bióloga marina del Instituto Real de Holanda y coordinadora de CLAMER. “Es un ritmo sin precedentes.”

Entre otras muchas especies que se están trasladando hacia el Norte, la marsopa migró del sector norte del Mar del Norte cuando elsandeel, un pez pequeño que es su presa preferida, se trasladó hacia el Norte.

“Los pronósticos de que aumentarán las temperaturas y que amainarán los vientos en el Mar del Norte hacen que sea probable que estas especies sean más abundantes y que se trasladen hacia el Norte”, dijeron los científicos del Instituto Holandés de Ecología (NIOO). “Esto afectará la cadena alimentaria del Mar del Norte y, por lo tanto, a las especies comerciales por la depredación de los juveniles y la competencia por el alimento.”

Agencias/SimaCaribe 2 jul 2011

Perú: especies marinas en peligro por sobrepesca


Así lo revela impactante documental "Un mundo sin peces", filme se verá en el Perú este 5 de julio en la sala 6 de multicines UVK en Larco Mar a las 12:30 pm. La Bióloga peruana Patricia Majluf asume defensa de nuestra anchoveta.

El filme tiene como principales puntos la sobrepesca, la caza indiscriminada de varias especies, así como sus terribles consecuencias, siendo una de ellas la extinción del pescado y el marisco en el 2048, anunciada por especialistas.

La película muestra un recorrido por el Estrecho de Gibraltar, las costas de Senegal y de Alaska, llegando hasta Tokio. Allí se expone el peligro que corren especies como el atún rojo y el tiburón.

También se revela la poca importancia que le dan a este problema las grandes industrias pesqueras del mundo, muchas de ellas ejecutoras de la llamada pesca de arrastre.

Esta técnica consiste en pescar “todo lo que esté al alcance, como peces, cangrejos, algas, etc., sin reparar en el daño que se hace al ecosistema”, explicó la reconocida bióloga peruana Patricia Majluf.

Añadió que el 95 % de lo obtenido en la pesca de arrastre es desechado. “Por ejemplo, si quieren merluzas, entonces escogen estas de lo recolectado y botan el resto”, precisó la especialista.

También refirió que en el documental pone al Perú como un ejemplo a seguir. “Ven con admiración cómo nuestra gastronomía promueve la valorización y cuidado de nuestra anchoveta”.

Agencias/SimaCaribe 2 jul 2011

Información científica e histórica de reserva de Paracas será mostrada en centro de interpretación

Información sobre los valores históricos, geológicos, paleontológicos, oceanográficos, biológicos y socioeconómicos de las 335 mil hectáreas que protege la reserva nacional de Paracas (RNP), ubicada en la provincia iqueña de Pisco, será presentada en su moderno centro de interpretación que será inaugurado este domingo.

El Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) informó que el centro de interpretación será inaugurado por el ministro del Ambiente, Antonio Brack Egg; y el embajador de España en Perú, Javier Sandomingo Núñez.

El proyecto “Remodelación, ampliación, museografía y equipamiento del centro de interpretación de la reserva nacional de Paracas" se llevó a cabo gracias a la contribución de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

La inversión total fue de dos millones de nuevos soles, la cual permitió la construcción de un subsistema de distribución subterránea de media tensión en 10KV y una planta de tratamiento de agua.

El recorrido por el centro de interpretación se inicia con la proyección de un video introductorio sobre la RNP y continúa con la primera sala de exhibición donde se aprecia información sobre la historia de Pisco, el proceso de creación de la reserva, la geología de la zona con una explicación de los colores del desierto de Paracas que tanto llaman la atención de los visitantes.

Asimismo, se brindará información sobre los restos fósiles hallados dentro de la reserva, los tipos de hábitats terrestres y submarinos que alberga el área natural protegida y las especies de fauna y flora silvestre asociados a ellos.

Agencias/SimaCaribe 2 jul 2011

El océano Pacífico espera a la nadadora Selina Moreno

No hay mar que se le resista. La nadadora gandiense, Selina Moreno ya está pensando en un nuevo reto, tan sólo una semana después de terminar la travesía de 52 kilómetros por la isla neoyorkina de Manhattan. La incansable y luchadora nadadora de larga distancia, que llegó ayer a su ciudad natal, aprovechó para contar su sueño: alzarse con la Triple Corona, un desafío jamás conseguido por ningún español.
Esta competición consiste en lograr tres cruces a nado, en aguas abiertas, por distintos puntos del mundo: Manhattan (Nueva York), el Canal de la Mancha (Inglaterra y Francia) y el Canal de Santa Catalina (California del Sur). De estas tres travesías, Moreno ya ha conseguido recorrer la isla neoyorkina y el Canal de la Mancha, por lo que sólo le queda visitar el Pacífico.
De este modo, el Canal de Santa Catalina acogerá a la nadadora, el próximo año, en una travesía de más de 40 km. Moreno saldrá desde la Isla de Santa Catalina (Pacífico) hasta llegar al continente americano de Los Ángeles: «es un recorrido muy duro, hay muchas corrientes y las temperaturas son bajas, factor que dificulta su trayecto», señaló la nadadora gandiense acompañada por el alcalde de la ciudad, Arturo Torró.
El edil apoyó a la deportista de larga distancia en su nuevo reto y recordó que Gandia «se siente muy orgullosa de tener a profesionales del deporte, tan luchadores como Selina, que pasean el nombre de la ciudad por todo el mundo». Cabe recordar que hace dos años, Selina atravesó a nado los 32 km del Canal de la Mancha y hace apenas una semana dio la vuelta al principal barrio de Nueva York en 8 horas y 40 minutos, consiguiendo el puesto 17 de la categoría general.

Agencias/SimaCaribe 2 jul 2011