domingo, 2 de octubre de 2011

Tiburón blanco, de estrella de cine a caldo de sopa

Hace 16 millones de años que habita en el planeta, pero el tiburón blanco es hoy una más en la larga lista de especies amenazadas que podrían acabar por desaparecer antes de llegar a conocerlas. Famosos en la gran pantalla, por el inolvidable filme y sus secuelas, de Steven Spielberg, estos feroces animales de tamaño descomunal son una parte importante de las muchas víctimas que cada año hay entre un género masacrado por una sopa o un insignificante colgante con uno de sus muchos dientes.

La debacle no sólo afecta a estos escualos. Un reciente estudio refleja el grave problema de pesca al que se enfrentan también otras especies de tiburones en la Gran Barrera de Coral australiana, y en general su declive en todos los océanos del mundo. Según publican en 'PLos ONE' los biólogos Mizue Hisano, Sean Connolly y William Robbins, de la Universidad de Cook, en medio siglo las poblaciones han caído en picado debido a la sobrepesca.
Connolly reconoce que es complicado tener cifras concretas sobre cuántos quedan, pero, como dice el biólogo, basta acercarse a las industrias pesqueras para saber que su situación es nefasta. El 75% de la pesca es ilegal, aunque ni siquiera es perseguida en sus países de origen. Tampoco se informa de capturas erróneas. Sencillamente se tiran al mar, ya muertos. ¿Cómo saber entonces cuantos quedan?

Estimaciones de población

Según los investigadores australianos, una alternativa es estimar cómo crecen, sus nacimientos y sus tasas de mortalidad, de forma que se pueda calcular sus poblaciones. Los dos primeros datos son relativamente fáciles de conseguir, pero no el último. Ante esta dificultad, el equipo desarrolló modelos estadísticos en dos subespecies: el tiburón gris y el gran tiburón blanco.
Pese a diferentes combinaciones de datos, el resultado fue siempre el mismo: los tiburones están disminuyendo en todos los océanos, pero si se protegieran podrían recuperarse sus poblaciones.
El problema es que estamos lejos de conseguirlo. En Tailandia, donde cada vez son menos los escualos que se ven, la sopa de aleta de tiburón continúa siendo un manjar habitual en los mejores restaurantes. Según la ONG tailandesa The Dive Tribes, la flota pesquera de este país cada año captura unas 22.000 toneladas de tiburones para abastecer su mercado interno y exportar a China. Con la subida del nivel de vida en este país, ahora son millones los que demandan un producto que antes sólo ingería una minoría.
En otras regiones los peligros son diferentes. En la costa de Sudáfrica, donde acuden los famosos de Hollywood a sumergirse con el gran tiburón blanco (algunos alcanzan los siete metros de largo), muchos acaban en las redes tan sólo porque sus dientes se han puesto de moda como colgantes. Así lo afirma Sara Andreotti, una joven bióloga marina italiana que trabaja en una empresa cerca de Hermanus (Sudáfrica).
Andreotti prepara una exhaustiva investigación sobre el comportamiento y la genética de los tiburones blancos, en un proyecto de la Universidad de Stellenbosch, mientras trabaja en una empresa de submarinismo con escualos.

Estudio genético en marcha

Mientras audaces turistas se meten en jaulas para observar a escasos centímetros las potentes mandíbulas de estos carnívoros marinos, Andreotti toma muestras del ADN de los numerosos ejemplares que se acercan a las barcas, atraídos por cebos. También les fotografía su aleta, cuyo perfil es su huella dactilar. "En dos años he logrado un censo de 375 y de 200 tengo muestras genéticas. Según mis cálculos en toda la costa del sur de África no quedarán más de 400, y aún siguen asesinándolos", señalaba hace unos días a ELMUNDO.es, en la sede de la empresa Shark Dive Unlimited.
Su fundador, Mike Rutzen 'Sharkman' (el 'hombre tiburón') es conocido por su participación en infinidad de documentales en los que bucea e interactúa entre estos gigantes del mar. Y sigue dedicándose a dar a conocer su brutal belleza con la posibilidad de sumergirse, dentro de una jaula para evitar accidentes, y observar de cerca su poderosa mandíbula.
Durante la salida de ese día, Andreotti pudo ver a un ejemplar que no se acercaba por esta costa desde 2009. Medía un metro más: un total, de 4,7 metros de largo. Pendiente de publicar sus investigaciones, que aún durarán años, la bióloga insiste en el mensaje de sus colegas: hay que protegerlos, porque puede llegar el día en que después de tantos millones de años, pasen a la historia.

Agencias/SimaCaribe 1 oct 2011

Tailandia, en problemas por la demanda china de tiburones para hacer sopa de aleta

La presencia de escualos en el mar de Tailandia atrae a millones de turistas para hacer submarinismo.

El número de tiburones ha disminuido considerablemente en los últimos años.
Su desaparición puede provocar una "catástrofe" natural.

La amplia demanda china por las aletas de estos animales no contribuye a evitar su posible peligro de extinción.  

En el barrio chino de Bangkok, muchos restaurantes ofrecen a los comensales la apreciada sopa de aleta de tiburón sin importar la precaria situación de los escualos en el mar de Tailandia, una importante fuente de ingresos que atrae a submarinistas de todo el mundo.
"Desde hace doce años, el número de tiburones en los arrecifes tailandeses ha disminuido notablemente", afirma Gwyn Mills, fundador del grupo para la defensa de estos animales The Dive Tribes.
Tailandia captura cerca de 22.000 toneladas de tiburones al año, cada año miles de turistas de todo el mundo viajan a Tailandia con el objetivo de sacarse el certificado de buceo en mar abierto, una importante fuente de ingresos para el país asiático.
Islas del sur como Koh Tao, Koh Samui o Koh Phangan son el reclamo perfecto para estos aventureros, aunque el número está en claro descenso porque los buzos "buscan estimulantes inmersiones con tiburones" y al no recibir garantías prefieren desplazase a otros países de la zona que sí las ofrecen.
La desaparición de los tiburones de los arrecifes también supone un desequilibrio en el balance natural que puede desembocar en una "catástrofe", aseguran desde la organización.
"Estos animales se alimentan de pequeños peces que, en su mayoría, comen el plancton, productor del 70% del oxígeno mundial. Así han mantenido el equilibrio durante 420 millones de años", explica Mills.
La flota tailandesa tiene un volumen de captura cercano a las 22.000 toneladas de tiburones al año para abastecer a su mercado interno y exportar a China, una cantidad que logrará "extinguir" a estos animales de las costas de Tailandia, según la citada ONG.
La sopa de aleta ha pasado de ser algo exclusivo a estar al alcance de casi toda la población chinaA pesar de que la Organización Mundial de la Salud ha avisado sobre el excesivo nivel de mercurio que posee la carne de los tiburones, la sopa de aleta mantiene su puesto privilegiado entre los manjares de la cocina China.
"No conozco a nadie que se haya muerto por comer tiburón", indica Wan, una cocinera de un restaurante ubicado en el barrio de Yawaorat, conocido por ser el 'Chinatown' de la metrópoli tailandesa.
Con el crecimiento de la clase media china, lo que antes era un manjar exclusivo para el emperador y las clases más pudientes se ha convertido en un capricho al alcance de millones.

Nula protección sobre los escualos

Sin embargo, rostros famosos como el magnate británico Richard Branson o el exjugador chino de la NBA Yao Ming han iniciado hace unos días una campaña para concienciar a la población sobre los problemas derivados del consumo de la sopa de aleta de tiburón.
"Pocas personas conocen la importancia de los tiburones para mantener el balance ecológico", afirmó Ming durante la presentación de la campaña en Shanghái (China), y destacó la "crueldad" del proceso para arrancar la aleta a estos animales.
Famosos como Yao Ming han lanzado campañas de concienciación sobre los peligros del consumo de productos derivados de los tiburones. El pasado 3 de septiembre, The Dive Tribe organizó la puesta en libertad de 60 tiburones que fueron comprados en varios puertos, tiendas de mascotas y restaurantes de Tailandia para evitar que terminaran en las cazuelas de los restaurantes.
"La idea de la liberación es para llamar la atención de las autoridades públicas sobre el problema del país ante la desaparición de estos animales acuáticos", advierte Mills.
La organización pretende elevar una petición al ministerio de Medio Ambiente en Tailandia acompañada de 5.000 firmas con el objetivo de promover una ley que proteja a los tiburones dentro de las aguas del país.
Más de 104 millones de tiburones son capturados cada año en todo el mundo, de los cuales 78 millones son atrapados sólo por su aleta y devueltos al mar una vez que ésta ha sido cortada, donde mueren desangrados, según datos del grupo pro ambiental WildAid.
Países como Chile, Honduras o Bahamas, algunos estados de Canadá y Estados Unidos y varias islas-estado del pacífico tiene leyes que prohíben la venta, posesión y distribución de los productos derivados del tiburón.
Varias especies de escualos, incluidos el tiburón ballena, el blanco y el martillo, están en peligro de extinción, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

Agencias/SimaCaribe 1 oct 2011
     

Mayor protección a once nuevas especies marinas

Hace unos meses descubrimos que cerca del 8% de la fauna marina del Mar Mediterráneo se encontraba al borde de la extinción. Que 43 tipos de especies marinas que habitan este mar podrían desaparecer en unos años, sobre todo diferentes clases de tiburones y rayas.  Eran datos de un estudio difundido por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Unos datos que demostraban la necesidad inmediata de cambiar o empezar por frenar una situación tan preocupante como ésta. Por eso es importante la nueva iniciativa del Ministerio de Medio Ambiente. Once especies amenazadas de rayas, tiburones, algas y esponjas han sido incluidas en el Listado de Especies en Régimen de Protección Especial.
Algunas de estas especies sobreviven en peligro crítico según considera la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), pero sin embargo aún no se han incorporado al Catálogo Español de Especies Amenazadas, sino únicamente al Listado. De esta forma, sólo está prohibido causarlas algún daño o su muerte, sin contemplar aún el desarrollo de planes de gestión para contribuir a su estudio y recuperación.
Aún queda camino por recorrer para conseguir que especies como el Cerdo Marino, el Pez Sierra, el Angelote o la Cytoseira consigan una protección plena. Oceana, organización internacional centrada en la conservación de los océanos, reclama que se añadan un mayor número de especies como por ejemplo los corales.
Esperamos que esta iniciativa sea la precursora de un gran plan que abogue por la recuperación de las especies marinas.

Agencias/SimaCaribe 1 oct 2011

Niños se asombraron con pulpos y otras especies marinas en Hatchery de la UACh

16 alumnos del Taller de Explora del Colegio Betesda participaron de una visita al Hatchery de la Universidad Austral de Chile, sede Puerto Montt, actividad organizada por el Centro de Investigación y Desarrollo CIEN Austral.
Un grupo de 16 estudiantes de sexto básico del Colegio Cristiano Betesda visitó el Hatchery de la Universidad Austral de Chile, sede Puerto Montt, actividad organizada por el Centro de Investigación y Desarrollo CIEN Austral en conjunto con la Coordinación Regional Explora Los Lagos y la UACh.
Los alumnos participan activamente de un taller de ciencia dictado por Explora, por lo que la visita al Hatchery –efectuada durante la mañana del miércoles 28 de septiembre- sirvió para ver en terreno lo estudiado en los libros.
Eliana Soto, profesora del establecimiento y coordinadora del taller, manifestó que “fue una muy buena experiencia, ya que los niños estaban muy entusiasmados al poder ver y tocar especies que muchas veces sólo conocen a través de los libros, como los pulpos. Además aprendieron sobre la alimentación y las diferencias entre moluscos de la zona. Estas salidas son fundamentales tanto para los niños, como para nosotros los profesores, y agradecemos el apoyo de las instituciones que nos invitaron al recorrido”.
Por su parte, el alumno de quinto básico Alex Gutiérrez, dijo que “ha sido muy buena la visita y vimos hartas especies que no conocíamos en vivo”. Su compañero Raúl Núñez, agregó que “el animal que más me llamó la atención fue la centolla, por su caparazón con alfileres”.
Las visitas al Hatchery de la UACh, sede Puerto Montt, por parte de establecimientos de enseñanza básica y media de la zona sur, son frecuentes durante el año y es una de las maneras en que los investigadores del Instituto de Acuicultura y del CIEN Austral difunden la ciencia y nuestra diversidad marina entre la comunidad.

Agencias/SimaCaribe 1 oct 2011