lunes, 11 de julio de 2011

¿Como navegar en el mar que no se ve?

Xavier Mandicó es ciego desde hace dos décadas y windsurfista desde hace 4 años. Él ha creado un método que acerca los deportes náuticos a los invidentes.

Si en su orilla cierras los ojos, seguirás viendo el mar. La brisa, el salitre y la fuerza del Mediterráneo va más allá del sentido de la vista. Está ahí, se mira aunque no se vea. Y así hasta se navega. Lo hace Xavier Mandicó sobre su tabla de windsurf desde hace más de cuatro años. Él, que hace dos décadas que es ciego.

"Me quedo entusiasmado mirando lo que no veo", dice Mandicó, fisioterapeuta de profesión que ha ideado un método para la práctica adaptada del windsurf y otros deportes náuticos entre los invidentes. La clave de su programa VADID (Vela Adaptada a Discapacitados Visuales), dice, es que se "cambia la actitud de las personas, se modifican sus patrones y se mejora su vida cotidiana". Un método que acerca a los ciegos al mar.

Con la ayuda de un monitor y de mecanismos de radiofrecuencia,el mar no tiene barreras. "En él me siento libre, autónomo e independiente", dice Mandicó, que este fin de semana ha viajado hasta Mallorca para demostrar en persona cómo poner en práctica su método sobre una tabla de windsurf. La exhibición (y su conferencia en la sede de la ONCE en Palma) ha tenido lugar en la Bahía de Alcúdia, en la sede de la empresa del sector Water Sports Mallorca, que pretende incorporar entre sus servicios los deportes adaptados.

"Impartimos clases en seis lenguas, era el único idioma que nos faltaba", dice el empresario Marc Álvarez mientras explica que quería ponerse "un reto y ayudar a otras personas a conseguir los suyos propios".

Álvarez también se ha vendado los ojos durante la exhibición de Mandicó en Alcúdia, para "experimentar el cambio de sensaciones y perspectiva". Él, que lleva 24 años impartiendo clases de vela, se emociona con este"nuevo lenguaje" que hoy ha aprendido.

Mandicó habla de la Bahía de Alcúdia como de un "lugar cuatro estrellas Michelin para los discapacitados visuales, por espacio físico, por el viento y por la seguridad". Él, ese mar que "mira sin ver" y ese deporte náutico que visualiza como "una terapia de rehabilitación psicológica y psicomotriz".

Con su sistema de radiofrecuencia y en ocasiones tan solo con un GPS, Mandicó goza "de total libertad" a bordo de su tabla. A veces hasta la comparte con su perro guia americano, llamado MAKA, que significa ojos en hawaiano. Su ayudante fiel que le sigue siempre, tanto en tierra firme como en el mar.

Desde la Estación Náutica de Alcúdia- Mallorca, organización a la que pertenece la empresa a quien corresponde la iniciativa, opinan que la iniciativa "es un ejemplo de superespecialización de destino y que la Bahía de Alcúdia es un espacio turístico exponente en la integración de servicios adaptados de tipo Turístico Náutico".

Agencias/simaCaribe 11 jul 2011

Primeras fotografías que muestran a un pez usando la piedra como herramienta

Mientras exploraba la Gran Barrera de Coral de Australia, el buzo profesional Scott Gardner escuchó un sonido extraño entre las grietas y nadó hasta el sonido para investigar. Lo que encontró fue un pez Tuskfish ( Choerodon schoenleinii ) con una almeja en la boca, golpeándola contra una roca. Pronto la almeja cedió, y los peces engulleron los bivalvos, escupiendo los fragmentos de conchas. Afortunadamente, Gardner tenía una cámara a mano y realizó lo que parecen ser las primeras fotografías de un pez salvaje usando una herramienta.

El uso de herramientas, que se piensa es el sello distintivo de la inteligencia humana, ha sido identificado en una gran variedad de animales en las últimas décadas.

También los monos capuchinos seleccionan rocas de un material apropiado y peso para romper semillas abiertas, frutas o frutos secos utilizando como yunque a las rocas, y cuervos de Nueva Caledonia usan ramitas de hierba, hojas y tiras para sondear y extraer insectos. Además de en primates y aves, muchos animales, incluyendo a los delfines, los elefantes, las ratas topo e incluso pulpos, han demostrado parecidas formas de la conducta.

El Tuskfish captado por la cámara era claramente muy hábil en su tarea, dice Brown. Un puñado de conchas trituradas alrededor de su roca yunque demuestra que es una conducta habitual. De hecho, numerosos concheros son visibles alrededor de los arrecifes. “Mi sensación es que si salimos realmente a observarlos, vamos a ver que esta conducta es habitual.” dice Brown.

“Me encantó”, dice el etólogo Michael Kuba, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, al constatar este hecho. El año pasado, Kuba, y dos colegas documentaron en un laboratorio como las rayas formaban de chorros de agua con su cuerpo para eliminar la comida de un tubo. Sin embargo, la entrada de objetos externos, como las rocas son más difíciles de descartar como herramientas que los chorros de agua, dice Kuba, y ejemplos de la vida salvaje evita dudas acerca de si un comportamiento provocado en el laboratorio o es “natural”.

La primatóloga Elisabetta Visalberghi del Instituto de Ciencias Cognitivas y Tecnologías en Roma está menos convencida. Visalberghi, que documentó a monos blandiendo rocas, se adhiere a una definición más estricta del uso de herramientas que requieren que el animal agarre la herramienta, en este caso una.

“La forma de utilizar la herramienta descrita es poco exigente cognitivamente. A menudo se le define como el uso de proto-herramienta, porque el objeto que se utiliza para abrir la carcasa sigue estando fijado a una superficie, y no está portada por el usuario como las herramientas de piedra utilizadas para abrir nueces por los chimpancés o los monos capuchinos “, escribe en un e-mail.

Gaviotas dejando caer mariscos en superficies duras para abrilas o ratas de laboratorio empujando palancas para obtener recompensas se uniría con el pez tuskfish en la categoría de proto-herramienta.

Brown sostiene que no es lógico aplicar las mismas reglas para los peces como las que se aplican a los primates o aves. Por un lado, los peces no tienen nada más que la boca para manipular herramientas, y por otro, el agua presenta diferentes limitaciones físicas que el aire. “Uno de los problemas con la definición del uso de herramientas en su estado actual es que es totalmente escrito para los primates”, dice.

“No se puede pivotar un martillo con eficacia bajo el agua.”

Agencias/SimaCaribe 11 jul 2011

Consecuencias de la contaminación ambiental "Concentración de tóxicos en la leche materna"

La contaminación ambiental provoca mayor concentración de tóxicos en la leche materna, que se trasmite a los hijos durante la lactancia y puede provocar una baja concentración de espermatozoides en el esperma de los varones, según el estudio realizado por el Instituto Marquès y el CSIC.

La jefa de Reproducción Asistida del Instituto Marquès, Marisa López-Teijón, ha asegurado que el trabajo "refuerza la hipótesis de que los tóxicos ambientales transmitidos de madre a hijo durante el embarazo y la lactancia pueden ser una de las claves de la infertilidad masculina".

Para realizar el estudio, que mañana se publicará en la Revista Internacional de Andrología, los investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han medido las concentraciones de 38 compuestos químicos en 68 muestras de leche materna de 34 mujeres catalanas y 34 gallegas.

El resultado señala que las mujeres catalanas tienen un nivel de tóxicos acumulados en la leche cuatro veces mayor que las gallegas.

"En el estudio se aprecia una diferencia clara entre estas dos poblaciones, que relacionamos con la mayor industrialización en Cataluña y con ciertos hábitos de vida como la ingesta de alimentos envasados", según el subdirector del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA) del CSIC, Damià Barceló.

Algunos de los tóxicos analizados poseen propiedades disruptoras endocrinas, es decir, son sustancias químicas que en el organismo humano actúan como hormonas femeninas y pueden provocar bajas concentraciones de espermatozoides en el semen, malformaciones genitales y daño testicular, según el estudio.

Estas sustancias se acumulan en medios grasos, por lo que la concentración en la leche materna es mayor que en otras zonas del organismo.
«Sigue siendo recomendable dar el pecho»

No obstante, Marisa López-Teijón ha apuntado que "sigue siendo recomendable dar el pechoporque aporta defensas inmunológicas".

"Estamos preocupados por el deterioro del esperma, pero la solución no pasa por que las mujeres dejen de dar de mamar, sino por evitar la exposición a sustancias tóxicas", ha añadido.

Una de las sustancias analizadas son los bifenilos policlorados, un contaminante cuyo uso está prohibido en casi todo el mundo, pero que fue muy utilizado durante el siglo XX en el sector eléctrico y agroquímico y todavía se encuentra en las aguas y sedimentos.

Otro grupo de sustancias analizadas son los pesticidas organoclorados, que se utilizan para eliminar plagas, son persistentes y pueden ser arrastrados a largas distancias por las corrientes atmosféricas, marinas o de agua dulce.

El tercer grupo lo integran los retardantes de llama en plásticos y espumas, cuyo uso se prohibió en los años 80, pero se encuentra ampliamente extendido en el aire, polvo de interiores, sedimentos, peces de agua dulce, huevos de aves y animales marinos.
Zonas de desarrollo industrial

"La presencia de estos tóxicos en la leche materna es mucho mayor en las mujeres catalanas que en las gallegas, porque Cataluña es una zona con un desarrollo industrial sostenidodurante los últimos años y un nivel de contaminación mayor que Galicia", según López-Teijón.

"El bajo nivel de concentración de esperma es un problema grave de salud pública, porque en España es la causa principal de esterilidad masculina".

Agencias/SimaCaribe 11 jul 2011

Matemática para las ballenas

Rocío Prieto estudia la población de cetáceos a través de sus cantos.

Las ballenas son los animales más grandes del mundo, tal es así que algunos ejemplares duplican en longitud y peso a los dinosaurios. Su canto puede llegar a durar unos 30 minutos y cada especie y cada individuo de esa raza emite una musicalidad diferente.
Por el momento, y según el investigador francés de Bioacústica de la Universidad París Sur, Olivier Adam, estos animales además de estar protegidos son uno de los principales termómetros mediante los que se puede diagnosticar el calentamiento global del planeta y su forma de comunicarse, es decir su canto, puede determinar diversas variables como el estado de las aguas. ¿Pero qué ocurriría si ese canto fuera trasladado a un modelo matemático que sirviera para identificar el número de individuos y colonias de las más de ochenta clases de cetáceos que existen en los diferentes mares y océanos?. Que se podría decir que en el archipiélago subantártico de Crozet el número de ballenas azules es inferior a diez.
Aunque pueda parecer algo paradójico, sencillo o hipotético, a simple vista, no lo es. La encargada de desarrollar este modelo matemático a través del trova de las ballenas, belugas, orcas y cachalotes, entre otros muchos, ha sido una estudiante vallisoletana de 27 años, Rocío Prieto González, quien el pasado martes mostró en el Centro de Tordesillas de Relaciones con Iberoamérica (entidad dependiente de la Universidad de Valladolid) los avances científicos en su tesis doctoral, cuyo objetivo principal es el de estimar la densidad de poblaciones de cetáceos, utilizando los cantos que estos emiten.
Rocío siempre estuvo muy vinculada con el agua y desde que tenía muy corta edad aseguraba a todo el mundo que ella trabajaría con ballenas. Algo que viviendo en Valladolid es improbable, ya que la fauna y flora acuática se reduce a carpas y microorganismos de río.
Cuando realizó Selectividad no sabía muy bien qué carrera escoger pero al final se decidió por matemáticas. «Yo a todo el mundo que me preguntaba les decía que quería trabajar con delfines y ballenas y claro la gente me miraba con cara de decir 'esta chica se ha confundido de carrera y no está muy bien'».
Tras licenciarse hace algo más de tres años y ver que no tenía muy definido su futuro, decidió tomarse un verano sabático para pensar cuál sería el rumbo de su vida una vez finalizado su periodo universitario. «Me fui a Francia unos días a ver a unos amigos y allí fue donde me enteré de que un profesor de la Universidad Sur de París trabajaba con cetáceos», explica Rocío, quien no perdió ni un solo segundo en enviar su 'curriculum vitae' y una carta de motivación donde explicaba por qué quería trabajar con el experto.
Una vez aceptada y con tema de tesis estipulado, Rocio regresó a Valladolid donde se pasó el primer año lectivo de su doctorado (2008-2009) buscando financiación. «Aspiré a más de once becas y cuando pensaba que ya no tenía financiación para poner en marcha mi investigación sobre los cantos y los cetáceos me concedieron una ayuda de La Caixa que me posibilitó iniciar el trabajo de campo», precisa la joven.
Ni los más de 7.000 kilómetros que separan la pequeña isla de Guadalupe ( Guayana Francesa) de su casa en Parquesol, ni los mosquitos e insectos de tamaños espectaculares pudieron hacer que Rocío desistiera en su empeño de intentar traducir el canto de las ballenas en una fórmula que las contabilizara. «El primer año de la tesis me fui cinco meses a Guadalupe, donde mi codirector de tesis, Olivier Adam, estaba realizando varias investigaciones», añade Rocío, quien agrega que «en Guadalupe hay una gran biodiversidad, ya que de las más de 80 especies de cetáceos se encuentran representadas un total de 23 y, además, se está construyendo un observatorio marino». Durante casi medio año, Rocío, que estaba integrada en el equipo de biología marina, aprovechó la experiencia para realizar la captación de los sonidos. «Allí hice mucho trabajo de campo, con salidas al mar de cinco horas en las que tomábamos datos con las técnicas que utilizamos en las misiones científicas», comenta.
A 6.000 millas
El sistema era salir a alta mar y bajar a unos 300 o 400 metros de profundidad un hidrófono con el que se grababa la frecuencia a la que los animales emitían sus cantos. «Las especies que emiten a bajas frecuencias se pueden captar a muy larga distancia, a 5.000 o 6.000 millas», precisa Rocío. Por el momento, esta doctoranda aún no está trabajando con los datos de Guadalupe, pero para desarrollar su modelo ha utilizado las mediciones de otra tesis grabadas en el archipiélago subantártico de Crozet, donde el Gobierno francés puede utilizar mediante un convenio la información de una de las ocho estaciones del sistema internacional de vigilancia (MIS), cuyo objetivo es detectar explosiones nucleares.

Con un año entero de grabaciones, Rocío ha desarrollado un sistema de conteo para saber el número de cantos. Una vez que tiene estipulado el tiempo en el que llegan esos cantos, la matemática pasa la data a un modelo espacio-temporal denominado 'poisson' (pez en francés). «Los modelos de 'poisson' se adaptan muy bien a los sistemas de conteo, entonces, como los cantos en total que vamos a obtener van a ser la suma de los cantos producidos por cada ballena, nosotros estimamos con este modelo el número de ballenas que hay», argumenta esta estudiante, quien ya tiene calculado que en esta zona subantártica es inferior a diez. Aún habría que mejorar mucho el modelo para poder contabilizar a todos los individuos de las 23 especies de cetáceos representadas en Guadalupe, ya que esta investigación se encuentra en una fase inicial, pero la falta de financiación podría dar al traste con este sistema que en un futuro podría determinar de manera más exacta el número de cetáceos del planeta.

Agencias/SimaCaribe 11 jul 2011

Miles de nuevas especies descubiertas en Nueva Guinea

Aproximadamente 43 especies nuevas de reptiles fueron descubiertas en Nueva Guinea durante un periodo de 10 años Nueva Guinea, considerada por los científicos como una de las “últimas tierras vírgenes tropicales verdaderamente intactas” en el mundo, cubre menos de 0,5 por ciento de la masa de tierra del planeta pero alberga a entre 6 y 8 por ciento de sus especies.

El pez damisela Chrysiptera cymatilis es una de las 1.060 especies nuevas encontradas en la misma isla de Nueva Guinea o en sus proximidades entre 1998 y 2008, según un nuevo informe. 
La isla tropical más grande de la Tierra se encuentra dividida entre Indonesia, al oeste, y Papúa Nueva Guinea, al este.

El “sorprendente” pez azul, encontrado en 1999, vive en el prístino Triángulo de Coral, una región que mantiene los ecosistemas marinos más diversos de la Tierra, según el informe “Final Frontier: Newly Discovered Species of New Guinea (1998-2008)”, elaborado por la organización para la conservación WWF. 

“Si vemos a Nueva Guinea en términos de diversidad biológica, se asemeja mucho más a un continente que a una isla”, declaró Neil Stronach, representante del programa de la WWF en Melanesia Occidental. 

“Los científicos encontraron un promedio de dos especies nuevas por semana de 1998 (a) 2008, muchas totalmente desconocidas hasta la fecha”, precisó entusiasta el científico. 
Sin embargo, el insostenible y deficientemente planificado desarrollo de Nueva Guinea -la tala y la agricultura, por ejemplo- está poniendo en peligro el futuro de muchas de estas especies, enfatizó el informe. 

Orquídea de flor carnosa

La orquídea de flor carnosa (Cadetia kutubu) es una de las ocho especies de orquídeas que fueron descubiertas en la región Kikori de Nueva Guinea durante los diez años del sondeo. 
La selva tropical de la isla estalla con una de las diversidades vegetales más altas del mundo: cien especies nuevas de orquídeas fueron descritas oficialmente tan sólo entre 1998 y 2008. 

Lagarto turquesa 

Luciendo un “patrón hipnotizante turquesa y azul”, el lagarto monitor Varanus macraei fue descubierto en 2001 en la isla de Batanta, frente a la península de Papúa. 

La especie, que llega a medir hasta un metro, “es uno de los descubrimientos de reptiles más espectaculares de cualquier parte del mundo”, según la WWF. 

Pez arcoiris 

Nueva Guinea tiene algunos de los peces de agua dulce más hermosos del mundo, incluyendo el diminuto y vivamente colorido pez arcoiris, dice la WWF. 

Siete especies nuevas de peces arcoiris, incluyendo el Chilatherina alleni, fueron descubiertas en Nueva Guinea durante el periodo de 10 años. 

Cuscús moteado de ojos azules 

El cuscús moteado de ojos azules (Spilocuscus wilsoni) es una pequeña zarigüeya que fue encontrada en 2004 en Nueva Guinea indonesa. 

En general, la isla alberga la mayor diversidad de marsupiales arbóreos del mundo, con una increíble cantidad de 38 especies, destaca la WWF. 

Delfín de aleta chata 

Los científicos hicieron un inesperado descubrimiento en las aguas del sur de Nueva Guinea en 2005: una nueva especie de delfín de aleta chata. 

Luego de pensar originalmente que pertenecían a los delfines de Irrawaddy, los investigadores determinaron que los delfines de aleta chata son una especie propia, con distinta coloración, forma de cráneo y medidas de aletas. 

El aleta chata es la primer especie de delfín que se ha descubierto en cualquier parte del mundo durante las últimas tres décadas. 

Tropidorinco ahumado con barba 

El tropidorinco ahumado con barba fue descubierto en 2005 durante una expedición de Conservación Internacional en las neblinosas Montañas Foja de la Provincia Papúa de Indonesia. 

La región es “lo más parecido al Edén en la Tierra”, dijo Bruce Beehler, líder de la expedición, citado por el informe de la WWF. 

El ave evitó ser detectada durante tantos años por dos motivos: pocos se han aventurado a las que consideran montañas sagradas y la especie -inusual entre los tropidorincos- no hace mucho ruido. 

Orquídea magnífica

La “magnífica” orquídea rosada Dendrobium limpidum fue clasificada oficialmente en 2003.

Pese a su reciente reconocimiento, la flor y otras riquezas de Nueva Guinea podrían desaparecer pronto. Entre 1972 y 2002, aproximadamente 24 por ciento del bosque tropical de Papúa Nueva Guinea fue talado o degradado por la explotación de madera o la agricultura de subsistencia, según el informe de la WWF.

Agencias/SimaCaribe 11 jul 2011

Los delfines y las ballenas no digieren desechos plásticos de océanos

Los desechos plásticos en la superficie de los océanos son una amenaza mortal para las ballenas y los delfines que no ha sido bien estudiada por la ciencia, según un estudio presentado a la reunión de la Comisión Ballenera que comienza el lunes en la isla británica de Jersey.

En 2008, 134 tipos de redes diferentes fueron encontrados en los estómagos de dos cachalotes que encallaron en la costa de California (Estados Unidos) y que probablemente murieron de oclusión intestinal. En 1999, en la ciudad de Biscarrosse (sudoeste de Francia), una ballena de Cuvier encalló con 33 kilos de plástico en el cuerpo.

Los cetáceos, al igual que las tortugas y los pájaros, tienen grandes dificultades para digerir estos desechos, cada vez más numerosos, recuerda un estudio presentado ante el comité científico de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) con miras a la reunión anual de Jersey.

"La amenaza de los desechos marinos de plástico para numerosos animales marinos ha sido establecida desde hace tiempo, pero la amenaza para las ballenas y los delfines es menos clara", considera el autor, Mark Simmonds, responsable científico de la Sociedad para la Conservación de los Delfines y las Ballenas (WDCS, según sus siglas en inglés), una organización no gubernamental británica.

"Sin embargo, se ha establecido que esos desechos pueden hacer daño a esos animales, simultáneamente porque los ingieren o porque se enredan en ellos", agregó, después de haber reunido todos los datos parciales que ponen en evidencia esta amenaza mortal.

"En muchas regiones, los restos de ballenas encalladas no son registrados ni examinados, y en las regiones donde son registrados, la investigación de los plásticos presentes en los intestinos es rara", confirma Chris Parsons, un biólogo de la Universidad George Mason de Fairfax (Estados Unidos).

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) había destacado en febrero, en su informe de 2011, la forma en que millones de desechos de plástico amenazan las costas debido a una utilización cada vez más importante del plástico y de tasas de reciclamiento todavía débiles.

Estos desechos se concentran sobre todo alrededor de las rutas de navegación, de las regiones de pesca y de las zonas de convergencia océanicas, formadas por las corrientes y los vientos donde los cetáceos encontran abundantes alimentos.

La presencia de desechos plásticos, sobre todo los más pequeños, inferiores a 5 mm, en las vías digestivas tiene otro efecto nefasto, pues parece facilitar el traslado en el cuerpo de los contaminantes asociados a esos plásticos, como los PCB (policlorobifeniles).

"No sabemos suficiente respecto a los desechos marinos para poder comparar esta amenaza a las otras amenazas", y sobre todo a las más importantes, que son las tomadas accidentalmente o que se deben al cambio climático, se lamentó Mark Simmonds.

La WDCS es partidaria de que la CBI suscriba el "Compromiso de Honolulu", un llamado internacional lanzado en marzo en Hawai para incitar a gobiernos, asociaciones, industrias y ciudadanos a actuar para reducir los desechos marinos.

Agencias/SimaCaribe 11 jul 2011

Confirman que hay antibióticos naturales en el mar peruano

La excesiva prescripción, así como el uso indebido de antibióticos en la población han desencadenado un serio problema de salud mundial, pues las bacterias se vuelven cada vez más resistentes a los medicamentos tradicionales. Esto ha motivado que la comunidad científica empiece a desarrollar nuevos productos que tengan mayor eficacia y, por qué no, menor impacto negativo en el organismo y el medio ambiente.

En ese contexto, un equipo de investigadores peruanos desde hace más de cinco años explora el mar peruano para encontrar o comprobar una repuesta a esta situación. “Por literatura científica se sabe que existe un microorganismo conocido como actinomiceto que reporta gran capacidad de producir compuestos bioactivos capaces de inhibir patógenos multidrogorresistentes. Lo que hicimos nosotros era comprobar este tema en nuestro mar”, explicó a El Comercio Jorge León, director de este estudio.

Estos microorganismos, que por lo general se encuentran en los sedimentos marinos, fueron obtenidos por el método del dragado en la bahía de Ancón (Lima) e Independencia (Ica) a profundidades que iban entre los 34 metros y 100 metros. El trabajo de recolección en el mar estuvo a cargo del Grupo de Estudios de Ecología Marina, cuyo responsable es el investigador Juan Tarazona.

MEDICAMENTO NATURAL

Según el investigador Jorge León, tras un prolongado trabajo en el laboratorio de ecología microbiana de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, se determinó que, efectivamente, las cepas de actinomicetos encontradas en la costa peruana también tienen una gran capacidad de producir compuestos de tipo antibiótico natural.

Estos resultados son de gran importancia para el tratamiento de las bacterias tales como el ‘S. aureus meticilinor-resistentes’ (MRSA) y el ‘E. faecalis vancomicina’ resistentes (VRE), los cuales son responsables de una amplia gama de infecciones como forúnculos, neumonía, osteomielitis, entre muchos otros males.

“Lo lamentable es que la mayoría ha desarrollado resistencia a los antibióticos convencionales, por lo que urge desarrollar nuevos tipos de antibióticos”, precisó el también director de la Escuela de Microbiología y Parasitología de la mencionada casa de estudios.

Un tesoro en nuestra costa
El sedimento marino de la costa central peruana es “fuente promisoria de numerosas cepas que poseen grandes capacidades para producir compuestos bioactivos que inhiben patógenos tipificados como multidrogorresistentes tales”. A esta conclusión llegó el equipo de investigación por la mayoría de los actinomicetos aislados (microbios), que presentaron porcentajes inhibidores que fueron superiores a 85% en comparación con los mencionados patógenos.

Los resultados del estudio, que acaban de ser publicados en la “Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Pública” del Instituto Nacional de Salud, servirían en un futuro como modelo para la biosíntesis de nuevos antibióticos eficaces para el tratamiento de enfermedades multidrogorresistentes.

Agencias/SimaCaribe 11 jul 2011

Este león marino le puede salvar la vida

Los leones marinos son formidables socorristas. Su ayuda en el mar puede resultar tan prodigiosa que la Armada española estudia incorporarlos a sus filas. En el Oceanográfico de Valencia conocen bien sus virtudes.

Pueden arrastrar embarcaciones, olisquear a un náufrago a profundidades increíbles, detectar minas y nadar en las condiciones más adversas durante horas. La biología ha regalado a los leones marinos unas capacidades sensoriales y físicas extraordinarias para salvar vidas, y la Armada española parece decidida a aprovechar las virtudes de estos gigantes. Estamos a un paso de contar con un equipo de rescate formado por escuadrones de mamíferos prodigiosos, único en el mundo. La Marina de Estados Unidos adiestra también a leones, pero comparten filas con delfines y sus ‘misiones’ son exclusivamente militares. La idea de nuestras fuerzas navales es que, además, salven vidas. Y eso marca la diferencia con los americanos.
El proyecto surgió hace tiempo en el Oceanográfico de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia y en el Centro de Vigilancia Sanitaria Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid. Y lo han defendido con tanto entusiasmo que ha terminado por seducir al Ministerio de Defensa. Cartagena (Murcia) tiene todos los boletos para ser la base de esta singular unidad al contar con buzos especializados y el apoyo de los técnicos del complejo valenciano, el mayor acuario de Europa.
«Todo el mundo conoce la capacidad de los perros entrenados para las patrullas que ayudan a las Fuerzas de Seguridad del Estado y los equipos de salvamento, incluso el rescate acuático que realizan los Terranova. Pero pocos saben, fuera del ámbito científico, de lo que es capaz un león marino», ilustra Daniel García Párraga, responsable del servicio veterinario del Oceanográfico valenciano.
La bombilla se le encendió en San Diego (California), donde conoció las posibilidades de los animales que forman parte de la Fuerza de Protección de Mamíferos Marinos de la US-Navy. Allí entrenan a leones y delfines, les suministran cuidados veterinarios y estudian la evolución de cada ejemplar y sus posibilidades biológicas. «Fui a conocer el proyecto, el único existente hasta ahora pero con fines de seguridad militar. Y pensé: ¿por qué no utilizar las enormes capacidades de estos animales para labores de salvamento y rescate acuático? Y así empezamos en el Oceanográfico a buscar la manera de poner en marcha el proyecto, que será pionero a nivel internacional».
Informes de la OTAN
Los técnicos, veterinarios y directivos del centro valenciano escribieron el guión de un proyecto sin contar con financiación, instalaciones específicas, ni patrocinadores, pero convencidos de que los leones marinos pueden ser unos formidables socorristas. Trabajan a diario con ellos, y saben que su voluminosa apariencia engaña: son tiernos, muy juguetones y sociables cuando se acostumbran al contacto humano.
A través de los informes periódicos que la OTAN envía a los mandos militares, la información sobre las virtudes de los mamíferos de la Armada norteamericana llegó a manos de Luis Enrique Martín Otero. Es coronel veterinario en la reserva y coordina la red de laboratorios de alerta biológica dependientes del Centro de Vigilancia Sanitaria Veterinaria de la Complutense. Otero y García Párraga, que colaboran en diferentes proyectos de investigación, se aliaron y dibujaron las bases de esta unidad a la que se está dando cuerpo y que España podría exportar a otros países.
Los cuidadores del servicio valenciano ya han presentado a miembros del Estado Mayor del Almirantazgo, con base en Cartagena, a ‘Janise’, ‘Patrick’, ‘Ámbar’ y ‘Greta’, los cuatro leones que se ganan los peces de cada día en el Oceanográfico (de 5 a 7 kilos diarios las hembras adultas, y de 10 a 12, los machos). Allí los entrenan para ser los mejores socorristas. Incluso ‘Greta’, un cachorro de apenas seis meses más listo que el hambre, podría ingresar en el equipo de sabuesos de mar que operarían, de la mano de la Fuerza de Acción Marítima de la Armada española, desde algunas instalaciones militares.
La última palabra la tiene ahora el jefe del Estado Mayor de la Armada, que aún no ha firmado el sí definitivo. Faltan algunos flecos importantes como dotar al proyecto de una partida económica, un plan de ejecución y unas instalaciones adecuadas, que bien pudieran ser las de Cartagena.
En cualquier caso, los impulsores militares y civiles del plan están convencidos de que veremos nadar a los leones tirando de cabos y salvavidas dentro de poco.
Los rescatadores serán cachorros parecidos a ‘Janis’ y ‘Patrick’, pero no ellos. Los genuinos ‘Janis’ y ‘Patrick’ «no se van a mover de aquí», reclama como un padre protector Víctor Sánchez, responsable del Área de Leones Marinos y Focas del Oceanográfico. «Les hemos criado. ¡Y les echaríamos tanto de menos! Estos dos son capaces de abrir los pestillos de las compuertas de su recinto. Les gusta tanto jugar que hasta han intentado escaparse, pero solo para que les persigamos. Son como niños...».
El primer mamífero marino entrenado para ayudar al hombre se llamó ‘Tuffy’. En 1965 se convirtió en todo un mito de la US-Navy. No era un león, sino un delfín mular que participó por vez primera en la construcción de una casa sumergida a las afueras de La Jolla, California. Se trataba de montar un hábitat en el fondo marino para estudiar cómo sobrevive ahí abajo el ser humano. El animal intervino en el transporte de herramientas para la ejecución del proyecto militar y en la transmisión de mensajes con la superficie, a una profundidad de 60 metros. ‘Tuffy’, que cuidó de los buzos garantizando su seguridad, convenció a la Armada estadounidense, y luego al mundo científico, de sus virtudes innatas para operar en misiones militares. Quince años después, los soldados americanos incorporaron al equipo a los leones marinos y empezaron a entrenarlos con excelentes resultados.
Las hembras, mejores
Los mandos de la Armada de EE UU presumen ante los expertos en vida animal, que con frecuencia les visitan, de que a la hora de buscar objetos en lo más profundo del mar, un león marino, dos controladores y un bote de goma pueden sustituir de manera eficaz a un buque completo y su tripulación, a un grupo de buzos humanos, a los médicos y a los mecanismos necesarios para apoyar a los buzos que operan a bordo del buque.
Con solo un año y medio de edad, las criaturitas de león marino suramericano (‘Otaria flavescens’) que cuidan y miman Víctor Sánchez, Jerónimo Coello, Ana Isabel Coba, Luciana Suárez, Sandra Salido y Teresa Álvaro ya pesan de 80 a 100 kilos. Las hembras no superarán los 150 kilos de adultas y medirán entre 1,5 y 2 metros. Pero los machos, como el padre que reina en la piscina valenciana, alcanzan hasta los 450 kilos y 2,5 metros de longitud. Es el caso de ‘Albin’, un impresionante ejemplar que abruma al ver su descomunal cabeza. Por eso, por una cuestión de peso, las chicas son mejores sabuesos que ellos. «En el caso de los machos su tremendo tamaño hace difícil trasladarles en avión o helicóptero hasta la zona de rescate. Tampoco garantizan la seguridad del equipo y de la propia víctima cuando suben y bajan de una zódiac», detalla Daniel García, el responsable del servicio veterinario del Oceanográfico.
El transporte de ‘líneas de vida’ para embarcaciones o personas en situaciones de rescate de extremo peligro es una de las múltiples posibilidades que puede ofrecer la futura unidad de salvamento gracias a las condiciones de estas encantadoras ‘bestias’. Pero concretemos qué es una línea de vida. En el caso de que un barco con tripulación no pueda volver a puerto por problemas técnicos o una persona en el agua esté en peligro y el oleaje impida a otra embarcación de rescate auxiliarle sin riesgos, un león adiestrado puede conectar a ambos con el equipo de socorro por medio de cabos, nadando con soltura en alta mar en las condiciones más adversas. Incluso el animal podría sacar un bote varado de la arena sin necesidad de vehículos de apoyo.
Grandes nadadores
Los leones marinos son capaces de bajar su ritmo cardíaco de 95 a 20 latidos por minuto para aguantar más tiempo buceando sin necesidad de salir a la superficie. Su fuerza es tal que pueden arrastrar embarcaciones y, solo con observar sus ojos, se entiende por qué son capaces de distinguir colores y objetos a niveles de profundidad subacuática inaccesibles para el hombre. Sus ‘vibrisas’ o bigotes son extremadamente sensibles rastreando el fondo del mar.
Como grandes nadadores, no importa si se enfrentan a un oleaje en la mar embravecida o a un río con turbulencias. ‘Greta’, ‘Patrick’ o ‘Janis’ se manejan por igual en agua salada y dulce. El equipo de mamíferos sería entrenado para realizar labores tan diversas como rescatar náufragos, localizar cadáveres, revisar daños en cascos de embarcaciones claves para el Ejército o buscar objetos incorporándoles una cámara subacuática insertada en un arnés para que el personal de la unidad visualice el lugar sin sufrir ni un rasguño. Otra ventaja es que se sumergen repetidas veces sin sufrir los efectos de la descompresión que pueden padecer los buzos profesionales.
Buscadores de tesoros
En la gestión medioambiental también ocuparán un papel destacado. Pueden aportar mucho en la lucha contra la contaminación detectando fugas de gas en conductos subacuáticos o basura en el fondo del mar.
Y, si cabe, tendrán una ocupación más: la Armada española desarrolla una actividad intensa en la protección y localización del patrimonio arqueológico subacuático: desde pecios hundidos a tesoros del pasado. Precisamente es en Cartagena donde se sitúa el Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Arqua), que dirige las misiones de búsqueda y vigilancia del patrimonio que oculta el mar. Las cualidades biológicas de los leones marinos para ver lo que ni los buzos más avezados ni las máquinas son capaces de detectar les convierten en aliados de primera del patrimonio subacuático. En Cádiz saben mucho de eso. Se estima que las aguas gaditanas concentran entre el 17% y el 27% de los 3.000 barcos hundidos del litoral español, algunos de ellos galeones de la época colonial cargados con toneladas de oro y plata.
¿Y cómo logran adiestrar a un animal salvaje? La técnica de entrenamiento se denomina refuerzo positivo: se les recompensa cuando realizan una tarea enseñada por su cuidador y se ignoran los movimientos incontrolados o la falta de atención. «Nunca se recurre al castigo. En los acuarios que mantenemos leones marinos en cautividad, el equipo de entrenadores y cuidadores emplea desde hace muchos años el refuerzo positivo para las exhibiciones de los animales ante el público, con estupendos resultados», defiende el veterinario del Oceanográfico Daniel García.
Los animales recibirán un entrenamiento excelente. ¿Pero estarán las víctimas preparadas para ser rescatadas por un bicho de 150 kilos sin asustarse? Los padres del proyecto son rotundos: Por supuesto que sí: «Cuando sientes que te ahogas, cuando tu vida está en juego, te agarras a un flotador o salvavidas te lo acerque quien te lo acerque. Aunque sea el doble de grande que tú. El instinto de supervivencia prevalece».

Agencias/SimaCaribe 11 jul 2011

Arriban tortugas laúd a playas de Colima

Hasta la fecha se han protegido 65 nidos; la temporada anterior se liberaron 200 mil crías.

Las playas colimenses de Tepalcates, Cuyutlán, El Paraiso, Tecuanillo, entre otras más, donde se encuentran instalados "tortugarios", han empezado a registrar grandes arribos de tortugas marinas de la especie laúd, que cada año llegan a esta costa a desovar, para lo cual autoridades de la Sexta Región Naval de la Secretaría de Marina Armada de México, de la Profepa y Ssemarnat han establecido un amplio programa de seguridad y protección de esta especie marina.

Según la responsable del Centro Ecológico de Cuyutlán, María Cruz Rivera Rodríguez, dio a conocer que ya se inició la arribazón de tortugas marinas de la especie laúd y que hasta el momento tienen protegidos 65 nidos, de entre 90 y 120 huevos.

Rivera Cruz dijo que al igual que otras temporadas, esperan incrementar el número de nidos protegidos; esto con el apoyo de las autoridades para aumentar la vigilancia, con la finalidad de crecer el número de crías liberadas.

Recordó que la temporada anterior se liberaron más de 200 mil crías, en su mayoría de la especie laúd y en total fueron mil 600 nidos los protegidos.

"Cada vez se incrementa la protección por la eficacia en esta actividad, pues hay mayor personal y más comunicación con las autoridades para que realicen operativos de vigilancia", acotó.

Respecto a la depredación de huevos, Rivera Rodríguez dijo que este tipo de práctica por desgracia se continua registrando en las costas colimenses, pero en lo general en todo el litoral del pacífico mexicano, pues son 30 kilómetros de playa los que tienen protegidos y que siguen cuidando, reportando esta situación a la autoridad competente que es la Profepa "y ellos se encargan de poner las denuncias correspondientes".

Lamentó además que las personas que se dedican a la depredación de huevos de tortuga, en su mayoría lo hacen para comercializarlos, y una mínima parte para el consumo, aunque en los dos casos es un delito federal.

Finalmente, dio a conocer que durante este periodo vacacional se están llevando a cabo talleres de educación ambiental con la finalidad de inculcarle a la gente el cuidado y protección de esta especie marina, pues considera que si los invitan a proteger las especies que están en peligro de extinción, este proyecto será más exitoso.

Agencias/SimaCaribe 11 jul 2011

Una exposición cuenta cómo ayudar a las tortugas marinas

La muestra recorrerá los clubes náuticos y pretende reclutar voluntariado ambiental para estos animales.

La Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) y la Fundación Aspro Natura (Marineland) presentaron ayer el programa para la formación de voluntariado ambiental, en concreto para el buen desarrollo de las tortugas marinas.
Durante los meses de primavera y verano llega una media de 30 tortugas heridas a las costas de Mallorca. Con este programa se busca reforzar los equipos de trabajo de salvamento animal, formar a nuevos voluntarios y enseñar a los bañistas qué deben hacer si se encuentran con uno de estos animales.
Las exposiciones se harán en los clubes náuticos de Palma, Sa Ràpita, s´Estanyol, Pollença y Cala Gamba para concienciar a la ciudadanía y muy especialmente a las personas que están en contacto con el mar.
Los principales peligros a los que se enfrentan estos animales son la contaminación de las aguas, el choque contra embarcaciones, la ingestión de plásticos y las capturas accidentales. Por ello, la bióloga Gloria Fernández explicó que " si no contamos con la ciudadanía, el programa no va a ningún lado". Es importante que las personas sean conscientes de las numerosas dificultades que sufren este tipo de especies. 
El presidente de Clubes Náuticos de Balears, Miguel Sunyer, animó a todo el mundo a participar en esta labor de conservación y recordó que "tenemos el derecho de disfrutar de la naturaleza pero también el deber de respetarla". 
Según la Fundación Aspro, de todas las tortugas que llegan a la isla un 70 por ciento de ellas son devueltas al mar una vez se han recuperado. Esta cifra es una muestra del intenso trabajo que hace años se lleva realizando. 
En la exposición se explicará cómo actuar si la tortuga está muerta o viva. Cómo se debe transportarla, qué hacer si se ha tragado un anzuelo o si está enredada en una red de pesca. Qué hacer si parece que se ha ahogado o si está manchada de petroleo. 
Las tortugas marinas hace más de 200 millones de años que recorren los mares, por eso es tan importante la conservación de estos seres capaces de vivir durante casi un siglo. A día de hoy, su supervivencia se ve afectada tanto por el impacto humano como por el incremento de las medusas.

Agencias/SimaCaribe 11 jul 2011