lunes, 13 de junio de 2011

El océano glaciar Ártico enciende fiebre por acceder a sus recursos

El océano glaciar Ártico acaba de cerrar su invierno más "negro", con la menor extensión de hielo registrada desde 1979, 12.79 millones de kilómetros cuadrados -210 mil menos que en el peor año de la serie, 2004-, que enciende la "fiebre" de los estados por acceder a sus recursos.


Estas son las últimas cifras de deshielo conocidas por el FRAM, el nuevo centro de investigación de cambio climático del Norte, situado en la capital de Ártico, Tromso; que esta semana ha recibido al Foro de Periodistas Ambientales Transatlánticos, del que forma parte EFEverde, para explicarle los retos y paradojas que afronta el más pequeño de los océanos. 

Y es que, mientras la fecha en la que el Ártico quedará libre de hielo es aún una incertidumbre -que se mueve entre 2010 y 2040, dependiendo de la institución científica consultada-, no hay duda de que el deshielo estival y las nuevas posibilidades de navegación harán accesibles golosas cantidades de petróleo y gas, entre otros recursos, que disputan casi una decena de países. 

"Los científicos nos hablan de una capa de hielo cada vez más delgada y de menor extensión, por lo que los países empiezan a ver cerca las oportunidades que ofrece este mar gélido, que podría albergar el 30 % de las reservas de gas mundiales sin explotar y el 13 % de las de petróleo", explica Karsten Klepsvik, embajador noruego en el Consejo Ártico. 

La gran cuestión que está por definir es "de quién es el Ártico", apunta Bjorn Johansen, director del Instituto Polar noruego. 

Ocho estados poseen territorio por encima del Círculo Polar Ártico, pero sólo cinco limitan con su capa de hielo: Rusia, Canadá, Estados Unidos, Noruega y Dinamarca (a través de Groenlandia). 

El Polo Norte es territorio internacional administrado por Naciones Unidas, cuya Convención de Derecho Marítimo (UNCLOS, en sus siglas en inglés) reza que los países pueden reclamar la extensión de su frontera marina hasta 350 millas náuticas siempre que puedan demostrar que el fondo marino adyacente es una extensión de su plataforma continental. 

Los estados tienen hasta 2014 para presentar sus propuestas en el Ártico -excepto Estados Unidos, que no ratificó la Convención-. 

A partir de ahí, el UNCLOS emitirá un informe con las recomendaciones y será el momento en el que los países tendrán que sentarse a negociar para repartirse lo que parecen considerar "la gallina de los huevos de oro". 

Todo apunta a que el lugar para hacerlo será el Consejo Ártico (Arctic Council, en su nombre original en inglés), un foro intergubernamental creado en 1996, con sede en Tromso, e integrado por los 8 estados árticos, las comunidades indígenas y, actualmente, más de 20 países observadores, entre ellos España. 

¿Saldrá de él un 'tratado ártico', una vez se pronuncie la UNCLOS?, Klepsvik subraya que "no hace falta un tratado, sino el establecimiento de unas reglas del juego claras que siente las bases del acceso a los recursos". 

Gran parte de la comunidad científica y las organizaciones ecologistas considera, sin embargo, que es "absolutamente necesario" un "Tratado Ártico" que regule con criterios medioambientales la explotación de los recursos. 

Noruega, un país que "ve como sus pozos de gas y petróleo actuales se agotan", ya ha lanzado su petición: más de 360.000 kilómetros cuadrados. 

Su ambición se queda corta comparada con Rusia, que en 2007 escenificó sus reclamaciones (1,2 millones de kilómetros cuadrados) colocando el ejemplar de su bandera fabricado en titanio bajo el Polo Norte. 

Es lo que el investigador del CSIC, Carlos Duarte, define como "la paradoja" del Ártico: El cambio climático hace accesibles unos recursos de gas y petróleo cuyo uso contribuirá a que haya aún más cambio climático. 

Greenpeace ha cuantificado la "paradoja": el Ártico alberga 90 mil millones de barriles de crudo técnicamente recuperables, teniendo en cuenta que un barril produce unos 300 kilos de CO2, las reservas recuperables provocarían 27 mil millones de toneladas de CO2, cantidad comparable a las emisiones anuales del mundo", apunta Ben Ayliffe, responsable de la campaña de petróleo. 

Pero, ¿Es evitable el deshielo? Duarte sostiene que a estas alturas "sólo podemos evitar que las consecuencias de sobrepasar ese punto de no retorno sean muy negativas, y prevenir que podamos cruzar otros puntos de no retorno en otras regiones sensibles al cambio climático del planeta", agrega.

Agencias/SimaCaribe 13 jun 2011

Cultura e historia bajo el mar



República Dominicana continúa dando pasos de avance hacia una consolidación como destino turístico sostenible. La Oficina Nacional de Patrimonio Cultural Subacuático del Ministerio de Cultura (ONPCS), junto al Ministerio de Medio Ambiente, fomentará la investigación científica y cultural para proteger los arrecifes de coral entre otras especies en peligro de extinción, del área del Caribe y zonas aledañas.


Se trata de un proyecto auspiciado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), la Universidad de Indiana, el Consorcio Dominicano de Competitividad Turística (CDCT), y la cadena hotelera Viva Wyndham Resorts, a través del cual se inaugura el “Museo Vivo Bajo el Mar del capitán William Kidd”, a partir de los restos de la embarcación “Cara Merchant”, de 1699.

El profesor y arqueólogo Charles Beeker encontró los restos de la nave “Cara Merchant” hace tres años y medio, en las cercanías de la Isla Catalina.

Pues hoy el país celebra esta inauguración del “Museo Vivo Bajo el Mar”, situado a 70 pies de la costa, a menos de diez pies de profundidad, una iniciativa que no solo cumplirá con los propósitos de recreación, sino que también será una reserva científica de la arqueología submarina, así como de la biología y ecología marina.

En adición a la oferta turística del polo La Romana- Bayahibe, se podrá visitar además, el museo vivo bajo el mar en la embarcación “Guadalupe”, ubicada frente a la playa del hotel Viva Wyndham Dominicus Beach; el arrecife artificial “Naufragio de St. George”; y el arrecife de los cañones Guaraguao, ambos situados en la misma zona costera.

Se espera que con las visitas a estos museos en la costa de Bayahibe, en el país se incentive la conservación de la biodiversidad, el respeto a las áreas y especies protegidas y, finalmente, la elevación del producto y patrimonio turístico del destino dominicano.

Agencias/SimaCaribe 13 jun 2011

Turismo ilegal preocupa al inicio de temporada de las jorobadas

En una panga artesanal de unos 7 metros de eslora que rompía la cresta de las olas y el viento, un grupo de turistas jubilados de Quito recorría tres playas de la provincia de Santa Elena, en un paseo de una hora por alta mar. Era la mañana despejada del miércoles 8 de junio. 
Ellos zarparon sin ningún control de la Armada, desde la comuna de Ayangue (Santa Elena), y tras pactar con dueños de las fibras del lugar que el paseo costaría $ 2 por persona. 
Aunque no se registraron inconvenientes debido a que el mar lucía tranquilo, la adrenalina del viaje traslucía en los rostros de estos paseantes mayores, quienes sonrientes comentaban en la orilla cómo la nave se bamboleaba en medio de las olas, mientras se retiraban sus chalecos salvavidas. 

Luego coincidieron haberse quedado con las ganas de observar a las ballenas jorobadas, que entre junio y septiembre llegan a esta zona desde las gélidas aguas de la Antártida para instalarse frente a costas ecuatorianas , donde paren a sus crías y se aparean en busca de aguas con temperaturas más altas (25° en promedio). 

Los cetáceos atraen turistas ávidos por observarlos y con ello, a la par de los preparativos de los actos con que se inaugura oficialmente el avistamiento de ballenas en diversos puertos de las provincias de Santa Elena, Manabí y Esmeraldas, surge la informalidad. 

Personas conocidas como “enganchadores” se encargan de ofrecer estos periplos en puntos costeros como Puerto López, Salango, Puerto Cayo, Manta y Pedernales, en Manabí; y en La Entrada, Ayangue y Salinas, en Santa Elena. 

Aunque en estas dos últimas localidades, una bandera naranja ondea en los barcos autorizados para realizar estos viajes, también están los llamados “piratas” como se conoce a las personas que dejan sus actividades de pesca para usar sus embarcaciones en servicios de turismo ilegal. 

Solo en Salinas hay más de 50 barcos dedicados a actividades turísticas en las playas de Chipipe y San Lorenzo. El capitán de este puerto, Jaime Lazo, refiere que algunas de estas naves, se desvían de su objetivo para, sin autorización, llevar turistas que desean ver ballenas. “En estas fechas, esas naves cogen pasajeros y cuando nadie las ve entran al mar”, afirma. 

Hace quince días ocurrió un incidente en el que nueve turistas quedaron a merced de las olas, sin chaleco salvavidas, a 5 millas frente a Salango, en Manabí, debido a que el yate Humpback Whale en el que iban se viró por un fuerte oleaje.

Pescadores de Salango observaron el percance desde la costa, por lo que con sus embarcaciones se trasladaron al lugar para socorrer a los pasajeros de este barco. Luego llegó un guardacostas de la base flotante Lago Yaguarcocha, hasta donde fueron trasladados los nueve pasajeros, quienes perdieron todas sus pertenencias. 

La nave siniestrada fue reflotada y está retenida por la Armada como parte de la sanción impuesta al dueño de este yate, que salió sin permiso de zarpe de la playa de Puerto López, donde se ubica en su malecón un retén naval en el que están ocho marinos y un oficial para el control de la costa entre esta última ciudad y Ayampe. 

Un suboficial encargado del retén cuando zarpó el yate admite que la cantidad es insuficiente para ejercer un control más efectivo, aunque advierte que la situación mejorará con la asignación de más personal, algo previsto, según dice, sin decir fechas. “El barco era nuevo, pero no estaba apto para navegar, ya que faltaban las pruebas de equilibrio, fue negligencia del dueño”, justifica el marino.

Carlos Pincay, un enganchador de Salango, admite también que hay pescadores dedicados a llevar turistas en barcos sin contar con los permisos respectivos. “Vienen a diario unas dos horas y se van , solo cuando pasan las cosas aparecen (refiriéndose a los marinos)”, manifiesta ante el poco control. 

Ante ello, el capitán del puerto de Manta, José Vera, asegura que regulará las embarcaciones que se dedican al avistamiento de ballenas para que salgan calificadas por la Armada. 

Las naves deberán contar con el permiso de zarpe respectivo; y al salir tendrán que trasladarse hasta la base flotante Lago Yaguarcocha para controlar el número exacto de pasajeros. “Lo mínimo que pueda ocurrir nos sirve para aprender cada día más y mejorar el control”, refiere José Vera. 

El operativo se anuncia a vísperas del inicio de la temporada de ballenas, cuando se multiplica la salida de naves para realizar turismo informal.

Solo en Puerto López y Manta hay 45 naves autorizadas que se usan para el avistamiento de los cetáceos, pero también se dan zarpes en una docena de barcos sin permiso que salen desde otros puntos como Puerto Cayo, Pedernales y Cojimíes, en la costa de Manabí, según afirma Pedro Ponce, director provincial de Turismo. 

En tanto, comuneros de la costa reconocen que cuando las condiciones del mar lo permiten, se llevan turistas para que vean ballenas en pangas pesqueras. Ello ocurre por ejemplo en La Entrada, en Santa Elena, según José Pozo, presidente de esta comuna. “Las fibras tienen sus documentos en regla para pesca, pero para turismo aún no”, afirma Pozo sin reparos y hasta menciona que se cobra $ 10 por visitante.

Requisitos: Lo que se debe exigir
Seguridad
Los turistas deben constatar que el barco contratado tenga una patente y licencia de navegación y también un permiso de zarpe en el que conste hora de salida, número de personas a bordo, lugar hacia donde se dirige y tiempo estimado en el que planea retornar. Además, la nave debe poseer radio fija o portátil, una caseta para que los pasajeros vayan bajo techo y exhibir un listado visible de las medidas de seguridad, junto al número máximo de ocupantes permitidos en la nave, al igual que un seguro de vida. En la provincia de Santa Elena, solo se podrá salir a ver ballenas desde Salinas y Ayangue, según la Armada; mientras que en Manabí hay barcos autorizados desde Puerto López y Manta, según Pedro Ponce, director provincial de Turismo. 

Costos
El precio para el avistamiento de las ballenas jorobadas en barcos autorizados de Puerto López es de $ 25 por persona. El valor incluye un guía.

Agencias/SimaCaribe 13 jun 2011

CICESE y el estudio de las corrientes Marinas

Las contribuciones del programa Investigaciones Mexicanas de la Corriente de California (IMECOCAL), que inició en 1997 para ayudar al entendimiento del papel que juega la estructura y los procesos físicos en la dinámica del ecosistema asociado a esta corriente, no sólo abarcan aspectos estadísticos como número de tesis, proyectos, publicaciones o cruceros realizados, sino que han permitido establecer colaboraciones con otras instituciones nacionales y extranjeras, así como realizar estudios de oceanografía comparada, lo que les confiere un carácter global.

Lo anterior se desprende de la plática que sustentó el Dr. José Gómez Valdez, investigador del CICESE responsable del programa IMECOCAL, ante los miembros de la red de especialistas que estudia los ciclos biogeoquímicos en los ecosistemas de los mares mexicanos, quienes sostuvieron aquí una reunión a finales de abril.

Este programa nació hace 14 años como una iniciativa de los doctores Gilberto Gaxiola, Timothy Baumgartner y Reginaldo Durazo, y en él participan numerosas instituciones académicas de México, siendo las principales el CICIMAR, el CIBNOR, la UNAM, la UABC y el CICESE. Más recientemente se han incorporado algunos institutos tecnológicos del mar.

Fundamentalmente busca caracterizar el ecosistema pelágico en la región sur del sistema de corrientes de California (frente a las costas de Baja California), un sistema limítrofe oriental que comparte bastantes similitudes con otros parecidos, como el sistema de la corriente Perú-Chile, el de Benguela (En Africa) y el de las islas Canarias.

Precisamente estas similitudes permiten establecer comparaciones con los estudios que se han hecho en los otros sistemas, los cuales se consideran básicos para iniciar una línea de oceanografía comparada, siendo ésta una de las contribuciones más globales que pudieran surgir del programa.

Se sabe que estos sistemas son altamente productivos. En México, la captura pesquera que se realiza en este sistema de corrientes es la más importante. Por ello uno de los objetivos particulares del programa es estudiar el plancton -base de esta alta productividad- pues, como está a la deriva, es llevado o arrastrado por las corrientes, el oleaje, las mareas y otros fenómenos físicos que inciden de manera importante en su distribución.

Sin embargo, en los cruceros que el personal científico ha realizado a bordo del B/O Francisco de Ulloa (cada uno consta de 90 estaciones entre Ensenada y Bahía Magdalena, distribuidas en 12 transectos que se cubren en 22 días) se toman datos sobre la física, la química y la biología de esta porción oceánica.

Esta información ha servido para publicar 46 artículos en revistas arbitradas, entre ellas Deep Sea Research, en Journal of Geophysical Research, en Marine Ecology Progress Series, Journal of Oceanography, Progress in Oceanography, Journal of Fish Biology, Journal of Atmospheric and Oceanic Technology, Continental Shelf Research, Geophysical Research Letters y en Ciencias Marinas.

También han servido para publicar 30 reportes técnicos en tópicos de hidrología, 17 de zooplancton, tres de química y 3 de ictioplancton. Muchos de ellos se encuentran en línea en el sitio web de IMECOCAL.

¿Cuántos estudiantes se han subido a la “bicicleta de Einstein” gracias a este programa? Pues han sido siete estudiantes de doctorado, 15 de maestría y 12 de licenciatura, además de los que tienen sus tesis en proceso. Los graduados han sido del CICESE, de la UABC, del CICIMAR, del CIBNOR, de la Universidad Autónoma de Guerrero y recientemente de la Universidad de Occidente, unidad Guasave.

Además, se ha tenido oportunidad de apoyar a otros programas e instituciones extranjeras durante los cruceros de IMECOCAL, como el lance de oportunidad en 2004 de una boya que mide flujos verticales de bióxido de carbono y metano (CO2 y CH4) entre la atmósfera y el océano, del grupo que encabeza el Dr. Francisco Chávez, del Instituto de Investigación del Acuario de la Bahía de Monterey (MBARI, por sus siglas en inglés), California.

También la liberación de otra boya en 2005 del programa internacional Argos de observaciones oceánicas, que sirvió para establecer contacto con esta ambiciosa iniciativa global que tiene como objetivo desplegar 3 mil boyas perfiladoras sumergibles, y con el Instituto Español de Oceanografía.

A lo largo de estos años el programa IMECOCAL ha recibido financiamiento a través de diversos proyectos aprobados por el CONACYT, el CICESE, el Instituto para México y Estados Unidos de la Universidad de California (UC-Mexus), la secretaría de Medio Ambiente (SEMARNAT), la National Science Foundation (NSF), del Instituto Interamericano para la Investigación del Cambio Climático Global (IAI) y del Eastern Pacific Consortium (EPC) del IAI.

Entre las contribuciones científicas que ha aportado este programa, el Dr. José Gómez destacó los estudios sobre el esfuerzo del viento promedio, su energía cinética media, sobre la profundidad de la capa de mezcla, la presión del aire y sobre el fenómeno de surgencias, entre otros.

Agencias/Simacaribe 13 jun 2011

Buque científico español llega al puerto colombiano de Cartagena


El buque oceanográfico Hespérides de la Armada española llegó hoy a Cartagena (Colombia) tras finalizar la sexta etapa de su vuelta al mundo, en la que sus científicos descubrieron que a cierta profundidad del océano Pacífico tropical central las concentraciones de oxígeno son muy bajas.

En su recorrido entre las islas de Hawai y Panamá, a través del Pacífico, los científicos observaron que en las capas de agua intermedias ubicadas entre los doscientos y mil metros de profundidad se estaría presentando una hipoxia, fenómeno que se asocia con la mortalidad y huida de peces de estas zonas oceánicas.

Aunque es normal que a ciertas profundidades el oxígeno sea escaso por la falta de luz solar, el jefe científico de la sexta etapa de la expedición, Rafel Simó, indicó en un comunicado que están "sorprendidos" por lo que está ocurriendo en el Pacífico.

Es, dijo, "algo que no habíamos visto en las anteriores etapas de la expedición Malaspina".

La Malaspina es un proyecto encabezado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) español para evaluar el impacto del cambio global en el océano y estudiar su biodiversidad.

En el proyecto participan más de 400 científicos de todo el mundo liderados por Carlos Duarte, del CSIC.

La expedición, cuyo presupuesto alcanza los seis millones de euros, es una acción del programa español Consolider-Ingenio 2010, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y en el que trabajan 27 grupos de investigación del CSIC, el Instituto de Oceanografía, 16 universidades y la Armada de España.

El Hespérides permanecerá atracado en el puerto de Cartagena durante una semana, en la que sus tripulantes ofrecerán diversos actos y conferencias, además de una rueda de prensa para explicar los detalles de la sexta etapa de la expedición Malaspina.

El buque recogerá en esta ciudad del norte de Colombia a un nuevo grupo de científicos con los que partirá el próximo 19 de junio rumbo a España, para comenzar la última etapa de la expedición Malaspina.

Agencias/SimaCaribe 13 jun 2011