Las contribuciones del programa Investigaciones Mexicanas de la Corriente de California (IMECOCAL), que inició en 1997 para ayudar al entendimiento del papel que juega la estructura y los procesos físicos en la dinámica del ecosistema asociado a esta corriente, no sólo abarcan aspectos estadísticos como número de tesis, proyectos, publicaciones o cruceros realizados, sino que han permitido establecer colaboraciones con otras instituciones nacionales y extranjeras, así como realizar estudios de oceanografía comparada, lo que les confiere un carácter global.
Lo anterior se desprende de la plática que sustentó el Dr. José Gómez Valdez, investigador del CICESE responsable del programa IMECOCAL, ante los miembros de la red de especialistas que estudia los ciclos biogeoquímicos en los ecosistemas de los mares mexicanos, quienes sostuvieron aquí una reunión a finales de abril.
Este programa nació hace 14 años como una iniciativa de los doctores Gilberto Gaxiola, Timothy Baumgartner y Reginaldo Durazo, y en él participan numerosas instituciones académicas de México, siendo las principales el CICIMAR, el CIBNOR, la UNAM, la UABC y el CICESE. Más recientemente se han incorporado algunos institutos tecnológicos del mar.
Fundamentalmente busca caracterizar el ecosistema pelágico en la región sur del sistema de corrientes de California (frente a las costas de Baja California), un sistema limítrofe oriental que comparte bastantes similitudes con otros parecidos, como el sistema de la corriente Perú-Chile, el de Benguela (En Africa) y el de las islas Canarias.
Precisamente estas similitudes permiten establecer comparaciones con los estudios que se han hecho en los otros sistemas, los cuales se consideran básicos para iniciar una línea de oceanografía comparada, siendo ésta una de las contribuciones más globales que pudieran surgir del programa.
Se sabe que estos sistemas son altamente productivos. En México, la captura pesquera que se realiza en este sistema de corrientes es la más importante. Por ello uno de los objetivos particulares del programa es estudiar el plancton -base de esta alta productividad- pues, como está a la deriva, es llevado o arrastrado por las corrientes, el oleaje, las mareas y otros fenómenos físicos que inciden de manera importante en su distribución.
Sin embargo, en los cruceros que el personal científico ha realizado a bordo del B/O Francisco de Ulloa (cada uno consta de 90 estaciones entre Ensenada y Bahía Magdalena, distribuidas en 12 transectos que se cubren en 22 días) se toman datos sobre la física, la química y la biología de esta porción oceánica.
Esta información ha servido para publicar 46 artículos en revistas arbitradas, entre ellas Deep Sea Research, en Journal of Geophysical Research, en Marine Ecology Progress Series, Journal of Oceanography, Progress in Oceanography, Journal of Fish Biology, Journal of Atmospheric and Oceanic Technology, Continental Shelf Research, Geophysical Research Letters y en Ciencias Marinas.
También han servido para publicar 30 reportes técnicos en tópicos de hidrología, 17 de zooplancton, tres de química y 3 de ictioplancton. Muchos de ellos se encuentran en línea en el sitio web de IMECOCAL.
¿Cuántos estudiantes se han subido a la “bicicleta de Einstein” gracias a este programa? Pues han sido siete estudiantes de doctorado, 15 de maestría y 12 de licenciatura, además de los que tienen sus tesis en proceso. Los graduados han sido del CICESE, de la UABC, del CICIMAR, del CIBNOR, de la Universidad Autónoma de Guerrero y recientemente de la Universidad de Occidente, unidad Guasave.
Además, se ha tenido oportunidad de apoyar a otros programas e instituciones extranjeras durante los cruceros de IMECOCAL, como el lance de oportunidad en 2004 de una boya que mide flujos verticales de bióxido de carbono y metano (CO2 y CH4) entre la atmósfera y el océano, del grupo que encabeza el Dr. Francisco Chávez, del Instituto de Investigación del Acuario de la Bahía de Monterey (MBARI, por sus siglas en inglés), California.
También la liberación de otra boya en 2005 del programa internacional Argos de observaciones oceánicas, que sirvió para establecer contacto con esta ambiciosa iniciativa global que tiene como objetivo desplegar 3 mil boyas perfiladoras sumergibles, y con el Instituto Español de Oceanografía.
A lo largo de estos años el programa IMECOCAL ha recibido financiamiento a través de diversos proyectos aprobados por el CONACYT, el CICESE, el Instituto para México y Estados Unidos de la Universidad de California (UC-Mexus), la secretaría de Medio Ambiente (SEMARNAT), la National Science Foundation (NSF), del Instituto Interamericano para la Investigación del Cambio Climático Global (IAI) y del Eastern Pacific Consortium (EPC) del IAI.
Entre las contribuciones científicas que ha aportado este programa, el Dr. José Gómez destacó los estudios sobre el esfuerzo del viento promedio, su energía cinética media, sobre la profundidad de la capa de mezcla, la presión del aire y sobre el fenómeno de surgencias, entre otros.
Agencias/Simacaribe 13 jun 2011