Con esta imagen, y su historia, deseamos a todos los amigos y lectores de Sima Caribe una Feliz Navidad 2014, esperando que nos sigan distinguiendo con su presencia en nuestro blog.
¡Feliz Navidad!
Un pesebre navideño con mas de 6mil conchas marinas
La idea empezó en 1974, cuando a Nicasio Nuñez, un jefe de obra del sur de España, se le ocurrió hacer un pequeño pesebre navideño para sus hijos con las conchas que recogía de la playa. Después, día tras día, continuó añadiéndole figuras hasta hacer un pesebre de más de 6.000 conchas marinas, que esta navidad cumple 40 años.
Con el tiempo, Nicasio ha conseguido simular un pesebre con vida dotando a los personajes de articulaciones y gestos. Ha introducido un pequeño motor, a modo de corazón, dentro de los caparazones de las figuras. "Algunas tienen hasta seis movimientos, y en total hay hasta 300 en todo el Belén", asegura. En la imagen se observa como uno de ellos desprende agua y moja al público cuando se le habla. Se activa con un sensor de sonido.
"Yo no sabía nada de mecánica, pero de ver trabajar a mis compañeros construyendo edificios, aprendí. Después de muchos intentos, de fallo y error, lo he conseguido", asegura. Para dar vida a los personajes, la creación requiere la energía de un motor de 4.000 vatios.
Nicasio y su mujer abren cada Navidad las puertas de su casa en Sevilla para que miles de niños vayan a ver su obra. La entrada es gratuita, aunque acepta los donativos que los asistentes quieran entregar.
La mayoría de las conchas son de las costas de Andalucía, en el sur de España. "Nuestros familiares y amigos nos han ayudado a recopilarlas, pero casi todas las hemos recogido mi mujer y yo", dice Nicasio.
Más de una persona le ha propuesto a Nicasio que se presente al premio Guinness de los Récords. La organización internacional le llamó para comunicarle cómo podía conseguir el galardón. "Me dijeron que tenía que contar todas las conchas una a una para verificarlo, pero eso es imposible, no tengo paciencia, aunque probablemente lo conseguiría", asegura.
"Le tengo muchísimo cariño a todas las figuras, no me podría quedar con ninguna en especial", concluye Nicasio, de 84 años. "Lo que más me gusta que digan es que es un Belén insólito" destaca, rodeado de su hermosa obra.