Llegaron las ballenas a Chubut y, como cada año, pueden verse decenas de magníficos ejemplares de la especie franca austral desde la costa de Puerto Madryn o a través de excursiones embarcadas en Puerto Pirámides. Los cetáceos arriban a la zona de Península Valdés para procrearse y parir a sus crías, dando lugar a un espectáculo natural que no se repite en otro lugar del mundo.
Península Valdés fue declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco en 1999. Se trata del Área Natural Protegida más importante de Chubut, y desde distintas partes del mundo llegan turistas para conocer este magnífico escenario y tomar contacto con la naturaleza en una experiencia única.
El 11 de junio comenzó la temporada de avistajes en Puerto Pirámides, la localidad de la península que concentra toda la actividad en torno a las ballenas. Desde allí zarpan las embarcaciones de las empresas prestadoras del servicio, que llevan a los visitantes a navegar las tranquilas aguas del Golfo Nuevo. La temporada se extiende hasta finales de diciembre.
El avistaje de ballenas se remonta a la década de los 70, siempre bajo estrictas reglas para brindar seguridad a los turistas y garantizar el buen trato de los apacibles gigantes. Los avistajes embarcados desde Puerto Pirámides son realizados por seis empresas, reguladas por la Subsecretaría de Turismo y Áreas Protegidas de la Provincia. Las embarcaciones tienen una capacidad máxima de 70 pasajeros, deben ser silenciosas y de motores sin aceite, para evitar la contaminación. La observación dura como mínimo 90 minutos, con media hora entre la salida de un barco y otro. A su vez, la velocidad de navegación no debe superar los 10 nudos y reducirse a cinco cerca del animal. Junto al avistamiento embarcado, en los últimos años fue surgiendo una nueva modalidad de observación desde la playa El Doradillo, a 13 kilómetros de Puerto Madryn. A pocos metros de la costa, cuando la marea está alta, los cetáceos realizan un verdadero espectáculo que sólo requiere una caminata frente al mar para verlos.
La ballena franca austral mide aproximadamente unos 14 metros y puede pesar hasta 50 toneladas. La gestación de estos mamíferos dura un año, y cada hembra da a luz sólo una cría por vez. La mansedumbre y la curiosidad de esta especie, junto con la experiencia y a la técnica desarrollada por los capitanes balleneros, convierten el avistaje de ballenas en Puerto Pirámides en uno de los más espectaculares del mundo, siendo el lugar de mayor concentración mundial de la ballena franca austral. Los turistas embarcados podrán ver cómo las ballenas se deslizan por debajo de la embarcación y se acercan de manera pacífica y amigable.
Agencias/SimaCaribe 2 jul 2011