Se están produciendo vastas migraciones de especies marinas por el derretimiento del casquete polar ártico y la apertura de caminos nuevos entre los océanos. Especies que no habían sido vistas durante siglos, o más, cruzan ahora el Pacífico hacia el océano Atlántico norte a través de un nuevo Pasaje Noroeste, un fenómeno que los científicos advierten podría poner en peligro el ecosistema del Atlántico norte.
“Un cambio geográfico de esa naturaleza podría transformar la biodiversidad y el funcionamiento de los ecosistemas marinos del Ártico y del Atlántico norte”, pronostica la Fundación Sir Alister Hardy para la Ciencia Oceánica (SAHFOS), según informa TG Daily.
Luego de desaparecer del Atlántico norte hace 800.000 años, reapareció una especie minúscula de plancton, llamada Neodenticula seminae, que probablemente viajó desde el Pacífico hasta el océano Ártico. Esto representa “la primera evidencia de una migración transártica en los tiempos modernos”, dijo la SAHFOS.
El año pasado, a pesar de haber estado al borde de la extinción en el océano Atlántico a mediados de 1700, se observó una ballena gris del Pacífico en las costas de España e Israel, informa Associated Press.
Estos hallazgos se mencionan en un catálogo nuevo del proyecto de Investigación del Ecosistema Marino Europeo y el Cambio Climático (CLAMER), en el que 17 institutos colaboran en estudios sobre el cambio climático y los océanos en 10 países europeos. Este trabajo combina los resultados de casi 300 proyectos de investigación sobre el cambio climático financiados por la Unión Europea (UE) durante 13 años.
“Las migraciones son un ejemplo de cómo las condiciones cambiantes del clima provocan que las especies migren o modifiquen su comportamiento, lo que se traduce en cambios en los ecosistemas, que ya son visibles hoy en día”, explica Carlo Heip, director general del Instituto Real de Holanda para la Investigación NIOZ, que lidera el proyecto CLAMER.
Mientras documenta el cambio en el fitoplancton a través del Estudio Permanente del Registro de Plancton –el estudio de biología marina más extenso geográficamente y prolongado que se haya realizado-, el SAHFOS halló que las poblaciones de unos animales diminutos llamados copépodos también están cambiando, lo que pone en peligro el suministro de alimento de peces como el bacalao, el arenque, la caballa y sus depredadores.
A medida que avanza el cambio climático y aumentan las temperaturas de las aguas del Atlántico y del Mar del Norte, el copépodo Calanus finmarchicus está siendo reemplazado por una variedad más pequeña y menos nutritiva. Los investigadores creen que esta situación provocó el colapso de determinados stocks de peces.
“Lo más importante del cambio climático es el ritmo con el que suceden los cambios en este momento. Tuvimos cambios, tuvimos calentamiento, tuvimos enfriamiento, tuvimos las eras glaciales, pero siempre fue más lento de lo que sucede en la actualidad”, dijo a CBS News Katja Philippart, bióloga marina del Instituto Real de Holanda y coordinadora de CLAMER. “Es un ritmo sin precedentes.”
Entre otras muchas especies que se están trasladando hacia el Norte, la marsopa migró del sector norte del Mar del Norte cuando elsandeel, un pez pequeño que es su presa preferida, se trasladó hacia el Norte.
“Los pronósticos de que aumentarán las temperaturas y que amainarán los vientos en el Mar del Norte hacen que sea probable que estas especies sean más abundantes y que se trasladen hacia el Norte”, dijeron los científicos del Instituto Holandés de Ecología (NIOO). “Esto afectará la cadena alimentaria del Mar del Norte y, por lo tanto, a las especies comerciales por la depredación de los juveniles y la competencia por el alimento.”
Agencias/SimaCaribe 2 jul 2011