miércoles, 4 de abril de 2012

“Un músico tiene de profeta la sensibilidad y la visión


Es un tipo peculiar. Ávido por descubrir cualquier cosa, un hermoso texto que musicar, una expresión que se aproxime a lo que piensa, una sonrisa que escanciar... Vinicio Capossela (Alemania, 1964) prácticamente toda su vida afincado en Italia, donde sus compatriotas le respetan. Su talento es poliédrico, casi tanto como sus respuestas. Llega a España para presentarnos su último trabajo, ‘Marinai, profeti e balene’, un disco centrado en el mar.................Este es su disco número trece. Imagino que no será supersticioso...?
Sí, soy supersticioso, por eso hemos querido desafiar a la suerte con el disco más complicado y más expuesto al infortunio, a la tempestad, a la mala suerte y, además, en 2012, año en que según Nostradamus acaecerá el fin del mundo... Un capitán es siempre supersticioso, intenta siempre entender... y tiene supersticiones pequeñas y personales.

Si echa la vista atrás, ¿se arrepiente de alguno de los trabajos que ha hecho?
Casi siempre me arrepiento de la velocidad con la que han sido grabados los temas. Me arrepiento de los discos que todavía no he grabado y, en general, me arrepiento de haber grabado todos estos discos y de no tener una casa con una bonita familia y trabajar como ingeniero químico.

¿Se siente nómada?
No, me siento hecho trizas, fragmentos, por eso busco la unidad. Plotino, el filósofo, decía que la música tiene el deber de hacernos sentir la nostalgia de conseguir la unidad inicial. Para mí la música es el único lugar donde las piezas se recomponen.

¿Qué es lo que más le ha seducido del mar hasta el punto de zambullirse en él y dedicarle un disco?
Lo he hecho para poder hablar la lengua de los marineros y la maravillosa lengua de la literatura del mar, una literatura estrechamente unida con el destino. ‘Moby Dyck’ habla del destino, la ‘Odisea’...
Sobre todo mi mar es un mar de la literatura y del amor por la lengua del que se habla en ciertos textos arquetípicos, clásicos: la Biblia, 'La Divina Comedia'...
Hablar esta lengua recrea el alma, sobre todo en un periodo histórico en el que la cultura está a la baja. Escucha a la gente, ve la televisión... necesitan cosas profundas, luminosas... dentro podemos tener todo. No quiero ser místico pero, en mi opinión, hay un acercamiento claro siempre hacia lo eterno. El mar te hace sentir lo eterno, la gran música te hace sentir lo eterno...

¿Es usted un hombre de fe? 
No, pero tengo fe en la literatura, también la religiosa.

¿Con quien se siente más identificado, con un marinero o con un lobo de mar? 
Con un marinero raso, no con el que asume las decisiones de quien lleva el barco.

¿Qué tiene de profeta un músico?
El profeta debe tener mucha visión; no es un hombre que conoce el futuro, es el hombre que tiene visiones. Un músico tiene de profeta la sensibilidad y la visión, pero no es un profeta, el profeta va por delante, el músico va por detrás. Soy más un zahorí que un profeta. Debo estar atento a las señales para intentar comprender por dónde debo ir.

¿Qué tenían estos textos de especiales para haberlos elegido?
Son textos arquetípicos. Los he elegido por su dimensión bíblica. Son como la Biblia aplicada al mar, pero también por el sentido de la aventura. La ‘Odisea’ de Homero, porque habla en la lengua de mis abuelas, la que se hablaba cuando era pequeño entre la gente del campo de la que vengo. En la ‘Odisea’ está el sentido del honor, de la fidelidad, de la espera, todos estos temas de los que hablaban mis tías alrededor de fuego. Porque en mi opinión, en Italia hasta finales de los años sesenta, estos argumentos han tenido una continuidad desde Grecia hasta la aparición del consumismo. Oir hablar aquella lengua es como si mi abuela tuviera dos mil años. No es sólo la fábula, es sentirla cerca. Cuando pienso en la ‘Odisea’ no pienso en lo que estudié en el colegio. Pienso en el sentido del honor... en la humanidad de Ulises...

¿Cuesta mucho se honesto con uno mismo y no dejarse llevar por las modas?
Es difícil explicar por qué una obra se impone a otra. Te debes poner al servicio de la obra aunque la casa discográfica no esté de acuerdo. Este disco lo que he tenido que hacer solo, porque no han creído en él, les ha parecido muy complicado de realizar. Ha sido una autoproducción. Los discos que he grabado con la Warner se quedaban en Italia porque a la Warner de otros países no les interesaba...
Este disco lo hemos concebido como una empresa... ahora vamos a descubrir América. Hay momentos en los que la vida te invita a viajar. Por cuanto lo he hecho con 45 años, he querido afrontar los grandes temas del hombre. Este disco no es un disco sobre el mar, es un disco antropológico sobre el hombre. Conrad es un autor que ha tenido mucho que ver con esta obra porque trata al hombre en el territorio del hombre. El comandante Schettino lo primero que hizo fue abandonar la nave. Los italianos son católicos y perdonan todo. Mientras que los anglosajones no tienen mediador, confesor, las responsabilidades son de cada uno. Por eso es tan fuerte la literatura anglosajona, porque son todo historias que van hasta el final.

Los conciertos que usted crea son puro espectáculo pero, ¿la parafernalia en torno a la canción distrae de la música o la engrandece?
Creo que la representación de este disco debe ser un espectáculo, pero no es algo que sustituya a la fantasía. Hacer un espectáculo es importante respecto de un concierto porque un concierto tiene un repertorio. Bien es cierto que ser demasiado teatral sustituye a la canción. No es como el cine que uno está pasivo, la canción debe completarla tanto el autor como el espectador. Un concierto es un espectáculo en el sentido de que debes poner todo del espíritu y de la vocación. El espectáculo no es una representación, es una evocación. Es más poético que narrativo. Más épico que lírico. El sentido épico es muy importante.

De todos los mares que ha contemplado, ¿Cual se acerca más al ideal?, el que podría encajar más con el mar del disco? 
El mío es el mar de las visiones, tal vez el mar muerto... tal vez ése.

Para terminar, ¿qué tipo de música española le interesa? 
La música de la pena. La música española tiene siempre el sentido de la frontera, también la ranchera, el bolero... es siempre música muy evocativa. Cigala, Camarón... Seguramente tengo mucho por descubrir en la música española.

Agencias/SimaCaribe 4 abr 2012