Además de caracterizarse por su desenfrenado consumismo, los países del Norte industrializado ponen de relieve en materia de medio ambiente un acentuado distanciamiento de las inquietudes del planeta, bajo los efectos del cambio climático, Cuba incluida.
El cambio climático es una realidad tangible que destruye la capa de ozono y ocasiona graves perjuicios para la salud y la economía, porque, entre otras secuelas castiga la agricultura, columna vertebral de la producción de alimentos.Los Estados insulares del Caribe están expuestos a muchos de los fenómenos advertidos por los científicos, ya evidentes, aunque de forma incipiente.Como parte de esa región, Cuba también padece los primeros efectos del cambio climático, sobre todo por su vulnerabilidad costera.Investigadores de la mayor de las Antillas iniciaron un estudio en el 2007 con el apoyo estatal que arrojó entre sus resultados la necesidad de mitigar los efectos de la elevación del nivel medio del mar.Destacan las recomendaciones hechas por los expertos a las autoridades cubanas como la conveniencia de regular las construcciones en tierras próximas a las costas, rehabilitar y mantener las playas arenosas y recuperar los manglares.Además, los especialistas en la materia indicaron que las autoridades deben frenar el deterioro de los arrecifes de coral y profundizar en las investigaciones relacionadas con la materia.Se trata de una investigación seria y responsable que fue objeto de la máxima atención del Estado y el gobierno cubanos, a cuyo efecto se han comenzado a adoptar las medidas recomendadas, aún en medio de limitaciones económicas.Es oportuno apuntar que Cuba cuenta con 93 municipios costeros, de un total de168 de esos territorios delimitados en la geografía nacional.De ahí el imperativo de reducir las vulnerabilidades en los espacios naturales cercanos a los litorales y adoptar las regulaciones adecuadas en los asentamientos humanos contiguos.Ya se tomaron acciones efectivas en la sureña región de Santa Cruz del Sur, en la oriental provincia de Camagüey, con enclaves poblacionales muy próximos a la costa, castigados por los huracanes, como ocurrió en el 2008. Las comunidades renovadas allí ya NO están localizadas próximas a la línea costera, como deseaban incluso algunos de los moradores, atendiendo a recomendaciones expresas de los científicos y otros investigadores.Como señalara recientemente el presidente cubano, Raúl Castro, “el cambio climático es una evidente amenaza global que reclama soluciones urgentes, justas y equilibradas, que involucren de forma real y efectiva a todos los países”.Todavía el Hombre NO cuenta con todas las respuestas para afrontar los desafíos del cambio climático, pero en Cuba se trabaja afanosamente al respecto y los resultados están a disposición de sus vecinos caribeños.
Agencias/SimaCaribe 14 dic 2011