Un profesor de oceanografía de la Universidad del Estado de Florida (FSU) tiene un “nuevo paradigma” para describir cómo circulan los océanos del mundo. Con esto se podría dar nueva forma al conocimiento de la ciencia de los procesos por los que el viento, el agua, la luz solar y otros factores interactúan e influyen en el clima del planeta. El profesor Kevin Speer y un colega publicaron recientemente un importante trabajo en la revista Nature Geoscience.........
..........Trabajando con John Marshall, profesor de oceanografía del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), Speer examinó –o fundamentalmente sintetizó- grandes cantidades de datos anteriores sobre la circulación oceánica (incluyendo los primeros trabajos que él mismo realizó). Como resultado, crearon lo que Speer llama un paradigma nuevo en el estudio de las corrientes oceánicas a escala global.
Así es cómo funciona: Básicamente, los océanos, junto con la atmósfera, reequilibran el calor en el planeta. El sol brilla sobre la Tierra y calienta los trópicos más que los polos.
Cerca de los polos, el océano es frío y el agua desciende; cerca del ecuador, la superficie del océano es atractiva y cálida, y flota sobre aguas frías más profundas.
Por eso la pregunta es: ¿Por dónde vuelve a subir el agua que va hacia las profundidades?
Speer, Marshall y otros oceanógrafos ahora creen que surge en el océano Austral que circunda la Antártida y no en los océanos templados como se pensaba antes.
“No decimos que no surge nada en el resto de los océanos del mundo, sino que la mayor parte surge en el océano Austral -dice Speer-. En gran medida es dirigido por el viento.”
Vientos muy fuertes, para ser precisos.
En las aguas tempestuosas que rodean la Antártida, los navegantes llaman a esos vientos los “Rugientes cuarenta” y los “Furiosos cincuenta”. Se originan cerca de Ecuador, en donde el aire caliente se eleva y luego es empujado hacia los polos norte y sur por las corrientes de aire frío que ingresan.
Las “aguas arremolinadas” resultantes que surgen en el océano Austral, como las describe Speer, podrían, de hecho, describir el proceso más importante hasta la fecha que ayuda a los científicos a comprender la función del océano y el clima.
El equipamiento del laboratorio incluye una gran mesa giratoria diseñada hace casi medio siglo por el fundador del laboratorio, el profesor de meteorología del estado de Florida, Richard Pfeffer. (Puede ser un aparato viejo, pero es uno de los más grandes y mejores de Estados Unidos, afirma Speer). Aquí los estudiantes pueden recrear la agitación del océano y estudiar un fenómeno natural como la corriente circumpolar antártica.
Speer y sus alumnos estudian las corrientes oceánicas gracias a un subsidio de USD 2,5 millones, que es parte de otro mayor de USD 10 millones de la Fundación Nacional para la Ciencia que el FSU comparte con otras ocho universidades e instituciones de todo el mundo. Para la investigación se utilizaron rastreadores y flotadores que se colocaron en el océano para estudiar las combinaciones y la diseminación de las corrientes.
Agencias/SimaCaribe 29 ago 2012