jueves, 18 de diciembre de 2014

Incorporaciones: El Diccionario abre la puerta a "Cambio Climático"


"Posidonia" y "cambio climático" son algunas de las nuevas entradas del último diccionario de la RAE, en donde además se revisan definiciones como la de "parque nacional", que deja de ser un espacio acotado para evitar que "las bellezas naturales se desfiguren con aprovechamientos utilitarios".
La 23ª edición ofrece en total 195.439 acepciones e introduce casi 49.000 enmiendas.

La cifra de términos verdes nuevos o enmendados no es muy elevada, pero hay que tener en cuenta la limitación de espacio físico del diccionario y que se trata de una obra dedicada al léxico, no la terminología, es decir, al léxico especializado de las diversas áreas del conocimiento: estas voces solo entran cuando su uso se ha generalizado, explica a Efe Celia Villar, lexicógrafa de la Fundéu BBVA.
El  nuevo diccionario digital que proyecta la Real Academia podrá incluir no solo muchas más entradas sino más información de la que se facilita ahora, añade la lexicógrafa de la Fundéu, fundación patrocinada por Efe y el BBVA, y asesorada por la RAE, cuyo fin es el buen uso del español en la prensa.
El Diccionario, cuya versión en papel ocupa 2.376 páginas, ha sido sometido a una profunda revisión durante los 13 años transcurridos desde su anterior edición en 2001.

Las nuevas entradas relativas a medioambiente son: “agroturismo”, “agujero de ozono”, “ambientalista”, “bandera azul”; “bío”, “biocombustible”, “biodiésel”, “calentamiento global”, “cambio climático”, “energía alternativa”, “energía renovable” y “energía solar”, e “impuesto ecológico”.



 Se suman a ellas “ecorregión”, “ecosistémico”, “lluvia radiactiva”, “monumento natural”, “paisaje protegido”, “parque eólico”, “posidonia”, “reserva de la biosfera”, “turismo rural” y “anticontaminación”.

En la mayoría de los casos son palabras extraídas de los medios de comunicación, añade Villar, que recuerda que la RAE sólo introduce aquellas cuyo uso esté asentado en la comunidad.

La 23 edición de la Real Academia define el “calentamiento global” como el aumento de la temperatura de la atmósfera terrestre asociado en parte a la emisión de gases de efecto invernadero, y el “cambio climático” como el “cambio previsible en el clima terrestre provocado por la acción humana que da lugar al efecto invernadero y al calentamiento global”.

El “agujero de ozono” es la región de la atmósfera en la que se produce una disminución de la concentración de ozono, más pronunciada en la Antártida, y el adjetivo “anticontaminación” remite a aquello que evita o reduce la contaminación del medio ambiente.

Dentro del bloque de definiciones revisadas figura, entre otras, “capa de ozono”, “reserva natural”, “sostenible”, “ecologista” y “parque nacional”.
Respecto al último término, la 23 edición del diccionario afirma que es un “espacio natural, con características similares a las de un parque, cuya conservación ha sido declarada de interés nacional por ser representativo de alguna zona geográfica natural”.

Por contra, la edición de 2001 afirmaba que era un “paraje extenso y agreste que el Estado acota para que en él se conserve la fauna y la flora y para evitar que las bellezas naturales se desfiguren con aprovechamientos utilitarios”.
Otros cambios afectan a “ecologismo”, definido ahora como un movimiento sociopolítico que propugna la defensa de la naturaleza y la preservación del medio ambiente”, mientras que anteriormente era un “movimiento sociopolítico que, con matices muy diversos, propugna la defensa de la naturaleza y, en muchos casos, la del hombre en ella”.

También se revisa la definición de “sostenible”, un adjetivo que aplica ahora especialmente en ecología y economía.
Entre las acepciones nuevas se encuentra “producto ecológico” -aquel que no es perjudicial para el medio ambiente- y “ecológico”, “realizado u obtenido sin emplear compuestos químicos que dañen el medio ambiente”, como por ejemplo “agricultura ecológica” y “tomates ecológicos”.