Una sima es el punto más bajo de una cavidad abierta al exterior en la roca, a la que se accede por un conducto vertical originado por un proceso erosivo kárstico. Hay simas oceánicas, situadas bajo el nivel del mar, y simas terrestres, siendo la Fosa de las....... Marianas la más profunda de las primeras llegando hasta casi los 11 kilómetros bajo el nivel del mar.
En tierra la sima más profunda del mundo está en Abjasia, en el Macizo de Arabika en los Montes de Gagra, cuya profundidad alcanza unos 2.240 metros. En España existen varias simas, con mayor profundidad en las de la zona norte peninsular. La más profunda de todas ellas, que además está considerada por unos como la cuarta sima más profunda del mundo, y por otros como la séptima (depende de las mediciones), se encuentra en Asturias.
Se trata de la torca del Cerro del Cuevón (una torca es una depresión geológica característica de los sistemas kársticos). Se halla en el macizo central de los Picos de Europa, en el concejo de Cabrales.
El Sistema del Cerro del Cuevón tiene dos accesos o torcas: la otra, menos profunda es la torca de las Saxifragas.
Pero la que aquí nos interesa es la denominada T–33, la torca del Cerro del Cuevón, cuya entrada está situada a 2.019 metros de altitud. Tiene 1.589 metros de profundidad (con un desarrollo total de 7.060 metros), lo que la convierte en la mayor de España, y por su fondo discurre un torrente subterráneo, el río Marbregalo.
Está considerada por algunos espeleólogos como la sima más difícil del mundo, porque no tiene bocas intermedias y, por tanto, es necesario realizar el recorrido completo desde la única entrada para bajar. De hecho, se necesitan 3 días para completar el descenso. Algo que logró por vez primera el equipo internacional de espeleólogos Cocktail Picos, en el que había un grupo valenciano, capitaneado por los franceses, en 1998.
La torca sirve de lugar de entrenamiento para el Grupo de Rescate e Intervención de Montaña de la Guardia Civil, que hace poco, en octubre de 2017, exploraba la sima con el fin de extraer provechosos conocimientos que podrán ser utilizados en posibles accidentes de espeleología, así como de abrir camino al grupo de espeleólogos 17 picos+17 simas, atascados en un estrecho paso denominado Olvidar.
Este grupo logró alcanzar el fondo de la sima (la segunda vez en la historia, después del mencionado en 1998) el 1 de noviembre de 2017, colocando en ella un dispositivo del Instituto Geológico Minero de España, para tomar medidas de la temperatura y gases. Emplearon 4 días en el descenso y otros 2 en el ascenso de regreso.