El Grupo conservacionista Sea Shepherd inició su campaña “Blue Rage” (Furia Azul), en defensa del atún, con la partida de dos barcos del grupo del puerto de Toulon, Francia. El Steve Irwin, de bandera holandesa, y el Brigitte Bardot, de bandera australiana, partieron del mencionado puerto hacia las aguas de la conflictiva Libia.
Sea Shepherd dice que su misión es detectar e interceptar operaciones de pesca ilegal de atún rojo por parte de los que puedan aprovechar el conflicto en ese país para capturar ilegalmente esta especie en gran peligro.
Los dos barcos zarparon de Toulon antes de la hora prevista para evitar la amenaza de un ataque por parte de pescadores franceses disgustados, que pretendían evitar su partida.
La tripulación de los barcos de Sea Shepherd está integrada por 46 voluntarios (18 mujeres y 28 hombres), que están preparados para llevar a cabo acciones a pesar de los riesgos de enfrentarse a los pescadores furtivos en las aguas hostiles de Libia, destaca la organización.
La tripulación representa 17 nacionalidades, incluyendo 10 naciones miembros de la Unión Europea (UE). Los países representados a bordo son: Australia, Bélgica, Canadá, Ecuador, Alemania, Grecia, India, Irlanda, Italia, Nueva Zelanda, Holanda, Sudáfrica, España, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos.
La operación Furia Azul 2011 se concentra en intervenir las operaciones de pesca de atún rojo que se lleven a cabo en las costas libias, una región cerrada para la explotación de ese recurso por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún del Atlántico (ICCAT) y la comisión de Pesca de la UE.
La campaña y los barcos de Sea Shepherd están bajo el mando del capitán Locky MacLean, a bordo del Steve Irwin. El capitán Siddharth Chakravarty, de la India, está al mando del Brigitte Bardot. El capitán Paul Watson comandará directamente la campaña cuando retorne al Steve Irwin, el 8 de junio.
“Nuestra misión es simple -explica Watson-. Cualquier barco pesquero que encontremos en la costa libia estará operando ilegalmente. Les cortaremos las redes, liberaremos los peces y documentaremos e informaremos sus operaciones a la ICCAT y la UE.”
“Siempre me preguntan si es una operación peligrosa -comentó Watson-. Claro que es una misión peligrosa, por eso somos el único grupo se dirige a esta zona de conflicto. Vamos a donde los demás no se arriesgan y hacemos lo que otros no se atreven a hacer: hacer respetar la ley de conservación internacional.”
Durante el lanzamiento de la campaña Furia Azul, en junio de 2010, el Steve Irwin interceptó una operación de atún ilegal en las costas libias. Activistas de Sea Shepherd cortaron las redes y liberaron más de 800 atunes rojos.
“Creemos que este año será mucho más fácil -dijo MacLean-. Cada barco pesquero dentro de esta área es un objetivo para tomar intervención y no necesitamos preocuparnos por los planes o los barcos de la Marina de Libia.”
“Mantendremos a las fuerzas de la OTAN informadas de nuestras actividades y también reportaremos a los funcionarios de la UE correspondientes. No podemos permitir que los pescadores furtivos aprovechen el conflicto para capturar esta especie magnífica”, agregó.
La presidenta de Sea Shepherd de Francia, Lamya Essemlali, coordina las operaciones de inteligencia de la Operación Furia Azul 2011.
“Tenemos bastante evidencia de que se intentará explotar esas aguas no controladas durante esta temporada y sospechamos que encontraremos pescadores ilegales que intentarán aprovecharse de la guerra que azota Libia”, señaló Essemlali.
“Un solo atún rojo puede costar USD 70.000 en el mercado de pescado japonés. Esto significa una gran motivación para violar las leyes”, aseveró.
Agencias/SimaCaribe 05 jun 2011