Armados de perseverancia dedicación y muchas energías, la Fundación La Tortuga le dice a los ciudadanos “ayudar es sencillo”.
Mantener las playas limpias es una forma de colaborar con la conservación de la vida de las tortugas, relató el biólogo marino Pedro Vernet.
La Fundación La Tortuga empredió el programa social “Ayudar es sencillo”, patrocinado por Ferretería Epa, con el propósito de preservar la vida animal y concientizar a los ciudadanos a favor de las playas.
Desde los años 80 se comenzó a alertar acerca de la extinción de las tortugas, pero en 2004 se acrecentó su desaparición.
Especies a defender
En Venezuela hay 5 especies de quelonios marinos fuertemente amenazadas por la captura accidental o incidental, que es la que ocurre sobre las especies que no son el objetivo primario de la pesca.
A la tortuga Cardón se le distingue de otras, porque sobre su caparazón óseo reducido no se encuentran placas córneas, por lo cual presenta un caparazón liso, ligeramente flexible y cubierto de piel negra con manchas blancas.
La especie de carey se distingue por un pico angosto y puntiagudo con el que captura esponjas y otros organismos de cuerpo blando de los arrecifes coralinos.
La tortuga blanca o Chelonia mydas se conoce por el color de su grasa. El hocico es redondeado y las mandíbulas aserradas.La Caguana es una de las tortugas marinas más grandes que existen, llega a pesar hasta 227 kg en su madurez. Su caparazón, de color café rojizo, mide hasta 114 cm, su cabeza es ancha, su color va de el amarillo al café olivo y está cubierta por escamas.
La tortuga Lora no es muy común en Venezuela. Se alimenta en tierras venezolanas, pero deja sus huevos en otras costas. Su coloración dorsal es gris en los individuos jóvenes y verde oliva, en los adultos. El caparazón es redondeado, a menudo tan ancho como largo y las placas del caparazón no se solapan unas con otras.
En las playas del Parque Nacional Mochima se han visto tortugas marinas. El ecologista Pedro Vernet puntualizó que en la Isla Mono encontraron tres anidaciones, en playa Conoma una y en Isla Colorada dos.
Explicó que para que se produzca un anidamiento la tortuga busca su hábitat . La hembra sale del agua y se arrastra hacia arriba por la playa hasta encontrar un sitio apropiado para desovar. Si son perturbadas por luces o por ruidos en la playa, las hembras de la mayoría de las especies retornarán al agua sin haber puesto sus huevos.
Una vez que ha encontrado un lugar adecuado para hacer su nido, cava con sus aletas un hoyo del tamaño de su cuerpo. Luego, con las aletas traseras, hace uno más profundo y en forma de vasija alargada; con mucho cuidado va sacando la arena con una de sus aletas y la echa a un lado; luego saca más arena con la otra aleta. Cuando el hoyo que forma el nido está terminado, la hembra deja caer sus huevos en él, uno o dos a la vez y de apariencia coriácea. Mientras ella hace esto, le brotan lágrimas para mantener sus ojos húmedos y libres de arena, detalló, el experto.
Atendió a la tortuga como a su hija
Domingo Mata, comerciante de playa Conoma, estaba en su negocio cuando escuchó unos gemidos. Al asomarse vio que algo caminaba. Era una tortuga y de ella venía el ruido. Al ver que estaba buscando acomodo para dejar sus huevos, Mata la consintió y le daba masajes. El desove sirvió para activar la Red de Aviso Oportuno (RAO) en Anzoátegui, estrategia integrada de información y acción que eleva la eficiencia del trabajo de conservación de tortugas, integrada por personas voluntarias. Mata fue ayudado por representantes de FLT, Inparques y la Estación de Guardacostas de Guanta.
Agencias/SimaCaribe 1 jul 2011