viernes, 30 de septiembre de 2011

Las infraestructuras amenazan la biodiversidad


Los ecosistemas naturales necesitan de un equilibrio ecológico para su supervivencia, sin embargo, con el incremento de las zonas pobladas y el desarrollo, el límite de estos hábitats se ve comprometido. Una de las principales afectaciones es por la construcción de carreteras, así como otras obras de infraestructura.

Para el biólogo Armando Castellanos, quien realiza monitoreo de tapires en Papallacta, una de las interrogantes que desea establecer es cómo las vías o la construcción de fuentes que proveen de agua a las ciudades alteran la vida de este tipo de especies.

Entre los principales problemas que se presentan están la fragmentación de ecosistemas, la dispersión de especies, la disminución de las poblaciones de flora y fauna nativa, la alteración del ciclo hidrológico, los cambios microclimáticos, la producción de material particulado, la generación de ruido y la contaminación del suelo, agua y aire.

Cambio de vida

Por su parte, el biólogo marino Xavier Chalén menciona que “cuando se alteran los sitios naturales donde acostumbran a vivir las especies, estas se confunden y así varía su ciclo de vida”. Un ejemplo sucede con las tortugas marinas que tienen el hábito de llegar a las playas ecuatorianas para anidar, pero al observar ciertos cambios modifican su comportamiento. El experto comenta que “las tortugas suelen guiarse por la Luna, sin embargo, cuando existe iluminación artificial en las cercanías suelen confundirse y desviarse de su camino”.

Asimismo, las más frecuentes variaciones de la naturaleza a causa de las construcciones de infraestructuras se originan por la generación de actividades como la minería, la extracción petrolera o la maderera, ya que estos recursos se obtienen del medioambiente y para llegar a estos se despliegan modificaciones.

Planes ambientales

Carlos Vergara, ingeniero ambiental, explica que para la intervención en sitios con biodiversidad “siempre se deben presentar planes de manejo ambiental para disminuir el impacto que generarán las construcciones”, pero añade que “es una práctica no habitual en el país y que hace pocos años se está controlando con más eficacia”.

Para este experto la parte más preocupante es cuando se alteran las fuentes de alimentación de los animales o de las plantas, lo cual repercute directamente en su reproducción.