Es como tener un tiburón en tu bolsillo todo el tiempo", dijo la doctora Barbara Block, responsable del proyecto que incluye además de la app, el uso de tablas de surf robóticas para patrullar el Pacífico.
Brock explicó que el proyecto se inició como parte del Censo de la Vida Marina (CVM), un ambicioso programa en el que participaron miles de científicos de todo el mundo entre los años 2000 y 2010...................para catalogar la vida que existe en los mares del planeta. Brock es la responsable del proyecto Tagging of Pacific Predators, cuyo objetivo ha sido colocar marcadores acústicos a los grandes depredadores del Pacífico, como tiburones, para seguir sus movimientos gracias a sensores puestos en boyas.
El proyecto permitió a los investigadores descubrir la existencia de "puntos de encuentro" en el Pacífico, frente a las costas de Canadá y Estados Unidos, donde se concentran múltiples especies, desde tiburones blancos hasta ballenas, pasando por atunes o albatros.
Brock calificó esa zona del Pacífico como un "Serengueti azul", en referencia a la región de Tanzania conocida mundialmente por la riqueza y biodiversidad de su ecosistema.
Con los datos proporcionados, Brock y su equipo descubrieron que los tiburones blancos tienen el instinto de volver a su lugar de origen tan aguzado como el de los salmones, que regresan con precisión a los ríos en que fueron desovados tras recorrer miles de kilómetros en el mar.
"No importa que los tiburones blancos viajen grandes distancias en el océano, tras recorrer miles de kilómetros siempre encuentran el camino de vuelta a esos puntos de encuentro", explicó Brock.
Los tiburones migran periódicamente desde las islas de Hawai a lo que Brock ha denominado como "el café de los tiburones blancos", un lugar a medio camino entre Hawai y la costa del Pacífico norteamericana.
Gracias a los marcadores acústicos, durante los últimos diez años Brock y su equipo han sido capaces de localizar en el mapa estos puntos de encuentro donde los temidos tiburones blancos se alimentan de focas y leones marinos que también acuden a esos lugares.
"Durante meses es como si hubiera un barrio de tiburones frente a nuestras costas", dijo Brock, que es capaz de identificar de forma individual a decenas de estos peces que acuden a los puntos de encuentro gracias a marcas en su aleta dorsal. "La aleta de cada uno es distinta por las marcas, cicatrices y forma", explicó la experta.
Ahora, con la ayuda de la empresa Liquid Robotics, Brock ha empezado a colocar en el Pacífico unas tablas de surf controladas a distancia, como los aviones de reconocimiento no tripulados, que recorren el océano para recoger las señales de los marcadores acústicos instalados en los tiburones.
Las tablas de surf, de color amarillo cy de unos dos metros de longitud, están provistas de paneles solares y aprovechan la energía de las olas para generar electricidad y transmitir por satélite la posición de los animales.
"Nuestro objetivo es utilizar tecnologías revolucionarias que aumentan nuestra capacidad para observar los océanos y mejorar la capacidad de gestión de la pesca, así como controlar las respuestas de los animales al cambio climático", dijo Brock.
Pero Brock también confesó que su intención es "conectar" al público en general con la vida de los océanos.
Dice la doctora Brock, "Es difícil para la gente establecer una conexión personal con la biodiversidad que existe en nuestros océanos. Es fácil para el público entender que la conservación de Yellowstone o el Parque Serengueti es importante, pero no tanto lo que pasa en los océanos".
Agencias/SimaCaribe 20 ago 2012