lunes, 27 de agosto de 2012

Patrones de los lobos marinos de Galápagos atraen a científicos



Algunos turistas los confunden con focas. Pero, pese a que son mamíferos y al igual que estas especies usan las aletas como extremidades (pinnípedos, que en latín significa pie de aleta), no son iguales. Los lobos marinos tienen las orejas visibles a diferencia de las focas, que poseen un orificio...................auditivo; un cuello bien definido y usan sus cuatro aletas para caminar.

Dos especies de lobos marinos habitan en las islas Galápagos. Son endémicas: la Zalophus wollebaeki, conocida como lobo de un pelo, y la Arctocephalus galapagoensis, llamada lobo de dos pelos. 

Ambas especies están en peligro de extinción, categoría estado crítico, en la lista de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Las aproximaciones científicas más recientes señalan que en el 2008 había unos 30.000 lobos de un pelo y cerca de 15.000 de la de dos. 

En 1979 se estimaban entre 40.000 y 50.000 individuos de un pelo. La principal diferencia entre ambas especies de Galápagos es su tamaño. El lobo de dos pelos es más pequeño y tiene el hocico más achatado. Por ejemplo, una hembra de un pelo llega a pesar alrededor de 100 kg, mientras que la de dos pelos puede alcanzar los 40 kg.

Los cambios drásticos del clima, como el fenómeno El Niño, afectan a las poblaciones de lobos, dice Eduardo Espinoza, biólogo del Parque Nacional Galápagos (PNG).

Esta premisa ha llamado la atención de científicos extranjeros como el doctor Fritz Trillmich. Él llegó al archipiélago en la década del setenta para realizar un posdoctorado sobre los lobos marinos de dos pelos, en la isla Fernandina. Ha participado en los censos poblacionales de estas especies y también ha estudiado a las iguanas marinas de Galápagos. 

En el 2003 y 2004, Trillmich y un equipo de la Facultad de Biología de la Universidad de Bielefeld, en Alemania, iniciaron un proyecto de investigación a largo plazo, que sigue vigente, para analizar la biología reproductiva y la historia natural del lobo marino de Galápagos. Esta vez al de un pelo.

Para ello se han concentrado en estudiar a los ejemplares del islote Caamaño, que está frente a Puerto Ayora (a una hora de distancia). Ahí van turistas a practicar snorkel y a observar a los lobos marinos. 

En el islote hay una población fija de entre 200 y 250 individuos de un pelo, de acuerdo con los censos semanales que realiza el grupo de investigación del doctor Trillmich, detalla uno de sus alumnos.

Es Paolo Piedrahíta, un biólogo ecuatoriano que se involucró en el proyecto del científico en el 2008. Y desde hace ocho meses estudia un doctorado en Alemania, en la Universidad de Bielefeld, en donde Trillmich es el decano de su facultad.

Piedrahíta cuenta que como parte del proyecto del doctor Trillmich en la isla Caamaño, llamada La lobería, se colocaron chips a más de 1.500 individuos para estudiar la población y los patrones de esta especie, como su comportamiento. Esto con la información que almacena y emiten los dispositivos.

Cada año, el científico y sus investigadores hacen dos visitas a la colonia. La una se da entre septiembre y diciembre, temporada en la que las hembras llegan a parir.

La segunda salida se hace en marzo y en abril, en la época “muy dura” para las especies en Galápagos, porque el clima del mar cambia y el alimento suele escasear. “En esa fecha se ve la supervivencia, cuántos de los que nacieron en el periodo reproductivo han sobrevivido en la época dura”, dice.

En el proyecto se ha descubierto que una hembra adulta produce una cría por año cuando llega a los seis o siete años, pues ahí empieza su edad reproductiva. Esto no se conocía antes, menciona Piedrahíta.

También descubrieron un problema: dependiendo de las condiciones del mar y de la abundancia de alimento, la cría muere o sobrevive.

Con el proyecto del doctor Trillmich se ha observado que cada dos años hay un boom de crías. Luego de eso, el número decae. El año pasado nacieron 180 lobos, entre octubre y diciembre. Ese número alto no se había registrado desde el inicio del proyecto, añade Piedrahíta. Y en abril de este año, el 95% aún vivía. La tasa de mortalidad está en el 25%.

La basura y algunos implementos de la pesca como los trasmallos –que tiene un ojo de malla de 4 o 5 pulgadas– se convierten en amenazas para estas especies endémicas, según Eduardo Espinoza, del PNG, quien agrega que se han encontrado lobos enredados con las mallas y con plásticos. Esto ha hecho que mueran ahorcados y a la deriva, en el mar. También tienden a chocarse con las embarcaciones.

Espinoza afirma que la basura marina y los restos de los implementos de pesca llegan de zonas que están fuera de la reserva, pues en el archipiélago no se puede pescar de manera industrial. Menciona que los desechos que se encuentran en el mar proceden de las costas continentales, incluso de China, que llegan por corrientes marinas.

Otro de los peligros son las especies introducidas, como perros y gatos, que pueden transmitir enfermedades a las comunidades de lobos cercanas a las poblaciones humanas, como San Cristóbal.

Agencias/SimaCaribe 27 ago 2012