Se lo conoce como Convenio de Ramsar (su nombre completo es
Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional
especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas). Fue firmado en la ciudad
de Ramsar (Irán) el 18 de enero de 1971 y entró en vigor el 21 de
diciembre de 1975, y aunque pareciera una extravagancia, habla de un
tema esencial para la supervivencia de la humanidad: la conservación y
el uso racional de los humedales.
Un humedal es una zona de la superficie terrestre que está temporal o
permanentemente inundada, regulada por factores climáticos y en
constante interrelación con los seres vivos que la habitan. Puede
comprender zonas ribereñas o costeras, así como islas o extensiones de
agua marina. La función principal de los humedales es que actúan como
filtradores naturales de agua. Gracias a sus tejidos, almacenan y
liberan agua, y de esta forma comienzan con el proceso de filtración que
contribuye a alimentar especies animales y vegetales y combatir la
erosión de los suelos. Antiguamente los humedales eran drenados por ser
considerados una simple inundación de los terrenos, pero hoy en día se
sabe que representan un gran ecosistema y se los valora.
Desde la Convención de Ramsar, el Día Mundial de los Humedales se
celebra cada 2 de febrero y, como suele suceder, esta fecha simbólica
representa un espacio para reflexionar sobre la importancia de las
políticas que adopta cada país para preservar su biodiversidad y con
ello aportar al cuidado del medio ambiente. En momentos en que se vive
una de las más agudas crisis ambientales de la historia con el
calentamiento global, precisamente producto de la deforestación y la
destrucción de este tipo de reservorios, es imprescindible conocer y
valorar su importancia.
Lo interesante de todo esto es que Bolivia ocupa el primer lugar en
humedales a nivel mundial. Por ello, el Gobierno, mediante el
Ministerio de Medio Ambiente y Aguas (MMAyA), elaboró una norma para
preservar, usar y aprovechar los 11 humedales del país que albergan a
más de 100 mil especies en una superficie de más de 11 millones de
hectáreas.
La directora de Biodiversidad del MMAyA, Teresa Pérez, informó que
estos lugares pueden constituirse en una salvaguarda contra la sequía y
“para el vivir bien.
En miras a su preservación, el Gobierno impulsa la elaboración
de un reglamento nacional de humedales que incluye medidas para su
preservación y sanciones para quienes afecten estos ecosistemas
(generalmente las actividades mineras a cielo abierto).
Un buen momento para conocer, cuidar y valorar estos espacios con los que el país tiene el privilegio de contar.
Un buen momento para conocer, cuidar y valorar estos espacios -los
reservorios de los humedales- con los que el país tiene el privilegio de
contar.