Los representantes gubernamentales europeos, que acuden esta semana a la reunión del Comité de Biodiversidad del Convenio OSPAR en Cork (Irlanda), tienen la oportunidad de avanzar hacia la urgente protección que necesita el Ártico. Y los delegados de OSPAR son ya expertos en la adopción de medidas progresistas y decididas en materia de protección medioambiental.
El Convenio OSPAR (que tomó su nombre de los Convenios de Oslo y PARís) es el instrumento legislativo para la protección del medioambiente marino del Atlántico Nordeste. Es la única Convención regional que puede establecer un área marina protegida (AMP) en parte de las aguas internacionales de la zona central del Océano Ártico, de acuerdo con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS, en sus siglas en inglés).
De hecho, si se avanza en la declaración de la AMP propuesta para el Ártico, no será la primera vez que OSPAR haya utilizado este mandato específico de proteger áreas bajo la influencia de la Convención en zonas más allá de la jurisdicción nacional. El AMP Charlie-Gibbs y otras seis AMP, establecidas por OSPAR en 2010 y 2012 para proteger las cualidades naturales únicas asociadas a la Dorsal Mesoatlántica, fueron el primer conjunto de áreas de conservación establecido en aguas internacionales en el Atlántico Norte y la primera red mundial de AMP de alta mar. Las aguas heladas del Ártico pueden ser la siguiente AMP.
En 2014, WWF denominó "hielo Ártico en alta mar” y elaboró el razonamiento científico para la protección de la AMP que ha de designar la Comisión OSPAR y que corresponde a las aguas cubiertas permanentemente (hasta la fecha) bajo el hielo de la cuenca del Ártico Central.
El Convenio sobre la Diversidad Biológica ya ha reconocido que esta zona cumple el criterio científico para ser área marina de importancia ecológica o biológica (EBSA, en su siglas en inglés). Aunque representa sólo una parte del hábitat glacial del Ártico incluido en la zona OSPAR y del conjunto del mar de hielo ‘permanente’ del Ártico, la protección de esta zona significaría un paso decisivo para que los países miembros de OSPAR cumpliesen con sus obligaciones relativas a la protección del medio ambiente marino.
El próximo paso para la declaración de esta zona como área protegida es precisamente la reunión del Comité de Biodiversidad que tiene lugar en Cork desde este lunes. La protección del Ártico y de sus ecosistemas no es sólo algo de cara a la galería. Las aguas heladas del alto Ártico permiten la existencia de hábitats únicos vinculados con la diversidad de características de la banquisa, incluyendo a diversas especies animales ya amenazadas o en peligro de extinción.
Lamentablemente, las predicciones de alteraciones sobre el hielo debido al cambio climático indican que el volumen total de mar helado seguirá reduciéndose durante las próximas décadas. Los gobiernos han de llevar a cabo las acciones urgentes necesarias para abordar el cambio climático en otros tratados y convenios. Y ahora, bajo el Convenio OSPAR, tienen la oportunidad así como la responsabilidad, de establecer aquellas medidas que ayuden a proteger hábitats y especies de otras presiones, proporcionándoles así una mayor resiliencia para hacer frente a los cambios globales actuales.
El Convenio OSPAR ha sido un motor pionero para el cambio desde 1998, cuando la Comisión adoptó estrategias decididamente progresistas y ambiciosas para afrontar cuestiones de protección medioambiental, incluyendo el acuerdo de prohibición legal del hundimiento en el mar de plataformas de gas y petróleo.
Es hora de volver a hacer historia. Por el bien del Ártico y de la diversidad de especies que alberga, no podemos permitirnos perder otra oportunidad: los países presentes en OSPAR pueden asumir de nuevo el liderazgo medioambiental acordando medidas encaminadas a la urgente y necesaria protección del Ártico. Blogpost de Dr. David Santillo, Unidad científica, Greenpeace International
Fuente original: http://www.greenpeace.org/
Fuente: http://www.ecoticias.com
Fuente: http://www.ecoticias.com
Los representantes
gubernamentales europeos, que acuden esta semana a la reunión del Comité
de Biodiversidad del Convenio OSPAR en Cork (Irlanda), tienen la
oportunidad de avanzar hacia la urgente protección que necesita el
Ártico. Y los delegados de OSPAR son ya expertos en la adopción de
medidas progresistas y decididas en materia de protección
medioambiental.
El Convenio OSPAR (que tomó su nombre de los Convenios de Oslo y PARís)
es el instrumento legislativo para la protección del medioambiente
marino del Atlántico Nordeste. Es la única Convención regional que puede
establecer un área marina protegida (AMP) en parte de las aguas
internacionales de la zona central del Océano Ártico, de acuerdo con la
Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS, en
sus siglas en inglés).
De hecho, si se avanza en la declaración de la AMP propuesta para el
Ártico, no será la primera vez que OSPAR haya utilizado este mandato
específico de proteger áreas bajo la influencia de la Convención en
zonas más allá de la jurisdicción nacional. El AMP Charlie-Gibbs y otras
seis AMP, establecidas por OSPAR en 2010 y 2012 para proteger las
cualidades naturales únicas asociadas a la Dorsal Mesoatlántica, fueron
el primer conjunto de áreas de conservación establecido en aguas
internacionales en el Atlántico Norte y la primera red mundial de AMP de
alta mar.
Las aguas heladas del Ártico pueden ser la siguiente AMP. En 2014, WWF
denominó "hielo Ártico en alta mar” y elaboró el razonamiento científico
para la protección de la AMP que ha de designar la Comisión OSPAR y que
corresponde a las aguas cubiertas permanentemente (hasta la fecha) bajo
el hielo de la cuenca del Ártico Central. El Convenio sobre la
Diversidad Biológica ya ha reconocido que esta zona cumple el criterio
científico para ser área marina de importancia ecológica o biológica
(EBSA, en su siglas en inglés). Aunque representa sólo una parte del
hábitat glacial del Ártico incluido en la zona OSPAR y del conjunto del
mar de hielo ‘permanente’ del Ártico, la protección de esta zona
significaría un paso decisivo para que los países miembros de OSPAR
cumpliesen con sus obligaciones relativas a la protección del medio
ambiente marino.
El próximo paso para la declaración de esta zona como área protegida es
precisamente la reunión del Comité de Biodiversidad que tiene lugar en
Cork desde este lunes. La protección del Ártico y de sus ecosistemas no
es sólo algo de cara a la galería. Las aguas heladas del alto Ártico
permiten la existencia de hábitats únicos vinculados con la diversidad
de características de la banquisa, incluyendo a diversas especies
animales ya amenazadas o en peligro de extinción. Lamentablemente, las
predicciones de alteraciones sobre el hielo debido al cambio climático
indican que el volumen total de mar helado seguirá reduciéndose durante
las próximas décadas. Los gobiernos han de llevar a cabo las acciones
urgentes necesarias para abordar el cambio climático en otros tratados y
convenios. Y ahora, bajo el Convenio OSPAR, tienen la oportunidad así
como la responsabilidad, de establecer aquellas medidas que ayuden a
proteger hábitats y especies de otras presiones, proporcionándoles así
una mayor resiliencia para hacer frente a los cambios globales actuales.
El Convenio OSPAR ha sido un motor pionero para el cambio desde 1998,
cuando la Comisión adoptó estrategias decididamente progresistas y
ambiciosas para afrontar cuestiones de protección medioambiental,
incluyendo el acuerdo de prohibición legal del hundimiento en el mar de
plataformas de gas y petróleo.
Es hora de volver a hacer historia. Por el bien del Ártico y de la
diversidad de especies que alberga, no podemos permitirnos perder otra
oportunidad: los países presentes en OSPAR pueden asumir de nuevo el
liderazgo medioambiental acordando medidas encaminadas a la urgente y
necesaria protección del Ártico.
Blogpost de Dr. David Santillo, Unidad científica, Greenpeace
International
Fuente original: http://www.greenpeace.org/
Fuente: http://www.ecoticias.com/naturaleza/100934/ultimo-tren-%C3%81rtico
Fuente: http://www.ecoticias.com/naturaleza/100934/ultimo-tren-%C3%81rtico