sábado, 18 de junio de 2011

Muelle afectará ciclo de las tortugas en Acapulco: ambientalistas


La construcción de un muelle para el arribo de lanchas y yates de lujo en una de las playas de Acapulco cambiará el ciclo de arribo y desove de todas las especies de la tortuga marina, alertaron agrupaciones ambientalistas.

El proyecto de la edificación del muelle en el puerto del Pacífico mexicano, propiedad de la empresa Jar Estate Corp —quienes edifican un segundo muelle en otra playa de la bahía—, inició hace una semana y abarcará 52.7 metros sobre la franja de arena y 500 metros mar adentro en un área en donde están asentados cinco campos tortugueros.

La playa El Revolcadero está asentada sobre el área del Acapulco Diamante, la zona más exclusiva del puerto, y en donde a lo largo de más de 26 kilómetros arriban tortugas de la especie golfina, laúd, morena y carey, especies protegidas por su riesgo de extinción.

Sin embargo, pese a que esa empresa cuenta con los permisos y el proyecto de impacto ambiental, elaborado por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la delegación en Guerrero de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) aceptó que ese muelle podría provocar un desequilibrio en la tortuga marina.

El presidente de la mesa guerrerense para el cuidado, protección, conservación e investigación de la tortuga marina, de la sociedad civil, Víctor Verdejo Ramírez, explicó que el proyecto provocará por igual contaminación en esa zona, en la que anualmente arriban entre 250 y 300 quelonios, que dejan entre 25,000 y 30,000 huevos.

"Ese proyecto va afectar tanto fuera como dentro del agua porque va a estar la construcción, a eso hay que sumarle el tráfico que van a generar las embarcaciones, la contaminación por desechos sólidos y líquidos, además del ruido, por eso nuestro llamado enérgico", dijo el ambientalista.

Esa zona de poco más de 26 kilómetros de playa cuenta con cinco campamentos tortugueros que trabajan bajo la Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre, y en donde se han logrado rescatar a poco más de 7,000 tortugas enfermas y golpeadas en los últimos cuatro años.

"Hacemos un llamado enérgico a las autoridades federales que recapaciten en los permisos que fueron otorgados a esa empresa, que cancelen. Pedimos que nos ayuden a defender nuestro medio ambiente, no es posible esta autorización", urgió Verdejo Ramírez.

La edificación de ese muelle colocaría a Acapulco dentro de los municipios de Guerrero —estado al sur de México— con focos rojos por falta de conservación de la tortuga marina, de acuerdo con la asociación civil.

Actualmente Petatlán y San Marcos, municipios ubicados a lo largo del litoral guerrerense, son los únicos que están en esa lista de focos rojos. Entre esos dos poblados suman 20 kilómetros de playa problemáticos para el cuidado del arribo y desove de los quelonios ante la nula vigilancia.

Un especialista en tortugas de la propia Semarnat, quien no reveló su nombre por temor a represalias, afirmó que la construcción de un muelle cambiará el ciclo de las corrientes marinas que es como viajan las tortugas, lo que las va a desorientar y desordenar su ruta directa a esa franja de playa.

"Eso podría provocar que incluso choquen con los pilares del muelle, que se golpeen, y a un corto y mediano plazo, que dejen de llegar a esas playas y ya no desoven. Se ve como algo sencillo pero es complicado cuando se estudia a detalle, son muchas cosas las que se van alterar”.

"A eso hay que ver la cantidad de barcos que van a llegar, eso sólo va a espantar a las tortugas, todo el ruido”, dijo.

Autoridades aseguran que el daño no es fuerte

El delegado de la Profepa en Guerrero, Joel Tacuba García, justificó que en esa área de playa existen ya condominios y hoteles, lo que ya de por sí altera el orden natural de la playa El Revolcadero, con la instalación de sillas y camastros sobre la arena.

"¿Les quiero preguntar si eso de por sí no afecta? El proyecto se presentó a la Semarnat para ver si es viable o no. Puede haber algún ligero desequilibrio en la tortuga”, aceptó el funcionario federal.

Mientras que el subdelegado de gestión ambiental de la Semarnat, Armando Sánchez Gómez, explicó que para otorgar esa clase de permisos que obtuvo la empresa Jar Estate Corp se valora el deterioro de la zona y que tanto podría impactar en la flora y fauna de la región.

“Si la afectación no es fuerte pues se autoriza. ¿El que este el muelle significa que no van a desovar? Si hay mucha zona de playa a un costado”, defendió.

Tacuba García sostuvo que los grupos ambientalistas que integran los encargados de los campos tortugueros se oponen al muelle porque las tortugas ya no llegarán a desovar a esa zona, lo que golpeará el negocio que han convertido.

Sin embargo, pese a que conocen la situación, tanto la Profepa como la Semarnat no cuentan con un informe sobre los resultados de las inspecciones y verificaciones a esos campos de conservación en la entidad, de hecho en lo que va del año sólo tienen una multa instalada por 2,000 pesos.

Defiende empresario su proyecto: es ambientalmente viable

Jorge Aboumrad, gerente de la empresa Jar Estate Corp que impulsa la creación del muelle en una de las playas exclusivas de Acapulco,rechazó cancelar la obra por afectaciones ambientales y ecológicas a la tortuga marina: “La obra sigue, no pienso pararla porque todo lo malo que dicen es mentira”.

En entrevista telefónica con CNNMéxico, explicó que su proyecto tardó cinco años en ser revisado y analizado por la Semarnat, por lo que logró ser validado por las autoridades federales correspondientes.

El empresario mexicano explicó que el proyecto del muelle en la playa El Revolcadero tiene una inversión superior a los 8 millones de pesos, y dará empleo a cientos de familias de esta ciudad turística, ubicada al sur de México.

“Lo que estamos haciendo es construir un muelle, no una marina. Es un proyecto con el que vamos a tener arribo de embarcaciones, de socios, no es para todo el público. Vamos a ocupar poco más de tres metros de ancho de los 24 kilómetros de playa que se tiene en esa zona”, declaró.

El dueño de la empresa náutica Jar Estate Corp señaló que es uno de los pocos empresarios mexicanos que aún buscan invertir en Acapulco, un destino turístico golpeado por los últimos hechos de violencia.

En el caso de las acusaciones de grupos ambientalistas y responsables de los cinco campos tortugueros en esa área de playa —en la zona Diamante de Acapulco—, rechazó que afecte en el arribo de poco más de 300 tortugas anualmente, pues dijo el muelle será construido con pilotes, no es forma de espigón para no afectar la flora y fauna del lugar.

“Desde el 2006 están los estudios, es un camino muy largo el que ya recorrimos como para tirarlo, además es falso lo que dicen, nosotros buscamos proteger y respetar a la ecología marina, es parte de nuestra empresa”.

Jorge Aboumrad señaló directamente a los grupos ambientalistas de buscar beneficios económicos de ese desarrollo.

“Estas personas buscan sacar dinero, sobre todo aquí en Guerrero, buscan siempre trabar un desarrollo para luego negociar, ya nos ha pasado”, dijo.

El empresario náutico reveló que desde el inicio del proyecto —en el2006— contó con el respaldo del ex gobernador Zeferino Torreblanca Galindo —quién salió el 31 de marzo— porque esos muelles podrían ser una forma de resolver el conflicto de tránsito y tráfico de la ciudad.

Dijo estar abierto a mostrar abiertamente el proyecto a los grupos ambientales y condóminos de la zona para que dejen de rechazarlo.

La empresa Jar Estate Corp es una empresa mexicana dedicada a la edificación, infraestructura y desarrollo de proyectos náuticos, promueve además proyectos que van desde marinas y gasolineras para embarcaciones, hasta corporativos y desarrollos residenciales, industriales y comerciales.

Agencias/SimaCaribe 18 jun 2011