Algunos aspectos preocupantes en torno a la industria de avistamiento de ballenas están siendo discutidos por la Comisión Ballenera Internacional esta semana. ¿Es esa actividad perjudicial para las ballenas?
Al menos 13 millones de personas participan en actividades de avistamiento de ballenas cada año y es una industria con un valor estimado de US$2.100 millones de acuerdo con el Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW, por sus siglas en inglés). En resumen, es un gran negocio.
Sin embargo, el tamaño de la industria ha incrementado la preocupación por su impacto sobre las ballenas. Tanto que una serie de medidas para controlar la observación de ballenas mal gestionada está siendo discutida por la Comisión Ballenera Internacional (CBI) en una reunión en Jersey.La actividad organizada para observar ballenas -salidas en botes para verlas nadar- se inició en Estados Unidos en la década de los cincuenta del siglo pasado y ahora se realiza en 120 países en todo el mundo. La industria sigue creciendo, en particular en Asia y América Latina.
Sin embargo, el tamaño de la industria ha incrementado la preocupación por su impacto sobre las ballenas. Tanto que una serie de medidas para controlar la observación de ballenas mal gestionada está siendo discutida por la Comisión Ballenera Internacional (CBI) en una reunión en Jersey.
El impacto
Entonces, ¿esa actividad hace o no daño a los mamíferos?
El avistamiento de ballenas puede tener un impacto en su comportamiento natural, incluyendo su capacidad para alimentarse, descansar y criar a sus hijos. Esto puede causar problemas en el corto y largo plazo, dicen los que trabajan en el campo de la biología marina. Los barcos también pueden estrellarse con las ballenas, poniendo a todos en riesgo.
"En el corto plazo, un barco interactuando con las ballenas pueden interrumpir sus actividades, como detenerlas en su búsqueda de alimento o de descanso", dice David Lusseau, del Instituto de Ciencias Biológicas y Ambientales de la Universidad de Aberdeen en el Reino Unido.
"Esto puede no ser nada del otro mundo una o dos veces, pero los problemas empiezan si esto se repite una y otra vez. La observación de ballenas es una industria muy grande. En algunos lugares los barcos pueden salir diez veces al día.
"A largo plazo, esto puede tener un impacto en las tasas vitales de las ballenas. Las hembras pueden incluso dejar de producir leche suficiente para sus crías, lo cual pueden disminuir su tasa de sobrevivencia".
La Sociedad de Conservación de Ballenas y Delfines (WDCS, por sus siglas en inglés) dice que los daños pueden ocurrir porque la observación de ballenas es una industria establecida -como cualquier otra- para hacer dinero.
Directrices
Algunos países cuentan con legislación específica sobre el avistamiento de ballenas, que estipula cuántas embarcaciones pueden salir de una sola vez y a qué velocidad pueden viajar.
Pero incluso si lo hacen, a menudo es difícil vigilar los barcos, ya que pueden ir millas mar adentro. Algunos países ni siquiera tienen directrices de carácter voluntario.
"No existe un viaje típico, varían enormemente dependiendo de la ubicación", dice Vanessa Williams-Grey, que dirige el Programa de Avistamiento Responsable de la WDCS.
"Los viajes mal gestionados se pueden traducir en todo tipo de reacciones negativas de las ballenas. Pueden dejar de descansar o o aumentar su frecuencia respiratoria. Si están usando más energía, tendrá un impacto en su salud".
Beneficio recíproco
La empresa de viajes Oceans Worldwide ofrece viajes de observación de ballenas en Escocia. Aunque as ballenas están protegidas bajo las leyes de la vida silvestre en Reino Unido, no existe una legislación específica sobre el avistamiento de ballenas.
La compañía dice que sigue las directrices WDCS para asegurar los más altos estándares en los viajes.
"Tiene sentido porque si le causamos estrés a las ballenas, acabarían yéndose de la zona", dice una portavoz.
Las ballenas, sin embargo, también pueden beneficiarse de la industria, dicen los que están en el campo.
"Tiene enormes beneficios para las personas y los mismos animales, ya que mete a la gente a la magia de las ballenas y los delfines", dice Williams-Gris. "Esperamos que esto se traduzca en una mayor comprensión de sus necesidades de conservación y una determinación para ayudar a protegerlas de las múltiples amenazas que enfrentan en el medio marino.
"No se trata sólo de barcos, si no de la contaminación acústica, la contaminación química y por supuesto de la caza deliberada como las actuales actividades balleneras en Islandia, Noruega y Japón y en otros lugares en menor medida".
Buscar consejo
Una lucrativa industria de avistamiento de ballenas puede funcionar como un argumento para no matarlas en los países a favor de la caza de ballenas.
La industria también puede beneficiar a las comunidades locales, algunas de los cuales habían visto colapsar sus industrias pesqueras. Se trata de lograr el equilibrio adecuado, dice Lusseau.
"Los beneficios económicos para las comunidades locales pueden ser muy positivos, pero se necesita un equilibrio. Si hay sobreexplotación y las ballenas se ven perjudicadas a largo plazo, entonces la industria con el tiempo se derrumbará como la pesca".
Nadie está buscando una prohibición total sobre el avistamiento de ballenas, la gente sólo tiene que elegir cuidadosamente los viajes, destaca Lusseau. Buscar consejo es ampliamente recomendable.
La WDCS, que produce sus propias directrices, dice que la gente debe preguntar a los operadores de viajes si todas las normas o códigos de conducta voluntarios se aplican en su área.
Además, es una buena señal si el viaje incluye un naturalista a bordo para proporcionar comentarios educativos sobre las ballenas y el medio ambiente marino.
También vale la pena recordar que la observación de ballenas se puede hacer desde tierra firme. Esta es la opción más segura y lo que la WDCS recomienda siempre que sea posible.
Agencias/SimaCaribe 14 jul 2011