jueves, 14 de julio de 2011

¿Podrá evitarse tirar millones de peces muertos al mar?

Decenas de miles de toneladas de pescado muerto son arrojados al año por barcos europeos a fin de evitar sobrepasar sus cuotas, a veces hasta un 60% de la pesca diaria de algunos botes.


Pero a partir del 2016 esta práctica estará prohibida si se aprueban las nuevas propuestas de reforma en la pesca comunitaria presentadas por la comisaria de Pesca, María Damanaki.

Greenpeace de España dijo a BBC Mundo que el porcentaje de descarte es muy elevado y que varía dependiendo del lugar donde se pesca.

"Si estamos hablando de una pesquería de gamba (camarones) en América Latina, de arrastreros o en África, el descarte puede llegar a ser de un 60%. Si estamos hablando de pesquerías en el Atlántico noreste está entre un 30% y un 40% cada vez que se pesca", dijo Celia Ojeda, responsable de la Campaña de Océanos de Greenpeace.

"Si estamos hablando de una pesquería de gamba en América Latina, de arrastreros o en África, el descarte puede llegar a ser de un 60%"

Según la ecologista el daño que produce la práctica del descarte es enorme: "afecta a especies que pueden estar en peligro de extinción o protegidas. Además también se pueden estar destruyendo ecosistemas", explicó.
Positivo pero insuficiente

La comisaria europea de Pesca, reconoció que hay que terminar con el descarte sistemático de peces, por lo que propuso que a partir de 2016, los barcos no puedan arrojar al mar los peces que no quieran, sino que los podrán desembarcar en tierra y restar esa cantidad a las cuotas .

La reacción de Ojeda a la propuesta fue mixta. Si bien admitió que es un paso positivo también señaló que tiene un aspecto negativo.

"no es la solución a la sobre pesca, ni tampoco la solución al hambre en el mundo ya que se necesitan especies de peces para alimentar en forma de pienso a los peces que hemos criado"

"El hecho de que el descarte pueda llevarse a tierra puede generar un mercado de pienso de pescado para alimentar a los peces cultivados en piscifactorías que fortalecería a esta industria y también crearía mercados paralelos de especies que no se estaban comercializando", advirtió la activista.

Según Ojeda la propuesta de reforma fomenta la acuicultura como solución a la sobrepesca, y en opinión de Greenpeace esta industria "no es la solución a la sobrepesca, ni tampoco la solución al hambre en el mundo ya que se necesitan especies de peces para alimentar en forma de pienso a los peces que hemos criado".

La reforma propuesta por la Unión Europea pretende, sobre todo, asegurar la pesca dentro de unos niveles que puedan producir rendimientos máximos sostenibles, así como implementar una aproximación ecológica para limitar el impacto sobre los bancos de peces.

Pero, para Ojeda, esto sólo será posible si se eliminan las artes que producen descarte como las redes pelájicas, la técnica de arrastre y la pesca de profundidad.

"Si la forma de valorar lo que tenemos es diciendo que los pescadores se van a quedar en la calle, dentro de 10 años también van a estar en la calle porque han agotado con las pesquerías"

No obstante, voces dentro de la industria pesquera dicen que si se hace esto, desaparecerían muchos barcos y empleos.

En opinión de la ecologista española, "puede que ahora mismo se tenga que reformar y reubicar a esos pescadores y generar empleo alternativo a través de turismo pesquero , a través de pesca artesanal y sostenible. Pero si la forma de valorar lo que tenemos es diciendo que los pescadores se van a quedar en la calle, dentro de 10 años también van a estar en la calle porque han agotado con las pesquerías".

De cualquier manera, la propuesta de la Unión Europea no es definitiva ya que ahora le toca a los países miembros discutirla, y ya se sabe que algunos de ellos no están contentos con algunos de los planes.

Agencias/SimaCaribe 14 jul 2011