martes, 6 de diciembre de 2011

Tortugas marinas en Australia diezmadas por la fibropapilomatosis

El 70% de las tortugas varadas presentan la enfermedad, a esto se suman los accidentes climatológicos de comienzo de año que han depositado un "golpe triple" de pesticidas, sedimentos y agua dulce en la hierba del mar a lo largo de la costa de Queensland.
 
La ONG WWF anunció esta semana que la población de tortugas verdes (Chelonia mydas) de la Gran Barrera de Coral, en el norte de Australia, está siendo diezmada por un virus que causa la enfermedad fibropapilomatosis.
Esta tortuga, que se hizo famosa mundialmente por estar representada en el filme animado “Buscando a Nemo”, ha sido declarada especie en peligro de extinción en su hábitat natural debido a la falta de alimento y al deterioro medioambiental de su entorno, anunció la fundación “Tortugas al rescate”
La fibropapilomatosis (FP), similar a un tumor del papiloma en los humanos, algo así como la verruga común, aparece como un lóbulo en forma de tumor, los cuales pueden infectar todas las partes blandas del cuerpo de una tortuga. La fundación también señala que los tumores crecen principalmente en la piel, pero que también pueden aparecer entre las escalas y los escudos, en la boca, en los ojos, y en los órganos internos.
Comienza como pequeñas lesiones que se ven similares a la sal, después de un año éstas se convierten en tumores, afectando frecuentemente los ojos y llenando los cuellos; algunas se recuperan, pero la mayoría se demacran y adelgazan en pocos años, nos informa la fundación “Rescatando las tortugas”
La Fundación también destaca que algunos tumores exteriores causan la pérdida de la visión y dificultan cada vez más al animal la búsqueda de alimentos o huir de sus depredadores. Los tumores interiores obstruyen los órganos hasta causarles la muerte.
La fibropapilomatosis (FP) puede estar dentro del animal en forma inactiva por muchos años, pero cualquier situación estresante que sufra la tortuga lo puede reanimar.
Aunque no está demostrado, la Fundación de “Tortugas al rescate” cree que es un gran virus de Herpes el causante del contagio, tampoco se sabe porqué la enfermedad ha alcanzado proporciones epidémicas en Hawai, Florida, y Barbados al mismo tiempo. Hubo intentos por descubrir si los contaminantes podrían ser un factor, pero los estudios han sido incapaces de encontrar cualquier concentración inusual de contaminantes en las poblaciones afectadas.
Para los científicos de la WWF la enfermedad es tan trágica como cualquier tipo de cáncer. Los científicos de tortugas están trabajando de manera intensa para determinar cómo se transmite la enfermedad, y también con la esperanza de encontrar una cura.
La fundación agregó que cuando las tortugas llegan a los sitios de limpieza donde algunas especies de peces se comen todas las algas que se pegan a sus cuerpos, éstos confunden los tumores con algas y los muerden causando dolor en las tortugas, quienes se retiran antes de tiempo y, con el pasar del mismo, las algas que no fueron ingeridas por los peces crean una gruesa capa en sus conchas, e incluso en la piel, lo que resulta en más resistencia y hacen más difícil la natación.
En los últimos 30 años, un promedio de 70% de las tortugas paralizadas presentaban la enfermedad, las tortugas con FP presentan bajas tasas de crecimiento, con la media de edad de madurez sexual que se estima en 25 años, lo cual afecta directamente en la reproducción.
En Australia, además del FP, los eventos climáticos extremos en Queensland de hace un año han depositado un "golpe triple" de pesticidas, sedimentos y agua dulce en la hierba del mar a lo largo de la costa de Queensland, lo que ha contribuido a la mortandad masiva en todas las áreas y miles de tortugas enfermas y hambrientas han empezado a lavar sus heridas en las playas de Queensland.
La WWF también señala que en dicho país las tortugas no tienen casi nada que comer, la destrucción de zonas de alimentación de tortugas está muy extendida. Como resultado, los fondos de hierba marinos se ven muy afectados en un área que se extiende desde el extremo norte de Queensland a la frontera de Nueva Gales del Sur. El pronóstico es que la situación va a empeorar si no se reducen los 14 millones de toneladas de lodo, pesticidas y fertilizantes químicos que se lavan en la Gran Barrera de Coral cada año.
Los científicos creen que el FP no va a extinguir a las tortugas, un buen número de ellas ya adultas se han recuperado por lo que hay esperanza, aunque la enfermedad causa estragos en las tortugas pequeñas.

Agencias/SimaCaribe 6 dic 2011