En 1967 un ejemplar de varios centenares de kilos de peso se clavó en el casco de un sumergible a más de 600 metros de profundidad.......
.......La alta tecnología desarrollada por el ser humano sigue siendo vulnerable a los ataques de la naturaleza. Todos conocemos alguna historia sobre aviones que han tenido que regresar al aeropuerto después de que un desafortunado pájaro se cruzase en su camino y acabara alojado en una de sus turbinas. Lo que no es tan habitual es que un submarino se veaobligado a subir a la superficie debido al ataque de un pezespada.
Eso precisamente fue lo que le ocurrió en 1967 al sumergible Alvin, cuando, según cuenta Antonio Martínez Ron en «Fogonazos», ganador del Premio Bitácoras al Mejor Blog de Ciencia en 2011, navegaba a más de 600 metros de profundidad.
Durante la navegación, los tripulantes de este submarino científico notaron que algo golpeaba fuertemente contra el casco de la nave. Tras el impacto, cuyo origen desconocían, se vieron obligados a subir a la superficie para comprobar que la embarcación no había sufrido ningún daño.
Su sorpresa fue mayúscula cuando descubrieron que el golpe había sido provocado por un unpez espada de varios cientos de kilos que no solo había atacado el submarino, sino que se había clavado literalmente en él.
La historia del Alvin es un claro ejemplo de la agresividad de los peces espada, algunas de cuyas hembras pueden llegar a pesar más de 700 kilos y que se mueven a velocidades de hasta 80 kilómetros por hora.
Según Rick Rosenthal, biólogo marino y director del documental «Superpez», en el que se se estudia el imprevisible carácter de estos animales, los peces espadas son capaces de atacar cualquier cosa. Ni las grandes tortugas marinas o algunos tipos de tiburones se libran de sus ataques.
A esta lista hay que sumar al sumergible Alvin e, incluso, alguna que otra plataforma petrolífera. Si Julio Verne hubiese conocido el irascible carácter de los peces espada, quizás el Nautilushabría sido atacado por uno de estos grandes peces y no por un calamar gigante.
Agencias/SimaCaribe 22 mar 2012