Hasta hace poco se pensaba que los recursos oceánicos eran ilimitados, pero en este milenio los científicos estiman que 1 de cada 3 especies de peces está cerca de quedar extinta, que 3 de cada 4 especies marinas comestibles se están.................reduciendo masivamente, y que si esa tendencia continúa se podría llegar a la tragedia de que en medio siglo queden exterminados para siempre los peces que hoy nos nutren.
Estas son las conclusiones del libro y del documental “El fin de la línea” el cual evidencia que hoy toda la fauna marina podría ser pescada por una fracción de todos los barcos pesqueros que hay en el mundo. Algunos de éstos tienen sonares y redes capaces de capturar todo lo que encuentran desde el fondo del océano. Al menos un 10% de los animales pescados son echados muertos por la borda. La red más grande es mayor que 13 aviones transcontinentales juntos. Cada año se producen 14,000 millones de anzuelos, los cuales sumados alcanzarían para rodear al planeta más de 550 veces.
El bacalao canadiense, que durante generaciones daba sustento a decenas de miles de pescadores, ha colapsado. Lo mismo puede estar pasando con varias anguilas europeas, los atunes más grandes y sabrosos, el lenguado chileno, el Merlín, etc.
La Unión Europea es uno de los mayores depredadores. A pesar que los científicos le han demandado a ésta que solo se pesquen 10,000 toneladas anuales de atunes azules gigantes, ésta ha aprobado una cifra 3 veces mayor, la cual en realidad se eleva a 6 veces. Esto último debido a que la mitad de las pescas del mundo (y de los frutos de mar que consumimos) son producidas ilegalmente, un negocio sucio que genera más de $US 25,000 millones.
Una alternativa es incentivar granjas piscícolas pero, por ejemplo, para que estas críen salmón se requiere por cada kilo de éste otros 5 kilos de anchovetas para alimentarles. En el film Patricia Majluf de la Universidad Cayetano Heredia sostienen que el 40% de la producción mundial de pescados se destina a alimentar a otros peces por lo que se debe incentivar el consumo humano de los peces pequeños que son, además, más nutritivos.
La sobrepesca, encima, está haciendo que muchos balnearios se vayan llenando de medusas picantes, algas, gusanos y rayas (pues ya no hay peces que se los coman), que quiebre la pesca tradicional incentivando la inmigración humana clandestina al Norte y que decrezca la cantidad de excrementos de peces, los mismos que juegan un rol clave en capturar CO2 y evitar el calentamiento global.
Algunas soluciones al problema lo muestran Alaska donde solo se permite pescar el 10% de la fauna marina (frente al 50% en la del Mar del Norte),, que los consumidores exijan que solo se vendan pesacados de recursos renovables y que se amplíen las reservas marinas (las cuales hoy no llegan ni al 1% del mar global).
Agencias/SimaCaribe 22 mar 2012