Esas y demás interrogantes las despejará una expedición científica que se lleva a cabo actualmente en ese trayecto de 120.000 kilómetros cuadrados, el cual supone un importante corredor marino para la conservación de especímenes altamente migratorios como tiburones, ballenas, rayas y tortugas marinas.
El objetivo de la investigación es obtener todo el conocimiento posible sobre este trayecto, para proveer en este las condiciones idóneas en favor de las especies que “transitan” por ahí.
Dicho corredor marino, que se extiende por el océano Pacífico de Ecuador y Costa Rica, comunica al Parque Nacional y Reserva Marina de Galápagos con el Parque Nacional Isla del Coco, sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).