Oceana ha descubierto un arrecife de corales blancos de profundidad que alberga varias especies "raras o poco conocidas" de en el mar de Alborán (Mediterráneo), que podría tener en una extensión superior a las 10 hectáreas y cubrir gran parte de la superficie de una montaña submarina -cuya cima se sitúa entre los 320 y los 400 metros de profundidad--, según ha informado la entidad.
El arrecife aún mantiene importantes colonias vivas que crecen sobre estructuras más antiguas de corales muertos y alcanzan alturas de más de metro y medio. El director de Investigación de Oceana Europa, Ricardo Aguilar, ha indicado que "destaca la presencia de algunas especies raras o poco conocidas, como los corales bola, las esponjas carnívoras, los pulpos batiales o la raya falsa-vela".
El descubrimiento se ha producido al sureste del mar de Alborán, en aguas internacionales, durante la expedición 2011 del Oceana Ranger. La montaña submarina ha sido inspeccionada con un robot que alcanza los 600 metros de profundidad que ha proporcionado imágenes sobre otros hábitats de gran valor. No se trata sólo de un gran arrecife de coral, sino de "extensos jardines de gorgonias, bosques de corales negros o de campos de esponjas cristal, todos ellos de gran importancia para la salud del Mediterráneo", según ha detallado Aguilar.
Los corales de profundidad se encuentran entre los ecosistemas vulnerables que las Naciones Unidas han pedido que sean protegidos. Sin embargo, ha detallado que gran parte de estas interesantes comunidades han desaparecido de grandes extensiones de aguas europeas y del Mediterráneo a causa de la pesca de arrastre, cambios en la temperatura del agua o episodios naturales catastróficos.
Finalmente, Oceana ha anunciado que presentará los datos del hallazgo en la Convención de Barcelona para que actúe rápidamente y declare nuevas áreas marinas protegidas en el Mediterráneo, con el fin de preservar los últimos arrecifes de coral y ecosistemas de alto valor que aún existen en este mar.
Agencias/SimaCaribe 15 jul 2011