Pierre-Yves, hijo del célebre Comandante Cousteau y defensor convencido de los océanos, se suma al equipo mundial de Embajadores de Buena Voluntad de la UICN.
Con su gran pasión por el medio ambiente y su enorme popularidad entre públicos de todas las edades y de todo el mundo, Pierre-Yves Cousteau pone su influencia y su voz al servicio de la visión de la UICN: “un mundo justo que valora y conserva la naturaleza”.
“Los océanos están deteriorándose a un ritmo alarmante”, dice Carl Gustaf Lundin, Director del Programa Marino y Polar de la UICN. “No hay tiempo que perder para mejorar nuestro manejo del medio ambiente marino. Pierre-Yves Cousteau, con su pasión e integridad, es una fuerza nueva y atractiva que potenciará nuestros esfuerzos por salvaguardar el planeta azul”.
Los Embajadores de Buena Voluntad trabajan conjuntamente con la UICN para concienciar al público y popularizar soluciones a los retos ambientales que enfrenta el planeta, actuando como portavoces de alto nivel.
Instructor de buceo y amante de los océanos, Pierre-Yves sigue las huellas de su padre, el célebre explorador Jacques-Yves Cousteau, que murió en 1997.
El año pasado, Pierre-Yves fundó “Cousteau Divers” (Buzos Cousteau - www.cousteaudivers.org), una organización sin fines de lucro dedicada a la protección del mundo marino. Cousteau Divers lleva adelante el legado de Jacques-Yves Cousteau, ayudando a los buzos del todo el mundo a contribuir al estudio y a la preservación de nuestros océanos y mares.
Tras estudios espaciales y de bioquímica, ambos a nivel de máster, Pierre-Yves hizo una pasantía en la NASA, investigando formas de vida microbiana en entornos extremos. Luego, como postgraduado, trabajó en la Agencia Espacial Europea en la coordinación científica de experimentos biológicos llevados a cabo en la Estación Espacial Internacional.
Pierre-Yves explica cómo nació su pasión por la conservación marina: “Tenía nueve años cuando buceé por primera vez, en el Caribe. Vi un tiburón, que me parecía muy grande en aquella época, quizá porque yo era pequeño. Recuerdo que por una parte me daba miedo un depredador tan impresionante, y por otra sentía mucha curiosidad y admiración por un animal tan bello. Tras un momento de vacilación, ganó la curiosidad, y nadé con el tiburón, profundamente impresionado por su majestuosa belleza. El conocimiento puede ayudarnos a superar el miedo, y la curiosidad es un maravilloso motor de creación”.
Originarios de distintas regiones del mundo y representantes de diversas disciplinas, los Embajadores de Buena Voluntad tienen no obstante una característica: sienten pasión por el medio ambiente y ponen sus talentos al servicio de la misión de la UICN. Pierre-Yves Cousteau se suma así a Alison Sudol, cantautora estadounidense, y a la cantante japonesa Iruka, ambas Embajadoras de Buena Voluntad de la UICN.
“Espero que, aunando la perspectiva única que tienen los buceadores acerca del estado del mundo marino y los conocimientos de la red de expertos de conservación marina de la UICN, podamos promover decisiones atinadas sobre los océanos,” dice Pierre-Yves Cousteau.
Agencias/SimaCaribe 15 jul 2011