La principal organización para la conservación de la naturaleza advirtió el jueves por primera vez que la mayoría de las especies de atún necesitan urgentemente ser protegidas.
Cinco de las ocho especies de atún están actualmente amenazadas de extinción debido a un exceso de pesca, según la Lista Roja de la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, en sus siglas en inglés), basada en suiza.
Este informe fue divulgado antes de la reunión, del 11 al 15 de julio en La Jolla (California, sudoeste de Estados Unidos) de las cinco principales organizaciones de la industria pesquera del planeta.
El objetivo es lograr que las actividades industriales atuneras sigan siendo sostenibles.
Las reservas de atún rojo del sur se están hundiendo, y las esperanzas de su recuperación son escasas, con lo que se hallan en una situación "de amenaza crítica", según el informe de la IUCN.
Por su lado, el atún rojo del Atlántico está ahora oficialmente "en peligro" de extinción.
Todas las especies de atún rojo "están a punto de extinguirse bajo la presión continua de un exceso de pesca", afirmó Ken Carpenter, profesor del la Universidad Old Dominion en Norfolk (Virginia), y director de la Unidad de biodiversidad marina de la IUCN.
Otras especies de atúnes están también sometidas a presión por la pesca indiscriminada, y sobre ellas pesa una "amenaza inminente".
"Esta es la primera vez que científicos marinos, ictiólogos, y conservacionistas hacen una evaluación conjunta sobre la amenaza" que pesa sobre estos grupos de peces, aseguró Bruce Collette, científico del Servicio Nacional de pesca marina (US National Marine Fisheries Service) de Estados Unidos.
Hasta un 90 por ciento de los grandes peces de de mar abierto han sido afectados por la explotación pesquera a escala industrial en los últimos 50 años. Los expertos advierten que si se continúa con una pesca incontrolada, ello puede conducir a una irreversible reducción de algunas especies.
Algunas de ellas están en la parte superior de la cadena alimentaria, con lo que su desaparición podría afectar al delicado equilibrio del ecosistema.
En el caso de las especies de atún, "la mejor forma de evitar la extinción es paralizar las actividades pesqueras hasta que las reservas se reconstituyan a niveles adecuados", opinan los investigadores.
A fines de noviembre pasado, los 48 países pescadores de atún rojo decidieron en París una reducción mínima de las cuotas de pesca para 2011, de las 13.500 a 12.900 toneladas.
Las ONG ecologistas y algunos países habían abogado desde el inicio por una reducción de la cuota a 6.000 toneladas en 2011.
Agencias/SimaCaribe 9 jul 2011