Las montañas submarinas, los corales de agua fría, los taludes superiores de los márgenes continentales y los cañones submarinos son los ecosistemas del mar profundo que mayor riesgo corren a corto y medio plazo.
Así se desprende de un estudio internacional ligado al proyecto Censo de la Vida Marina, en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), según explica en una nota enviada hoy el organismo público español.
Las mayores amenazas del mar profundo son la presión pesquera, los efectos del cambio climático, la acidificación oceánica, la contaminación química y la acumulación de basuras.
El trabajo, publicado en el último número de la publicación PLoS ONE, ha sido coordinado por la investigadora del CSIC Eva Ramírez Llodra, bióloga en el Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona.
La veintena de expertos participantes han analizado los impactos antropogénicos más importantes en el pasado, presente y futuro, que afectan a los hábitats de mar profundo en todo el planeta.
Estas consecuencias están agrupadas en tres categorías: vertido de residuos y basura, explotación de recursos y cambio climático.
El mar profundo es la zona del mar que va de los 250 metros de profundidad (cuando acaba la plataforma continental) hasta profundidades de entre 3.000 y 6.000 metros en las zonas abismales, y que pueden llegar a los 11.000 metros en zonas como la fosa de las Marianas, en el Pacífico.
Agencias/SimaCaribe 4 ago 2011