lunes, 19 de marzo de 2012

Errónea planeación de autoridades y hoteleros devasta playas


Gobierno e inversionistas no previeron los daños ecológicos que se tendrían con el tiempo al permitir construir sobre las dunas, lo que ocasionó que las playas de Cancún se erosionaran hasta en un 70% y que su arena blanca ahora sea cosa del pasado y que en su lugar se tenga una arenilla.....
......color beige más gruesa (granulada), producto de su extracción de un sitio al norte de Cozumel. 

Un estudio del instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, destaca que las causas de la erosión de playas son múltiples y se relacionan directamente con el crecimiento de la población o en su infraestructura, como causa original y que aun cuando el calentamiento global constituye una amenaza muy importante, este no es el único causante del problema, por lo que resulta fundamental considerar todas las causas naturales y/o antrópicas que intervienen en la vulnerabilidad de un litoral.

Benjamín Castro Herrera, subdirector de turismo municipal e historiador de Cancún, recordó que en los años 70 las playas de Cancún tenían una densidad de hasta 70 metros de largo y en algunas partes llegaban hasta los 80.
"Era una arena blanca como el talco e incluso muchos comerciantes vendían en los 80 los frasquitos de arena de Cancún como recuerdo, situación que ahora no se ve", dijo.

Muchos ecologistas le echan la culpa a los hoteleros por la erosión de las playas, sin embargo, señaló Castro Herrera, haber construido sobre las dunas, que es la barrera natural para evitar que el mar invada otras áreas, fue permitido por las autoridades.

"La culpa, por un lado, es de las autoridades que permitieron que se construya sobre las dunas y por otro, de los inversionistas, que no previeron el daño ecológico que se tiene actualmente", aseguró Castro Herrera.

Aseguró que Cancún, pese a ser el primer Centro Integralmente Planeado (CIP) de México, se construyó con la idea equivocada de brindarle al turista la opción de estar a la orilla de la playa, cuando no era necesario.

Abundó que en otras partes del mundo se tiene de manera diferente, ya que el turista tiene que caminar para llegar a la playa y aquí se le quiso dar un plus, que a la fecha representa un costoso error.

Con relación a la pérdida de las playas, dijo que es variable, debido a que cambia con relación a un mal tiempo o un huracán, pero que la devastación de las playas de Cancún comenzó en 1988 con el huracán "Gilberto".

Con este huracán, aseguró, se perdieron alrededor de 20 metros de playa a lo largo de toda la zona de litoral y con el paso de los llamados "nortes" la arena poco a poco comenzó a desaparecer. Pero que fue en 2005, con el huracán Wilma, que una extensión de más de 11 kilómetros de zona litoral se erosionó y provocó la pérdida de 75% de la arena que había.

"Recuerdo que había muchas partes en donde no había arena, sólo se podía observar piedra en la playa, situación que alejó a los turistas o cuando venían se iban decepcionados al no ver más la arena blanca que tanto se promocionaba en las campañas", destacó Castro Herrera.

Abundó que, debido al grave problema de erosión que se tenía de las playas en el principal destino turístico del país, se decidió contratar en ese mismo año a la empresa belga Jan de Nul para que realizara la extracción de la arena en el sitio conocido como La Ollita, cerca de Isla Mujeres. 

Refirió que se requirieron 200 millones de pesos para que se pudieran hacer los trabajos, pero que al ser Cancún un lugar tropical, las constantes tormentas y nortes se llevaron de nuevo la arena.

En el 2009 se comenzó la segunda parte de la recuperación de las playas de Cancún, donde también se invirtieron alrededor de 230 millones de pesos, y se extrajeron más de 5 millones de metros cúbicos de arena en la zona norte de Cozumel.

Pese a todo esto, Castro Herrera lamentó que por una mala planeación de los inversionistas y una nula aplicación de la ley, las playas de Cancún se tengan que rellenar de manera permanente.

Agencias/SimaCaribe  19 mar 2012