Siete años después del tsunami que mató a unas 170.000 personas en Aceh, las autoridades de esta provincia indonesia han desatendido la formación del pueblo sobre el peligro de los desastres naturales e incluso su recuerdo.
Cuando el domingo 26 de diciembre de 2004 un fuerte seísmo sacudió la costa noroccidental de la isla de Sumatra, los acehneses no entendieron el significado de que las aguas del océano Índico se retirasen súbitamente. Muchos se afanaron por atrapar.............................los peces que habían quedado sobre la arena y las olas gigantes les sorprendieron en esa tarea.
Ahmad relata a Efe que vivía entonces en una aldea cercana a Banda Aceh, la capital de la provincia, y que se encontraba en casa cuando escuchó a los vecinos gritar: "¡Agua, agua, agua!".
Y salió presto a sofocar un incendio con un cubo de agua en las manos.
"Mi sorpresa fue cuando salí de mi casa y vi que se referían al agua del mar, una ola enorme se acercaba. Subí con mis dos hijos al tejado y los tres logramos sobrevivir (...) la mayoría de la gente del pueblo murió", recuerda el indonesio.
No obstante, la mayor parte de los colegios de esta provincia, donde numerosas aldeas fueron borradas literalmente por las olas gigantes, no enseñan a los alumnos cómo reaccionar ante un terremoto o un tsunami y el museo que recuerda el desastre de 2004 está medio vacío.
"Si bien las actividades de las ONG en los años posteriores al tsunami se centraron mucho en esta clase de conocimientos entre los más jóvenes, en cuanto el Gobierno se ha hecho cargo de ese trabajo se han ido dejando a un lado las tareas de prevención", explica a Efe Melvina Sakdeeya, profesora de Ciencias Naturales en la Universidad de Banda Aceh.
Sakdeeya llevó a cabo un estudio sobre la educación en reducción de riesgos de desastres en las escuelas de Aceh el año pasado y concluyó que en la mayoría de los centros "la enseñanza sólo se impartió durante el periodo de rehabilitación y reconstrucción".
En la actualidad, la mayoría de las escuelas ha excluido esta materia de sus programas y "el Ministerio de Educación tampoco presta atención a este aspecto", dice la profesora.
"Cuando esta asignatura puede marcar la diferencia, puede salvar vidas", afirma Sakdeeya, nacida en Banda Aceh.
Según la docente, los escolares deberían aprender, entre otras cosas, cómo actuar y dónde resguardarse durante un terremoto o cómo reconocer la formación de un tsunami.
La enseñanza sobre los desastres naturales no es un asunto baladí en Indonesia, un país que sufre todos los años inundaciones y desprendimientos de tierra durante la estación lluviosa, además de terremotos y erupciones de sus 129 volcanes activos.
El viceministro indonesio de Desarrollo para las Regiones Subdesarrolladas, Suprayoga Hadi, reconoce a Efe que el país "no está lo suficientemente preocupado acerca de la reducción de riesgos ante desastres".
No obstante, indicó que el Ministerio de Educación ordenó en 2010 que los colegios de todo el país incluyeran esta materia en el programa de los estudiantes.
"Es posible que existan escuelas en Aceh que no lo hayan implementado todavía, pero no es responsabilidad del Gobierno", dijo Hadi.
Las calles de Banda Aceh, también arrasadas por el tsunami, están llenas de vida, repletas de automóviles modernos y edificios de reciente construcción.
Entre éstos destaca el Museo del Tsunami, un imponente diseño del arquitecto indonesio Ridwan Kamil, que decepciona en su interior por su dejadez.
Los visitantes que entran se encuentran con salas semidesnudas, con apenas algunas maquetas, fotografías y testimonios de supervivientes.
Existe un cuarto de simulación de terremotos que ya no funciona y una biblioteca con dos docenas de libros, de los que la mitad no está relacionada con los desastres naturales.
"Es cierto, el museo está vacío, es una pena. Es resultado del traspaso de su competencia entre diferentes ministerios que no logran ponerse de acuerdo sobre su contenido".
Agencias/SimaCaribe 5 abr 2012