Con ecosistemas únicos, de significación internacional, el Parque Nacional Guanahacabibes sobresale por su biodiversidad y los esfuerzos para conservar las riquezas del entorno en la península cubana homónima, aseguraron hoy expertos.
Ese occidental paraje, salpicado de farallones y diente de perro, es sitio de anidación de tortugas marinas, iguanas y abundantes especies de pájaros, algunos de los cuales encuentran abrigo en.......................una de las últimas selvas del Caribe.
Preservar el patrimonio natural de la localidad, que marca el límite oeste de la isla, es desvelo de los científicos locales, expresó a Prensa Latina Lázaro Márquez, director del Parque Nacional Guanahacabibes, núcleo de la Reserva de la Biosfera de igual nombre.
Comentó que la zona alberga ecosistemas de extraordinaria singularidad, entre los que destacan los bosques semideciduos, las franjas de vegetación litoral de manglares y los complejos de vegetación de costa arenosa y rocosa.
Igualmente revelantes resultan los arrecifes coralinos hallados al sur, catalogados entre los más diversos del área caribeña y los mejor conservados de Cuba, donde abunda la variedad negra.
Estos fondos de espectacular belleza ofrecen oportunidades exclusivas para el buceo contemplativo y funcionan como bancos genéticos de especies de gran valor desde el punto de vista estético y económico, aseguró Márquez.
Al referirse a los programas de monitoreos de especies amenazadas resaltó los avances del dedicado al estudio y cuidado de las tortugas marinas, desarrollado durante 14 años y que ha permitido profundizar las investigaciones sobre los antiguos habitantes del océano, actualmente en peligro de extinción.
El proyecto en el que participan profesores y estudiantes de la Universidad de La Habana, contribuye a prolongar la existencia de esos reptiles.
La protección de los sitios de nidificación de aves e iguanas y de otras áreas de desove, resulta también prioridad de los especialistas de la apartada demaración, antiguamente conocida como El Cabo.
Guanahacabibes -precisó- descuella entre los escenarios protegidos de la nación antillana por poseer el inventario más completo y actualizado sobre los moluscos marinos, registro avalado por sistemáticas pesquisas, durante las cuales se realizaron nuevos reportes para la ciencia.
Dirigidas a niños y al resto de los pobladores, las iniciativas de educación ambiental sustentan las misiones conservacionistas en un entorno privilegiado, insistió el estudioso.
Con tres senderos diseñados para el turismo ecológico, la península recibió en una década a más de 20 mil visitantes extranjeros interesados en los recorridos hacia la cueva Las Perlas, el itinerario del bosque al mar y un paseo por el Cabo de San Antonio.
La observación de tortugas marinas es otra de las ofertas recientes, muy demandada por viajeros provenientes de Europa y otros continentes.
Agencias/SimaCaribe 5 abr 2012