viernes, 3 de junio de 2011

Calentamiento global: visitar el Polo Norte en barco


Según un estudio publicado en la revista Nature, dentro de los próximos 40 años las costas árticas serán más accesibles. El geógrafo Scott Stephenson y su equipo de la Universidad de California, han simulado cómo serán las rutas marítimas en las áreas polares.

Causas y efectos del calentamiento global en el Polo Norte

Se estima que a fines del siglo la temperatura media global podría aumentar 2-4° C, lo cual mostrará efectos más evidentes en las áreas polares, en donde la temperatura aumentará 9° C. Si bien, los ecologistas están preocupados por la conservación de la biodiversidad, la accesibilidad al océano Ártico acortará las distancias entre continentes.

Ventajas y desventajas de las comunicaciones marítimas en el océano Ártico

El pasaje del nordeste, las costas siberianas de Noruega hasta el estrecho de Bering; la ruta que une el puerto ruso de Murmansk con la Bahía Hudson en Canadá; y la ruta transpolar, hasta ahora sólo navegables con rompehielos, serán completamente accesibles desde julio a septiembre, con tiempos de 11 (pasaje noreste) y 16 (ruta polar) días. Según los investigadores, la superficie navegable aumentará 23%.

Las desventajas serán para las comunicaciones continentales. Las regiones árticas aprovechan rutas que pasan sobre los terrenos congelados, lagos y ríos helados serán inutilizables a causa de los inviernos más breves y templados.

Compañías petroleras se beneficiarán con el cambio climático

Estudios recientes muestran que el Ártico podría contener, a una profundidad inferior a 500 metros, el 30% de las reservas de gas y el 13% de las reservas petroleras mundiales.
Mientras los organismos internacionales se preocupan por el cambio climático y su evolución, las compañías petroleras se disputan concesiones para el aprovechamiento de los fondos árticos. La BP (British Petroleum) y la Shell han hecho una alianza con la Rosneft (compañía petrolera rusa) para la explotación de 125.000 kilómetros cuadrados en el mar de Kara (norte de Siberia), una de las reservas de hidrocarburos más prometedoras.

Los mínimos históricos de las extensiones de los bloques de hielo entre los años 2007 y 2010, han despertado el interés en los pasajes del noroeste y noreste. Este último ha sido recorrido por primera vez con cargas de elevado tonelaje en el 2010, mientras para este verano se prevé el pasaje de otras diez cargas. Esto ha generado inquietudes, por lo que Dinamarca y Groenlandia han establecido una estrategia para la gestión de la plataforma continental groenlandesa y de las islas Faroe, en el Atlántico norte. Los daneses intentarán reivindicar el Polo Norte, decisión que dejará insatisfechas a Rusia y Canadá. El país escandinavo pretende potenciar la presencia militar para “vigilar las acciones en el Ártico”.

Hasta el año 2050 Groenlandia, Canadá y Rusia ganarán espacios marítimos, sus zonas económicas exclusivas crecerán 28, 19 y 16%, respectivamente. La accesibilidad a estos terrenos marítimos tendrá beneficios para el comercio, el aprovechamiento de las reservas de combustibles fósiles, la pesca y el turismo.

Justamente ayer, 31 de mayo, concluyó en Arkhangelsk, Rusia, una conferencia de expertos del sector turístico de 7 países árticos, para discutir el futuro del turismo en esa zona.
Además del cambio climático, los estudios han tenido en cuenta la morfología del terreno, las infraestructuras y los asentamientos humanos. La promesa no es de un mar completamente libre de hielos, sino la factible navegación comercial y de pasajeros tipo A (embarcaciones en grado de afrontar extremas condiciones del tiempo).

Stepheson y sus colegas advirtieron que con todos estos emprendimientos se corre el riesgo de consecuentes daños ambientales. Los datos existentes, logrados en base a las investigaciones, podrían ser empleados para optimizar la actividad humana.

Agencias/SimaCaribe 03 jun 2011