La Universidad de Concepción de Chile y el Instituto Antártico Chileno (Inach) intentan descifrar por medio de un estudio oceanográfico en el estrecho de Magallanes la influencia del oceáno Pacífico sobre el desarrollo de formas de vida en el Atlántico.
"?Cuánta agua va desde el océano Pacífico al Atlántico por el estrecho de Magallanes?", es la pregunta que motivó la investigación realizada por un grupo de oceanógrafos liderados por Oscar Pizarro del centro COPAS Sur-Austral, de la Universidad de Concepción, y el oceanógrafo Cristián Rodrigo del Inach.
El estudio sugiere que las aguas menos salinas del estrecho de Magallanes son capaces de influir en las aguas atlánticas sobre la plataforma continental argentina, principalmente con aporte de nutrientes que permiten el desarrollo de fitoplancton, el cual representa la base de la cadena trófica (alimenticia) marina.
"Este trabajo es el primero de su tipo en la región (de Magallanes), y servirá como experimento piloto para operarlo en condiciones más extremas en la Antártica, y ya estoy planificando su uso para el estudio de las plumas hidrotermales en el estrecho Bransfield, Antártica", dijo Cristián Rodrigo al comentar la inédita investigación.
Los científicos midieron las variables oceanográficas estándares, temperatura, salinidad, presión y oxígeno en las gélidas aguas que separan a ambos océanos, mediante una sonda denominada "Glider", un vehículo autónomo submarino controlado en forma remota, que permite hacer las mediciones y enviar la información vía satélite.
Junto al vehículo en el terminal "Gregorio" de la Empresa Nacional del Petróleo de Chile (Enap) se instaló una estación meteorológica y un oleomareógrafo (medidor de mareas y olas) para determinar la influencia del viento y las mareas en la generación de las corrientes magallánicas.
El estrecho de Magallanes fue descubierto como paso marítimo para Europa por el navegante portugués Hernando de Magallanes en 1520.
Agencias/SimaCaribe 12 jul 2011