jueves, 7 de julio de 2011

Paga mejor cuidar a tortugas que matarlas

Una tortuga descuartizada flotando en el mar quizá no conmueva a muchas personas. Pero algunos podrían cambiar de opinión si supieran que la cantidad de dinero que los pescadores ganan por matarlas es menor que el que tendrían si las dejaran vivir.

Esta es la realidad de lo que pasa cuando se descuartiza una tortuga de mar con el único objetivo de sacar sus huevos antes de que lleguen a la playa.

“Matar una tortuga marina para extraer los huevos es como cortar un árbol para hacer un palillo de dientes. Las tortugas marinas son de gran valor para el ecosistema, nuestra cultura e incluso nuestra economía por el turismo”, explicó José Urteaga, coordinador del Programa Nicaragua, de Flora y Fauna Internacional.

Un ejemplo de esto es que los pescadores no sacan más de 50 córdobas por los huevos, de los dueños de restaurantes no lograrán más de 300 córdobas. Pero cualquier panguero puede ganar 20 dólares (440 córdobas) por mostrar tortugas nadando en el mar a los turistas, dinero que puede recibir una y otra vez entre julio y noviembre en condiciones ideales.

“Al eliminar a las tortugas marinas del ecosistema, perdemos sus roles ecológicos como reguladoras de las medusas o de esponjas en los arrecifes de corales, por ejemplo. Este rol se conecta con la pesca, otro ejemplo, pues las medusas comen larvas de peces y langostas que cuando crecen, se convierten en recursos pesqueros. Si nadie controla las medusas como lo hacen las tortugas, entonces las medusas aumentan en cantidad y comen más larvas de peces y langostas”, afirmó Urteaga.

Todas las especies marinas de tortuga están en peligro de extinción. Matarlas es un delito, según la legislatura de Nicaragua.

“Al final son los mismos pescadores los primeros perjudicados cuando estas criaturas empiezan a desaparecer”, advirtió el especialista. La práctica de descuartizar a las tortugas para sacarles los huevos y lanzarlas aún vivas al mar se da todo el año, según Fauna y Flora Internacional, pero se acentúa entre julio y noviembre, cuando la tortuga paslama desova de forma masiva. Urteaga recordó que es importante abstenerse de comer huevos de tortuga para contrarrestar el proceso de extinción que viven estos reptiles.

Agencias/SimaCaribe 7 jul 2011