sábado, 24 de marzo de 2012

Los rayos UV en el Polo Sur


Empecemos por lo básico ¿Qué son los rayos ultravioleta?
Son los rayos del sol que emiten las frecuencias más bajas y están dentro del espectro electromagnético. Los rayos visibles para el humano se encuentran entre los 400 a 800 nanómetros .....y los ultravioleta, a pesar de que no los podemos ver, ya que están entre los 200 y 400 nanómetros, son los que nos hacen daño.

¿Cuántos rayos ultravioleta hay?
Tres: A, B y C. El C es un rayo que no llega a la tierra porque se queda atrapado en la estratosfera, el A es un rayo que si ingresa al planeta pero que no produce ningún tipo de daño en la piel y su poca exposición contribuye a la salud con vitamina D. El B es el único que produce daño en el hombre y por ello es objeto de estudio.

¿Qué daños producen?
La exposición excesiva a los rayos UV B te va producir diferentes tipos de cáncer, quemaduras en la piel y envejecimiento prematuro. En los ojos se producen las conocidas cataratas y las carnosidades oculares llamadas terigio. Además disminuyen las defensas del sistema inmunológico es por eso que cuando uno tiene eritema solar a veces le da fiebre.

¿Qué es un eritema solar?
Es la conocida insolación que no es más que la defensa del cuerpo contra los rayos UV B. Es el tiempo que tarda la piel en enrojecerse, experiencia que todos hemos experimentado alguna vez y que es una herida en la epidermis que no cicatrizará jamás.

Pero la insolación desaparece...
Si pero la piel tiene memoria y por más que el enrojecimiento se desvanezca es una herida que queda permanentemente y cuando vuelves a tomar sol los rayos ultravioleta B encuentran estas heridas y sobre ellas forman el eritema solar, lo que hace que una persona constantemente expuesta al sol sea vulnerable a cualquier tipo de problema en la piel.

¿Y esto sucede también con los animales?
Claro que sí. Se tiene conocimiento que los peces y cetáceos han desarrollado cataratas y quemaduras en la piel. Y estos rayos no solo afectan a la fauna sino también a la flora: en los líquenes, el musgo y las algas marinas, influyendo en su ADN, sobre todo aquí en la Antártida.

¿Por qué?
Aquí lo que más afecta es el reflejo, ya que adicionalmente a los rayos UV B que recibimos directamente del sol, estos rebotan en los glaciares en un 60% y en el mar en un 30% lo que hace que tengas tres exposiciones muy altas, recordemos que aquí la capa de ozono es más delgada que en Lima.

¿Puedes ampliar ese último tema?
En Lima la capa de ozono es de 330 unidades dobson (UD) y el 20 de diciembre se hizo una medición al mediodía captando una radiación de 0.840 wattios por metro cuadrado (w/m2). En la Antártica, que tiene una capa más delgada de 220 UD, se hizo el mismo ejercicio al mediodía y se recibió energía UV B de 2.224 w/m2, lo que vendría a ser casi el triple de lo que recibimos en la capital.

¿Y en Lima también tenemos reflejos?
Sí pero mucho menores. El césped por ejemplo refleja el 10% de los rayos del sol, la arena de la playa un 15%, la espuma del mar un 25% y en lugares del Perú donde se encuentra nieve se puede reflejar hasta el 80%. Un factor a tener en cuenta cuando viajamos es la altura, cada mil metros se incrementa en 5% el reflejo ya que estás más cerca al sol.

¿Todos los tipos de piel reaccionan igual?
No. Existen seis fototipos cutáneos, cuya asimilación es progresiva. Por ejemplo están los muy claros, casi albinos, cuyo enrojecimiento puede ser a los cinco minutos de exposición solar y que nunca obtendrán un bronceado. Luego encontramos a los de piel clara, los blancos y la piel mestiza, cuya asimilación de energía UV B va de los 15, 20 o 25 minutos respectivamente y dependiendo de la hora del día. Por último los morenos y los de piel negra, quienes no tienen un enrojecimiento visible, porque su propia pigmentación los protege, lo que no significa que no asimilen la energía negativa.

¿Cómo evitamos el impacto de los UV B?
Es lo más simple pero a la vez lo más complicado, sobre todo en el verano. Hay que evitar la exposición al sol y utilizar bloqueador, protegernos con sombreros de ala ancha y usar lentes con protección solar. Porque no solo es importante la piel sino también la salud de los ojos. Otra manera de protegernos es estar informados diariamente de la cantidad de radiación en tu país.

¿Y eso cómo se obtiene?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y las Naciones Unidas (ONU) promueven la protección de los rayos UV B. En otros países antes de salir a trabajar la gente chequea el clima y ahora también la energía solar, por lo que nosotros deberíamos seguir ese ejemplo y entrar a internet a ver esos datos. Intersun es la página de la OMS y Acción por el Ozono es la página de la PNUMA ahí se actualiza diariamente la radiación solar en todas las partes del mundo.

¿Y estos datos cómo se obtienen en la Antártida?
Con un foto radiómetro con sonda de medida para los rayos UV B monitoreo a diario con dirección al sol y a sus reflejos. Este trabajo se realiza desde el medio día hasta las cuatro de la tarde en el mismo punto que ya está geo referenciado por GPS, lo que permitirá que en los próximos años las personas vuelvan a medir, en el mismo punto, los rayos UV B y se pueda tener un estudio progresivo a largo plazo.

¿Qué importancia tiene esto para el Perú?
La Antártida es un espejo de lo que sucederá más tarde en Sudamérica y el mundo. Además nos va permitir establecer las líneas de base para futuros trabajos de investigación relacionados al calentamiento global, la diversidad biológica y los perjuicios que estos rayos puedan causar a los ecosistemas marinos y terrestres. Así estaremos prevenidos de los que pueda suceder en nuestras costas y en los cultivos de arroz, avena, frejoles, etc. Por ejemplo aquí la flora antártica cada vez crece menos y su ADN se está alterando y esto ya se produce en los sembríos peruanos así como el incremento del cáncer de piel en nuestro país.

Agencias/SimaCaribe 24 mar 2012