jueves, 28 de julio de 2011

En 1866 se inauguraba el primer cable telegráfico trasatlántico.

Después de esfuerzos infructuosos, el 27 de julio de 1866 se completó un cable que verdaderamente tuvo éxito. Este unió a Irlanda con Terranova.

Aunque Inglaterra inició la ingeniería con cables submarinos, el comerciante estadounidense Cyrus W. Field persistió haciendo esfuerzos que por fin resultaron en tender el primer cable atlántico que dio buenos resultados.

Al fin y al cabo, llegó a ser un esfuerzo unido de los gobiernos de Inglaterra y los Estados Unidos. De ambos lados algunos de los financieros, oceanógrafos, telégrafos y científicos más célebres del mundo colaboraron en esta empresa. Los talentos de estos hombres resultarían indispensables debido a las profundas fosas submarinas que se encontrarían en medio del Atlántico. Aquí la cordillera más grande de la Tierra se extiende por 1.600 kilómetros de longitud y 800 kilómetros de ancho, completamente sumergida.

Si Field y sus asociados hubiesen sabido de antemano de los muchos años de problemas financieros y desastres que les esperaban al colocar el cable, es muy posible que se hubieran retirado durante sus primeros esfuerzos. Los destrozos de cable, el tiempo adverso y los enredos del cable en el aparato de arriarlo de los barcos constantemente impedían el proyecto. A veces cientos de kilómetros de cable roto, cuyo costo ascendía a una fortuna, fueron abandonados en el fondo del mar.

Después de 30 esfuerzos, lograron halarlo a la superficie, someterlo a pruebas y empalmarlo con cable nuevo. Esto completó la porción de occidente a oriente. Con la unión de los extremos de los dos cables en Terranova, llegó a existir un circuito submarino de más de 6.400 kilómetros.

Se enviaron señales claras a través de esta distancia. Lo único que se necesitaba para cargar este cable era una batería simple hecha de un dedal de plata que contenía unas cuantas gotas de ácido. Desde ese tiempo, la comunicación de dos direcciones entre los dos continentes nunca ha cesado.

Desde 1866 en adelante, los cables se extendieron rápidamente a través de los océanos del mundo. Para finales del siglo, 15 cables se habían tendido a través del Atlántico. Algunas secciones de estos cables originales todavía están en servicio.

Agencias/SimaCaribe 28 jul 2011