“El conocimiento de los hábitos alimenticios de los organismos de mar es uno de los aspectos más importantes para determinar las interacciones existentes entre las especies y el ambiente que los rodea, ya que nos permite conocer el grado de importancia que presenta determinada especie dentro de un ecosistema” aseguró Luis Alejandro Pérez Olachea, egresado de la carrera de Biología Marina de la UABCS, quien realizó un estudio sobre los hábitos alimenticios del caracol Tegula eiseni en tres arrecifes rocosos de Baja California Sur, como parte de su tesis de licenciatura, dirigida por Elisa Serviere Zaragoza, profesora-investigadora del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor).
En su investigación, Pérez Olachea señala que dentro de las interacciones involucradas en la estructura de los diversos ambientes, la condición herbívora es una de las más determinantes, pues constituye la base de las cadenas alimenticias y condiciona el flujo de materia y energía, a través de las comunidades.
El conocimiento de la dieta natural es esencial para estudios de requerimientos nutricionales que pueden explicar las interacciones entre la taxa (grupo de organismos emparentados). De esta manera se puede determinar la relación depredador-presa, siendo esto de gran importancia pues regula las poblaciones de los organismos integrados en la cadena alimenticia. Una alteración significativa en las poblaciones de una especie puede tener efectos profundos en las poblaciones de otras especies.
En este contexto comentó Pérez Olachea, el estudio de la dieta del caracol Tegula eiseni permitirá integrar su eslabón en la cadena alimenticia de las comunidades de arrecifes rocosos.
Explicó que en los arrecifes rocosos seleccionados: Piedra de Trini, Rincón de Méndez y Piedra del Lobo, se recolectaron a mano en la zona submareal, 15 organismos de caracol en tres fechas distintas (julio, noviembre y marzo). Los individuos fueron localizados de manera visual sobre macroalgas, bajo las rocas o sobre ellas. Fuera del agua se colocaron en contenedores con propiedad aislante de temperatura, sobre una base de macroalgas y protegidos de la irradiancia solar.
En la investigación se identificaron como componentes de la dieta del caracol Tegula eiseni a diversos grupos como diatomeas, macroalgas (verdes y rojas), esponjas, foraminíferos, larvas, restos de antrópodos, entre otros.
Agencias/SimaCaribe 5 ago 2011