Los consumidores de pescados y mariscos pueden tener una idea de si éstos fueron capturados en la naturaleza o criados en granjas acuáticas, ¿pero cuántos saben si la acuicultura tiene un impacto en el medioambiente?
El reporte Blue Frontiers, compilado por las organizaciones Conservation International y The Worldfish Center, hace un llamado a la acuicultura para volverse mucho más sustentable.
Actualmente más del 50% de los pescados y mariscos proviene de la acuicultura, incluyendo el 73% del salmón y cerca de la mitad de la producción mundial de cangrejos y langostas.
Se estima además que esta industria, que produce 100,000 de dólares al año, crezca de 65.8 millones de toneladas registradas en 2008 a unas 100 millones para 2030.
“Las tendencias actuales indican que el mayor crecimiento será en las regiones del sur y sureste de Asia, con el liderazgo de países como China y Vietnam con sus exportaciones a Europa y América del Norte”, dijo Mike Phillips, co autor del reporte.
Pero la preocupación de especialistas como el doctor Sebastián Troeng, vicepresidente de conservación marina de Conservation Internacional, es que el crecimiento de este mercado cobre su factura al medioambiente.
“Hay varias preocupaciones fundamentadas sobre la acuicultura en términos de sus impactos en ecosistemas marinos y en los centros de pesca silvestre”, dijo Troeng.
La innovación y las mejores prácticas son la clave para la protección del medioambiente, a la par que la acuicultura sigue creciendo, de acuerdo con Troeng.
Y los mayores peligros para la naturaleza se encuentran en las regiones de mayor producción, principalmente Asia, que es responsable del 91% de la producción de acuicultura, con China a cargo del 64%.
“Algo que es de particular preocupación para los grupos de conservación marina es ladependencia en pescados capturados de manera silvestre, que alimentan a los pescados de los criaderos. Cualquier mejora en ese rubro sería muy benéfico”, añadió Troeng.
El reporte, que evaluó el desempeño de las especies y sus técnicas de crianza, registró también su contribución al cambio climático, el uso de tierras y la pesca silvestre para alimento de pescados.
Los carnívoros como el camarón, langostino y el salmón demostraron gran consumo de pescados para alimentarse, mientras que la carpa criada en estanques artificiales demostró ser la que más daña al ambiente.
Los que menos contaminan son los bivalvos, o moluscos, como las ostras y los mejillones, así como las algas. Estas especies incluso ayudan a reducir los nitratos y fosfatos en el agua.
Pero incluso los más contaminantes no se pueden comparar con los niveles de contaminación de la industria porcina y bovina.
El reporte encontró que la acuicultura está a la par con el pollo y es mejor que criar cerdos y vacas. Los pescados también necesitan menos alimento y proteínas.
Mientras que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación expide certificados a acuicultores, a nivel global aún hay muchas técnicas para producir mariscos.
“Especies similares y sistemas de producción tuvieron impactos distintos al medioambiente dependiendo del país en el que se pusieran en práctica”, concluyó Troeng.
Agencias/SimaCaribe 20 jun 2011