martes, 14 de junio de 2011

El vaciamiento de la pesca


¿Cómo logra la Argentina, en un mismo año, un récord de exportaciones de productos de la pesca y que las empresas responsables, lejos de reinvertir utilidades, ampliar capacidad, comprar buques o renovar la flota, declaren públicamente una situación de quebranto?

La caída de los precios internacionales no es la única variable responsable de que esta industria -que exporta el 95% de lo que produce- esté en quiebra. Es un elemento combustible más, que se suma a los chispazos de los costos internos.

Todos los costos de la pesca, entre enero de 2009 y mayo de 2011, aumentaron: desde un leve 29% de un lubricante hasta el 240% de un rubro correspondiente al Senasa (asignación de buque congelador), pasando por el incremento del 76% de la mano de obra a bordo (convenios colectivos con el SOMU y el Simape) y del 65% del costo total de la tripulación. La mano de obra en tierra (convenio con el SOIP) se encareció un 73%. La pesca es mano de obra intensiva: muchas tareas, como la descarga de pescado, se siguen haciendo a mano.

"Todas las empresas pesqueras argentinas están en pie de quebranto." Sin eufemismos ni con ánimo globalizador, Oscar Fortunato, presidente del Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas (CEPA), lanzó el diagnóstico terminal de una industria clave del sector externo argentino.

En una conferencia de prensa convocada por el Consenso Pesquero Nacional -de poco más de un mes de vida, y que reúne a todas las cámaras sectoriales desde la Patagonia hasta Mar del Plata-, los dirigentes empresariales manifestaron que la situación económica y financiera de esta industria netamente exportadora llegó a un punto de no retorno.

El Consenso está integrado por las cámaras de Armadores de Buques Pesqueros de Altura (Caabpa); de la Industria Pesquera Argentina (Caipa); de Armadores de Poteros Argentinos (CAPA); de Armadores de Pesqueros Congeladores de la Argentina (Capeca); Patagónica de la Industria Pesquera (Capip), y por el Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas (CEPA).

"Somos una industria de capital y mano de obra intensivos. Tenemos un solo mercado, que es el de la exportación. No contamos con un mercado interno que pueda actuar como pulmón o sostén en momentos en que la exportación no es rentable", explicó Fortunato.

El negocio pesquero es pendular: con épocas buenas donde los empresarios aseguran que invierten en renovación y mantenimiento de flotas y plantas, y épocas malas donde la desinversión y la suspensión del personal están a la orden del día.

"Tuvimos en 2000 una situación muy difícil, pero después las variables económicas cambiaron y vino una época de bonanza: pagamos deudas, invertimos en equipos y tecnología. Pero llegó la crisis internacional, con una fuerte caída de los precios de los productos, una merma importante de pedidos y la imposibilidad de acceder al crédito de los clientes, que complicó las finanzas de todo el sector", añadió.Escalada

La tormenta perfecta se conjura con la escalada de los costos internos: mano de obra, insumos y servicios. "La recuperación de los precios internacionales no compensó el aumento de los costos y el dólar efectivo que cobramos", dictaminó Fortunato.

En 2010, los volúmenes de exportación, sin embargo, se incrementaron. Pero fue más la necesidad de provocar un aumento de los embarques, incluso a pérdida, para poder afrontar los costos fijos.

"Estamos trabajando en situación de quebranto, y hay que decirlo con todas las letras", destacó el empresario marplatense.

Las empresas de la pesca aducen que obtienen una utilidad "nula o negativa" y que si bien las cifras oficiales indican que en 2010 el sector tuvo una alta facturación "convirtiendo ese año en récord de exportaciones", lo cierto fue que eso no se tradujo en "prosperidad para las empresas, que tomaron la decisión de aumentar los volúmenes de producción para tratar de compensar los costos fijos".

El componente laboral en la pesca es muy activo. Los reclamos sindicales son recurrentes, tanto cuando están vinculados con presiones para la firma de convenios colectivos como cuando se toma de rehén al sector ante reclamos de terceros actores: la cadena de la pesca, desde los proveedores de insumos hasta los tripulantes, es larga, y la vulnerabilidad la recorre toda.

La convocatoria de acreedores y la suspensión del personal son un derrame que comenzó a expandirse por todo el cluster pesquero. Y así como la pesca vive en un 95% de la exportación, muchísimas pymes viven en un porcentaje similar de la provisión de servicios e insumos para la pesca.

"Como consecuencia de la crisis financiera internacional, entre 2008 y 2009, las empresas nacionales soportaron una fuerte caída en la cotización de los pescados y mariscos y una notable reducción de la demanda", expresan. La recuperación de precios y volúmenes de 2010 quedó eclipsada por el mayor aumento pari pasu de costos internos.

"Formamos el Consenso Pesquero Nacional para peticionar juntos un paquete de medidas de shock para bajar los costos y atender la necesidad de capital de trabajo. Las propuestas que les acercamos a las autoridades no se cristalizaron", puntualizó.

Guillermo Jacob, presidente de la Cámara de Armadores de Pesqueros Congeladores de la Argentina (Capeca), resumió la situación así: "Nunca como ahora todo el espectro de la actividad estuvo mal: el calamar, el langostino y la merluza. Desde los barcos más chicos hasta los buques factoría, la situación es delicada".

Si algo sabe aquel que exporta es que los costos internos deben absorberse sin posibilidad alguna de trasladarlos al precio. Los clientes del exterior no validan minucias como la inflación o los aumentos salariales.

"Lo insólito -continuó- es que la mayoría de los incrementos de los costos internos nada tuvo que ver con mayor productividad. Todo lo contrario, hemos perdido competitividad, y un ejemplo elocuente es que un flete para productos pesqueros de China a San Pablo es más barato que un camión de Mar del Plata a San Pablo."

¿Por qué no se va en barco entonces, aprovechando el puerto que tanto promociona el consorcio portuario regional? Al fin de cuentas, fue el Gobierno, a través de la Subsecretaría de Puertos, el que anunció en conferencia de prensa que el renacimiento de la Marina Mercante y la Bandera Nacional arrancaban con Maruba, en Mar del Plata, haciéndose cargo del "puerto abandonado" por las extranjeras Maersk y Hamburg Süd

"Sigue siendo más barato ir en camión que en barco", resumieron los empresarios pesqueros, luego de unos instantes de incómodo silencio.

Darío Sócrate, presidente de la Cámara Argentina de Armadores de Buques Pesqueros de Altura (Caabpa), concluyó: "Una sola vez vino Maruba a Mar del Plata".

Asimismo, en la Patagonia, hay ciudades que tuvieron desarrollo importante y genuino de la mano de la pesca. Uno de esos ejemplos es Puerto Deseado: se procesa la mercadería, se agrega valor y se da empleo a trabajadores y proveedores locales. "Pero hace 15 años que no se pone ni un ladrillo", destacó Jacob.

La flota pesquera argentina ronda los 800 barcos. En 2010 se incorporó sólo uno a la flota, y si los armadores no incorporan barcos nuevos, se llega a una obsolescencia planificada y a la merma de la productividad.

"Estamos ante un círculo vicioso donde somos más caros, menos competitivos y no tenemos acceso al crédito contra la hipoteca naval", amplió Jacob.

En Mar del Plata, acotó Fortunato, no se hicieron inversiones en los últimos tres años: "Necesitamos un paquete de medidas, algo que no se reduce a modificar el tipo de cambio. Hay que replantear toda la cadena productiva y ver cuáles son los elementos que generan distorsión en el costo final del producto", destacó.

-¿Cuáles pueden ser entonces las medidas que se necesitan? -preguntó LA NACION.

Fortunato: - Todas las que hagan a la estructura de costos. Los más importantes son el combustible y la mano de obra -que estamos de acuerdo que ahí no hay que tocar-, más los servicios portuarios de carga y descarga, e insumos como el cartón y el polietileno.

Jacob: - Hay elementos del costo que están en manos del Estado, como los aumentos en los servicios prestados por la Aduana y el Senasa, y los costos ocultos que se generan por la gran cantidad de reglamentaciones exigidas que fuerzan a las empresas a aumentar el cuadro administrativo.

Por otra parte, descargar un barco en Mar del Plata cuesta US$ 200 por tonelada, y en Europa por esa misma tarea se pagan 30 euros (US$ 43). Pagamos seis veces más, y es un desfase exagerado. En Chubut se perdieron ya 5000 puestos de trabajo. En Santa Cruz hay empresas convocadas, y las que no lo están es porque reciben apoyo de su casa matriz.

Fortunato: - En Mar del Plata ya hubo una reducción de 4000 personas empleadas. Pero estos datos corresponden sólo a los directos. Si se frenan las inversiones a bordo y en tierra empezás a provocar un desempleo indirecto de los proveedores.

-¿Cuánto fueron las exportaciones en 2010 y qué proyecciones tienen para este año?

-Fortunato: En 2010 se exportó por más de US$ 1000 millones, pero con caída de volumen. Tuvimos récord de producción pero sin rentabilidad. Para este año estimamos una caída de la producción. Y los precios no están en los mejores niveles.171%

Aumentó entre enero de 2009 y mayo último la estiba de congelados clasificados; el 63% lo hizo la estiba en Planta Romaneo de merluza enfriada, y el 56% la del pescado enfriado.US$ 1330 millones.

Fueron las exportaciones de productos de la pesca en 2010, un récord histórico para el sector. Si España no hubiera entrado en crisis, la cifra podría haber superado tranquilamente los US$ 1500 millones


76% Convenio SOMU/Simape
65% Tripulación de un fresquero
73% Trabajadores en tierra (SOIP)



Además de estos incrementos en la mano de obra, se registraron aumentos promedio en el gasoil (58%); lubricantes (29%); hora de reparación en taller (60%); halaje y botadura en dique seco (66%); estadía diaria en dique seco (81%); kilo de chapa naval (58%); polietileno (37%); caja de cartón corrugado (de 48 a 63%); hielo en escamas (66%), y en el póliza de seguro ART (91%).


240% Servicios de asignación de buques (Senasa)
78% Servicios extraordinarios abonados a la Aduana
114% Uso de puerto pagado al Consorcio Regional



Otros servicios con incrementos: practicaje (35%); lancha (128%); remolcador (128%); apertura de atraque (82%); metro cúbico de agua (128%), y energía kW/hora (97%).

Agencias/SimaCaribe 14 jun 2011