miércoles, 22 de junio de 2011

La pesca es un vínculo ancestral

El vínculo de Manabí con la pesca es de toda la vida. Culturas como Valdivia, Machalilla, Chorrera, Bahía, Guangala, Jama-Coaque y Manteña cosecharon el mar y usaron sus propias estrategias para ir desarrollando métodos que les permitan mejores capturas.


Las primeras culturas pescaban con anzuelos de conchas, que dentro del mar brillaban y hacía que los peces picaran sin necesidad de que allí hubiera alguna carnada, destaca Jacqueline de Munizaga, directora del museo Cancebí.

Se llegó luego hasta la balsa manteña, cuyos viajes hacia el norte iban hasta mesopotania (América Central) y a Chile en el sur.

La comercialización de sal, metales como cobre, esmeraldas, textiles hermosamente tejidos y otros productos se hacía con culturas de esos territorios, y se traía lapizlasula (piedra azul semipreciosa), por ejemplo, indicó Jacqueline de Munizaga.

Joselías Sánchez, catedrático universitario, destaca el arte de pescadores que usaban pesos (piedras) para sumergirse y bucear en busca de conchas, moluscos y peces.

Sánchez agrega que Manabí por vocación desde la época de nuestros indígenas es agrícola y pesquera. “Está enraizado en la forma de ser de los manabitas, está en sus genes”, asevera.

Los manteños fueron pescadores, fue su modo de vida y toda la costa de la provincia por eso siempre tuvo vínculos con el mar. Se asevera en los libros de relatos que Pedro de Alvarado encontró a su llegada a la costa manteña cerros de conchas con la que los indios elaboraban diferentes artículos, recordó Sánchez.

Con la colonización la pesca se modernizó hasta llegar a la industrialización.

Lo actual. El vínculo de Manabí con el mar sigue más vigente en la actualidad. La provincia concentra hasta el 80 por ciento de la pesca en el país. De las 76 mil toneladas que exportó Ecuador en el primer trimestre el 60 por ciento (40 mil Tn) fue generado en Manabí, especialmente atún, picudo, dorado, sardina y camarón.

Manta y Manabí son por eso la capital mundial del atún. Lo que hay que hacer ahora es respetar las vedas y cuidar el océano para preservar las reservas marinas, recomienda Jaqueline de Munizaga.

Sánchez manifestó que lamentablemente las riquezas del mar, logradas por pocos empresarios, no se han visto reflejadas en acciones favorables hacia la comunidad.

“En la época del café, los empresarios cafetaleros hacían labor social, ayudaron a construir el estadio de Manta por ejemplo. Los atuneros e industriales no se han vinculado ni compartido con la comunidad. Generan trabajo porque es para su propio bienestar”, indicó Joselías Sánchez.

Agencias/SimaCaribe 22 jun 2011