martes, 2 de agosto de 2011

Águilas, un paraíso de luz y alegría

Este rincón marinero es un municipio de contrastes en el que se puede disfrutar de la serenidad de playas de arenas finas y aguas cristalinas y unos interiores semidesérticos de ocres tonalidades.


Son muchos los atractivos que hacen de Águilas un lugar privilegiado dentro de la costa Mediterránea. Un rincón marinero que, como bien dice la popular canción, “se retiene en las pupilas por toda la eternidad”, porque Águilas, ciertamente, “es la novia del mar, un paraíso de luz y alegría” que ofrece tanto a aguileños como a visitantes los encantos de una tierra aún virgen, en la que el carácter abierto y acogedor de un pueblo que, la mayor parte del año, vive de puertas para fuera se convierte en la mejor seña de identidad.

Con un microclima excepcional y una temperatura media de 25 grados anuales reúne condiciones inmejorables para el disfrute de sus playas y su entorno durante todo el año.

La práctica del submarinismo y el buceo, una de las actividades estrella en la localidad, sirven de reclamo a cientos de turistas atraídos por unos fondos marinos únicos tanto por su espectacular belleza como por la riqueza de su flora y fauna.

Los menos aventureros también pueden disfrutar, aunque de manera diferente, de la vida que inunda la costa aguileña. La llegada de los barcos a puerto, acompañados de cientos de gaviotas, se convierte, cada tarde, en un espectáculo que se completa en la lonja con una subasta a la que acuden decenas de curiosos atraídos por tan singular evento.

La gamba y el salmonete, el pulpo, los serranos, la rascacia o la sardina son algunos de los frutos que, sin perder un ápice de frescura, pasan del mar a la mesa. Así, los aficionados a la buena gastronomía pueden disfrutar en Águilas de platos tradicionales como el caldo de pescao, ajo colorao, ensalada de pulpo, bonito en escabeche o pulpo seco.

Pero Águilas no es solamente mar, la escalada, el senderismo, el montañismo y por supuesto, los triatlones y duatlones que aquí se están llevando a cabo, ayudan a que Águilas se cuele cada año en el corazón de aquél que lo visita por primera vez.

Tres senderos naturales señalizados recorren tres zonas de gran belleza paisajística: el del Castillo de San Juan, el del Hornillo y el de Cope ofreciendo al caminante la posibilidad de observar distintas especies autóctonas protegidas.

Unos encantos naturales que en época estival se completan con una amplia programación de festejos que ocupa todas las noches de verano y en el que, además, la cultura está muy presente con exposiciones, el ciclo teatral La sonrisa del teatro, o las prestigiosas conferencias incluidas en la programación de Mirando al mar.

En definitiva, un municipio de contrastes en el que los colores se muestran en toda su intensidad gracias a una luz que atrapa a todo el que la vislumbra.

Águilas, con un litoral en el que podemos disfrutar con el surgir de un mar de azul intenso, la serenidad de unas playas de fina arena y cristalinas aguas y un interior semidesértico de ocres tonalidades y aromáticos matorrales, es el lugar ideal para disfrutar del ocio y el descanso o para, simplemente, deleitarse con una puesta de sol teniendo como telón de fondo el emblemático castillo de San Juan de las Águilas, o pasear por la bahía de levante y contemplar el recientemente construído Auditorio “Infanta Doña Elena”.

Lugares para visitar

Museos. El Carnaval, el ferrocarril y el fútbol, junto con el museo arqueológico y centro de interpretación del mar y las termas romanas completan la oferta museística local //. Enclaves. Lugares como el Castillo de San Juan de las Águilas, la Plaza de España, el embarcadero del Hornillo, la Torre de Cope, el mirador de L´Aguilica o el Auditorio, entre otros, se convierten en enclaves ineludibles para el visitante.

Buceo y naturaleza

Deportes náuticos. El Club Náutico ofrece una amplia variedad de deportes náuticos como vela, windsurf o piragüismo. No obstante, la actividad estrella continúa siendo el buceo. Los fondos del litoral aguileños atraen cada año a miles de visitantes que no pueden más que extasiarse ante tal belleza. //. Senderismo.La insólita belleza de Águilas, poseedora de una flora y fauna autóctona inigualables, convierten a este rincón murciano en el lugar ideal para practicar actividades al aire libre como montañismo o senderismo.

Gastronomía

Pescados. Águilas tiene una cocina en la que destacan como productos estrella el salmonete y la gamba desde el mar y la alcaparra y el tomate de la tierra. Platos como el “caldo de pescao” o “ensalada de pulpo” harán las delicias de los más sibaritas

Recomendaciones. Existen numerosos restaurantes en Águilas en los que degustar la gastronomía local, como El Faro, Los Geráneos, Las Pedanías , La Gaviota o el Mar de Brasas. El Pimiento es un clásico aguileño.

Ocio y copas

Hostelería. Águilas cuenta con numerosas terrazas de verano junto al mar, en las que poder disfrutar de forma tranquila, también existen numerosos pubs en el casco urbano, que en verano permanecen abiertos hasta las cuatro de la madrugada.. Uan vez han cerrado estos locales las Discotecas la Isla y Tuareg, se convierten en el centro de la marcha nocturna // Ocio. El ciclo de teatro de humor, que se celebra durante el mes de agosto, es una buena opción.

35 playas conforman la costa aguileña

El litoral aguileño cuenta con infinidad de encantos y atractivos distribuidos en los más de veintiocho kilómetros de costa que posee este bello rincón mediterráneo. Conocer sus treinta y cinco playas es dejarse seducir por la tranquilidad, el sosiego y la calma de las calas recónditas en las que se alternan fondos rocosos con espectaculares arenales y magníficas aguas cristalina.

Destacan, en el extremo sur limitando con Almería, las Cuatro Calas; un paraje protegido en el que la belleza del entorno convierten la zona en un auténtico paraíso natural en el que la depredación humana aún no ha hecho acto de presencia.

Cuatro grandes bahías, Poniente, Levante, El Hornillo y Calabardina, constituyen el paisaje urbano de Águilas. Unas playas en las que, como demuestran sus banderas azules y Q de calidad, la aptitud de sus aguas y la garantía de sus servicios están aseguradas.

En el extremo norte, desde Cope hasta el límite de Lorca, su suceden más de una decena de calas totalmente vírgenes. Entre escarpadas montañas cinceladas por la erosión se esconden los rincones más bellos de esta tierra tostada por el sol.

Agencias/SimaCaribe 2 ago 2011