Cuando hablamos de cambio climático solemos describirlo como una amenaza para el futuro, pero lo cierto es que sus efectos son ya detectables en muchos lugares del mundo. Las estaciones cada vez se distinguen con menos nitidez, tenemos veranos más largos y secos, inviernos más cálidos y menos lluviosos... Cualquier ciudadano ha podido percibir en los últimos años ciertas variaciones en el clima que muchos científicos vinculan con la acción del hombre.
Sin embargo, cuando se trata de detectar el alcance de estos cambios, las personas que viven y trabajan rodeadas de la naturaleza, o que dependen de ella para subsistir, se convierten en observadores privilegiados. Sus testimonios han sido recopilados por la organización ecologista WWF y la Fundación Biodiversidad para mostrar los efectos del cambio climático y poner de manifiesto la necesidad de actuar de forma inmediata para frenar su impacto.
'Testigos del Clima' reúne decenas de historias de afectados en todo el mundo. No todos los lugares sufren de la misma forma los efectos de las variaciones del clima, aunque los científicos sí señalan a España como uno de los países más vulnerables a sus efectos. Alrededor de 30 profesionales españoles de 11 comunidades autónomas relatan cómo esos cambios ya han comenzado a afectarles.
Sectores afectados
Agricultores que ven mermadas sus cosechas, pescadores que cada vez recogen menos marisco, submarinistas que constatan modificaciones en la temperatura del océano y en los ecosistemas marinos, habitantes de zonas rurales que observan cambios en las estaciones, científicos que detectan la presencia de insectos tropicales y el riesgo de aparición de nuevas enfermedades infecciosas e incluso cocineros que ven cómo cambian los productos disponibles cada temporada. Las variaciones en el clima están afectando a sectores económicos muy diversos y están poniendo en peligro la subsistencia de muchas familias.
Antonio Muiños es propietario de una empresa de conservas en la localidad coruñesa de Cambra. El empresario, que desde hace 13 años cultiva algas marinas a través de la acuicultura, afirma que los cambios en el clima están provocando cambios significativos en la distribución de ciertas especies y en su productividad: "Algunos tipos de alga maduran ahora un mes o un mes y medio antes de lo que solían hace unos años, incluso antes de llegar a tener un crecimiento óptimo", señala a ELMUNDO.es en conversación telefónica. Y es que si algunas especies, como el espagueti de mar, alcanzaban el metro y medio o los dos metros antes de la suelta de semillas, ahora lo hace con una talla mucho más pequeña (de 60 o 70 centímetros). Esto está provocando que la cantidad de algas se reduzca de manera importante debido al adelanto en la suelta de semillas, que solía ocurrir en septiembre en lugar del mes de julio.
"Cuando llega octubre y los mares fuertes, las algas miden ya varios centímetros, por lo que el azote de las olas las rompe, reduciendo así su población", señala. Muiños afirma que fue hace cuatro o cinco años cuando comenzó a percibir los cambios en mayor medida. Desde entonces, asegura, han visto cómo ciertas especies de alga que tenían identificadas están desapareciendo de algunas áreas: "Todos estos cambios nos han obligado a cambiar nuestro calendario de trabajo en función del tipo de alga y de la zona. Continuamente estamos adaptándonos y buscando nuevos cultivos", añade.
Algunos pescadores también han detectado una disminución en la cantidad de marisco disponible. Josefa Fernández, mariscadora gallega, asegura que la ausencia o la abundancia de lluvias afecta de manera directa a la recogida del percebe y del mejillón que se encuentran en las rocas. Los últimos otoños, asegura, han sido muy secos y han recogido pocos mejillones y percebes.
Especies invasoras
Joan O. Grimalt, químico del CSIC y director del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua, sostiene que el cambio climático tiene una relación directa con la incidencia de ciertos tipos de infecciones y la propagación de las mismas: "El mosquito tigre es el posible transmisor de enfermedades como el dengue y se está extendiendo por toda la Península Ibérica, como ya lo ha hecho por casi toda Italia y el sur de Francia".
Sin embargo, de momento, "el mayor riesgo para los países mediterráneos, susceptibles de acoger enfermedades de países más cálidos a medida que experimenten incrementos de temperaturas, no es tanto el de la salud como la llegada de especies invasoras perjudiciales para los ecosistemas", añade el investigador.
Políticas de adaptación
Los relatos de 'Testigos del Clima' coinciden con las predicciones realizadas en los últimos años por los científicos. En el último informe de evaluación del Panel Intergubernamental sobre cambio climático (IPCC), publicado en 2007, los expertos de la ONU apuntaban a la acción del hombre y al modelo de desarrollo basado en los combustibles fósiles como causantes del aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, que contribuyen al aumento de la temperatura media en la atmósfera y en los océanos.
El objetivo es intentar evitar que ésta aumente más de 2ºC a finales de siglo, para lo que es imprescindible reducir emisiones contaminantes. Las políticas de adaptación son, además, una herramienta esencial dentro de cualquier estrategia nacional para luchar contra los efectos de las variaciones del clima. Entre las fórmulas para lograrlo, WWF propone fomentar una agricultura sostenible, implantar medidas para ahorrar agua y energía, fomentar el desarrollo tecnológico para encontrar nuevas soluciones, preservar los recursos pesqueros o establecer políticas para un turismo sostenible.
España, un país vulnerable
Su posición y sus características geográficas convierten a España en uno de los países más vulnerables a las variaciones en el clima. Además,algunos sectores clave de nuestra economía son particularmente sensibles, como el turismo, la agricultura o la pesca. Según señalan WWF y la Fundación Biodiversidad en su informe, el cambio climático es un elemento determinante para la productividad y la competitividad del sector agrícola. Por otro lado, la sobreexplotación del mar, la contaminación, el aumento de la temperatura del agua y la acidificación amenazan la conservación de especies marinas y con ello, los recursos pesqueros.
La alteración del paisaje en la costa, en la montaña, en humedales y ríos, así como la generalización de temperaturas extremas pueden tener además, impacto en el turismo. Asimismo, la acción del hombre está alterando los ecosistemas y amenazando a numerosas especies en España, uno de los países más ricos en biodiversidad.
Agencias/SimaCaribe 3 ago 2011