Un estudio realizado por miembros del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras de Conicet y la Universidad Nacional de Mar del Plata (en Argentina), reveló en la revista científica Marine Pollution Bulletin que casi el 30% de los delfines franciscana capturados accidentalmente en el estuario del Río de la Plata presentaban residuos de plásticos en sus estómagos.
Cerca del 28% de 106 delfines franciscana capturados accidentalmente y examinados por científicos argentinos tenían trozos de plástico de distinto tipo en sus estómagos. Los materiales más abundantes identificados fueron restos de envases, aunque también constataron fragmentos de materiales de pesca, envolturas de cigarrillos y galletitas, entre otros productos.
Los plásticos y los materiales sintéticos son dos tipos de desechos marinos que con mayor frecuencia afectan la vida y la salud de diferentes especies animales que habitan en los océanos y estuarios. Algunos de esos materiales provienen del turismo costero y de las aguas residuales que transporta la contaminación urbana. Otro tipo de materiales plásticos presentes en esas aguas están asociados a la actividad pesquera y a los desperdicios que eliminan los buques comerciales, de transporte y turísticos.
La investigación determinó que la ingestión de elementos plásticos en los delfines analizados fue mayor en zonas de estuario que en las zonas marinas. Los delfines de la bahía Samborombón presentaron el mayor porcentaje de frecuencia de plásticos, posiblemente vinculados a la proximidad de las grandes ciudades de Buenos Aires, La Plata y Montevideo, así como a la descarga de desechos varios sobre la cuenca del Río de la Plata por más de 14 millones de personas, las industrias y el descarte de la intensa actividad pesquera de la región. A su vez, en esa zona se acumula una gran cantidad de basura marina producto de un frente de masas de aguas.
El estudio fue realizado por miembros de Conicet en el marco de proyectos otorgados por éste y la Universidad Nacional de Mar del Plata. Sus integrantes son: Lic. Pablo Denuncio (autor principal), Dr. Ricardo Bastida, Lic. Mariela Dassis, Lic. Gisela Giardino, Dra. Marcela Gerpe y Dr. Diego Rodríguez.
Según el relato de Denuncio, la basura marina afecta de dos maneras principales a los organismos: por efecto mecánico del enredo en las redes de pesca y demás elementos de mediano y gran tamaño; y por ingesta accidental de basura marina. En el trabajo, fueron evaluados los efectos mecánicos de obstrucción producidos por los materiales plásticos en el tracto digestivo dando como resultado que las obstrucciones parecerían no ser importantes dado que se trató en su mayoría de piezas plásticas de pequeño tamaño.
Sin embargo, se desconocen los efectos causados por la contaminación química producto de la despolimerización del plástico ingerido. Asimismo todos los delfines que presentaron restos plásticos en sus contenidos gástricos tenían también alimentos comunes a su dieta como estructuras sólidas remanentes de peces (otolitos y huesos), calamares y pulpos (picos o mandíbulas) y diferentes estructuras de crustáceos.
A su vez el estudio permite observar que las aguas costeras del norte de Argentina presentan basura marina de origen humano, e identifican al delfín franciscana como indicador biológico de la salud de nuestro mar.
La fauna marina en Argentina y en todo el mundo sufre el impacto de diversos elementos como la fragmentación del ambiente ocasionado por los disturbios de las grandes ciudades costeras, la contaminación química como consecuencia de los desechos industriales, la basura marina y la sobrepesca.
Las medidas que deben llevarse a cabo con el objetivo de preservar la fauna deben estar enfocadas en primera instancia a concientizar y participar a la sociedad sobre los problemas y consecuencias del descarte de la basura cotidiana, y a las autoridades responsables recordarles de tomar las medidas necesarias para un manejo responsable de los residuos urbanos e industriales generados en las ciudades costeras.
Agencias/SimaCaribe 27 jul 2011