La Extinción Masiva del Final del Triásico pudo estar causada por las emisiones de gases de efecto invernadero, según se desprende de un estudio realizado por científicos de la Universidad de Utrech.
Hasta ahora se creía que esta extinción, que tuvo lugar hace más de 200 millones de años, fue provocada por el incremento de la actividad volcánica durante la rotura de Pangea, el continente primigenio de nuestro planeta.
Sin embargo, los investigadores dirigidos por Micha Ruhl han encontrado evidencias que sostienen que la extinción en masa pudo haber estado causada por una rápida y potente emisión de gases de efecto invernadero, proveniente de estos volcanes.
Principalmente se trataba de dióxido de carbono y metano, tal como describen en su artículo publicado en la revista Science.
Para su investigación, los científicos han medido loscambios en los isótopos de carbón que han hallado en los restos de plantas terrestres en yacimientos en Austria y Reino Unido.
Las emisiones del Triásico se pueden comparar con las actuales, provocadas por el hombre
Mediante este análisis, los investigadores han podido datar las emisiones de carbón y metano que fueron liberadas a la atmósfera durante el periodo final del Triásico.
"Nuestros trabajos previos mostraban que la actividad volcánica del periodo fue mucho más larga (600.000 años) que el evento de la extinción, y coincidió con el cambio global del ciclo de carbón, que duró entre 20.000 y 40.000 años" ha asegurado Ruhl en declaraciones a RTVE.es.
Un problema actual
"Las rápidas emisiones de la extinción del final del Triásico pueden ser vistas como una analogía natural de las actuales emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero" comentan los científicos en el artículo.
Pero hay una gran diferencia, las emisiones del final del Triásico fueron producidas durante 20.000 o 40.000 años, mientras que las emisiones causadas por el hombre han ocurrido en solo 200 años, lo que hace esta situación más preocupante.
Se calcula que los hombres en estos dos últimos siglos han liberado más de 5.000 gigatoneladas de gases nocivos a la atmósfera.
"En el final del Triásico los ecosistemas, plantas y animales no se pudieron adaptar suficientemente rápido a los cambios, sera interesante ver si los actuales exosistemas pueden adaptarse rápidamente ahora" concluye Ruhl.
La extinción masiva de final del Triásico acabó con más de la mitad de la biodiversidad marina de la época, según el artículo de Ruhl y sus colaboradores. Gracias a esta extinción en el siguiente periodo, el Jurásico, los dinosaurios se perfilaron como las especies dominantes.
Según los datos obtenidos por el equipo de Ruhl, entre 12.000 y 38.000gigatoneladas de gases de efecto invernadero fueron emitidas durante los últimos años del Triásico, coincidiendo con la extinción masiva.
Es probable que la fuerte actividad volcánica de este periodo produjese unas primeras emanaciones de dióxido de carbono, que más tarde se vieron reforzadas por la emisión de otros gases.
"El CO2 liberado durante este periodo probablemente incrementó la temperatura de los océanos, haciendo que el metano del fondo oceánico se volviese inestable" afirma Ruhl. Este metano se liberó en la atmósfera potenciando de esta manera el cambio climático.
Agencias/SimaCaribe 22 jul 2011